Rechazo masivo al recorte del Estatuto
La sentencia del Tribunal Constitucional provoca la mayor manifestaci¨®n de la historia del catalanismo - La marcha deriva en un acto independentista
El recorte del Estatuto por el Tribunal Constitucional desemboc¨® ayer en la manifestaci¨®n m¨¢s grande de la historia de la democracia en Catalu?a. Decenas de miles de personas marcharon por el centro de Barcelona en un acto que vino a confirmar que cuatro a?os de rifirrafes en el Tribunal Constitucional sobre el Estatuto han actuado como una verdadera f¨¢brica de soberanistas. Los gritos en favor de la independencia y las estelades (banderas independentistas) dominaron la marcha pese a los esfuerzos del Partit dels Socialistes y del presidente de la Generalitat, Jos¨¦ Montilla, para limitar la protesta en la demanda de lo pactado en el Estatuto ahora recortado.
Para el Gobierno catal¨¢n, la manifestaci¨®n de ayer fue la respuesta a la "provocaci¨®n" del Tribunal Constitucional, que public¨® la sentencia del Estatuto precisamente el d¨ªa antes de la manifestaci¨®n. Ya antes de la marcha, Montilla vaticin¨® que la publicaci¨®n de la sentencia servir¨ªa para aumentar la participaci¨®n.
Montilla intent¨® evitarlo, pero acab¨® rodeado de banderas independentistas
Pujol record¨® el fin de la protesta: "defender el Estatuto como lo quer¨ªamos"
Todas las entidades convocantes coincidieron en que la manifestaci¨®n fue incluso mayor que la de la Diada del 11 de septiembre de 1977, cuando el mismo escenario, el paseo de Gr¨¤cia, se llen¨® a rebosar en demanda de "libertad, amnist¨ªa y estatuto de autonom¨ªa". Hasta ayer, aquella manifestaci¨®n era considerada como la m¨¢s grande de la hist¨®rica democr¨¢tica de Catalu?a.
El presidente de la Generalitat desfil¨® detr¨¢s de una gran senyera y junto al presidente del Parlamento, Ernest Benach. Secundaban esta primera fila de la marcha los ex presidentes de la Generalitat Pasqual Maragall y Jordi Pujol y del Parlamento, Joan Rigol y Heribert Barrera. Con esta configuraci¨®n, el presidente de la Generalitat pretend¨ªa resaltar el car¨¢cter institucional de la manifestaci¨®n y evitar lanzar la imagen de estar encabezando una marcha independentista. No lo logr¨®. Los problemas organizativos y la gran afluencia impidi¨® propagar la imagen buscada por Montilla, puesto que el presidente de la Generalitat acab¨® pr¨¢cticamente rodeado por banderas independentistas. Adem¨¢s, tuvo que escuchar abundantes gritos de botifler (traidor) e incluso tuvo que abandonar precipitadamente el escenario de la marcha por la actitud agresiva de alg¨²n asistente.
La manifestaci¨®n fue organizada por la entidad catalanista ?mnium Cultural. Su presidenta, Muriel Casals, dijo que el acto demuestra la unidad de Catalu?a contra los recortes del Constitucional. "No hay tribunal que nos tumbe". En la segunda cabecera de la manifestaci¨®n desfilaron los l¨ªderes de los cuatro principales partidos convocantes, Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU), Esquerra Republicana (ERC) e Iniciativa per Catalunya (ICV). Los socialistas repartieron cientos de adhesivos con la cara de Jos¨¦ Montilla y la inscripci¨®n "sigo creyendo en el Estatuto".
El lema oficial de la manifestaci¨®n era Somos una naci¨®n, nosotros decidimos, pero dominaron los carteles que reclamaban la independencia. Tambi¨¦n se pudieron leer pancartas que rezaban: Constitucional, Tribunal franquista; Nuestra sentencia es la independencia; Nos roban 60 millones de euros al d¨ªa; Catalonia, next state Europe'; Independencia=Necesidad; y Adi¨®s Espa?a. Pese a las proclamas a la independencia de Catalu?a que dominaron la marcha, el ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol (CiU) rebaj¨® el tono, asegurando que el verdadero objetivo de la marcha es "defender el Estatuto como lo quer¨ªamos nosotros", es decir, antes del recorte del Tribunal Constitucional.
El PSC tambi¨¦n hizo hincapi¨¦ en esta idea. Su vicepresidenta, Manuela de Madre, asegur¨® que la marcha era una muestra de rechazo a la "Espa?a preconstitucional del PP". El hartazgo de los manifestantes hacia Espa?a lo resum¨ªa contundentemente el cantante Llu¨ªs Llach, autor de l'Estaca: "Estoy hasta los cojones de que letras m¨ªas de hace treinta a?os sigan vigentes"
Converg¨¨ncia i Uni¨® mezcl¨® las proclamas soberanistas con las llamadas a la responsabilidad. Su l¨ªder, Artur Mas, asegur¨® que "Catalu?a, lejos de rendirse, se muestra dispuesta a alzar su voz pac¨ªficamente pero de forma contundente". Los dirigentes de Esquerra Republicana rezumaban satisfacci¨®n pese a las inc¨®gnitas de si ser¨¢n capaces de capitalizar el nuevo voto independentista.
Si la marcha fue inc¨®moda para Montilla tambi¨¦n destap¨® contradicciones en la federaci¨®n nacionalista. Las juventudes de Converg¨¨ncia Democr¨¤tica desplegaron una gran pancarta que rezaba Catalonia is not Spain. Lo hicieron justo enfrente del hotel Majestic, que fue precisamente el escenario de los pactos de CiU con el Partido Popular en 1996 que permitieron a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar alcanzar la presidencia del Gobierno.
La conclusi¨®n de los partidos catalanistas fue que tantos a?os de cuestionamiento del Estatuto, aprobado en refer¨¦ndum en 2006, han servido para sumar adhesiones a la carta auton¨®mica ahora recortada. Si en el refer¨¦ndum de 2006 solo acudi¨® a votar el 48% de la poblaci¨®n, las encuestas reflejan ahora un apoyo mucho mayor al texto, as¨ª como un aumento del sentimiento independentista.
"Hace mucho tiempo que buscamos el encaje con Espa?a pero ahora ha llegado un punto en que es independencia o nada", comentaba Montserrat, una madre de familia que confesaba no haber acudido casi nunca a una manifestaci¨®n.
La duda es ahora hasta d¨®nde aguantar¨¢ la unidad de las fuerzas catalanistas en defensa del Estatuto, m¨¢xime cuando las elecciones en esta comunidad aut¨®noma est¨¢n a la vuelta de la esquina. Joaquim Nadal, hombre fuerte del PSC en el Gobierno catal¨¢n fue contundente. "La unidad tiene que aguantar como sea".
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