A las celebridades no les va el fr¨ªo
Las estrellas pasan de puntillas por un campeonato jugado con un bal¨®n de playa para tortura de los porteros, ambientado por las 'vuvuzelas' y marcado por muchas decepciones
Ha ganado el f¨²tbol y han perdido los solistas. Una buena noticia para un deporte de equipo a pesar del inter¨¦s medi¨¢tico y de la apuesta de algunos presidentes por las figuras. Los referentes han sido necesariamente colectivos y, por tanto, se ha escrito mucho sobre el juego, la pelota y las vuvuzelas, cosas a compartir necesariamente para poder participar de la liturgia del f¨²tbol. El Jabulani, ciertamente, ha sido un bal¨®n de playa y a los aficionados les ha dado por soplar una trompeta que provoca el mismo ruido que el grito de un elefante, y una manada de elefantes no siempre resulta graciosa cuando se la ve pasar cada partido. Ha habido detalles a veces inexplicables, ninguno tan sorprendente, de todas maneras, como el de recurrir a un pulpo para pronosticar el resultado de un partido o el de comparar cu¨¢les son las chicas m¨¢s guapas de los protagonistas de un torneo disputado en pleno invierno y sin apenas ambiente callejero.
- Las pifias de los porteros. Una constante en el inicio de la competici¨®n. La mayor¨ªa de los guardametas se quejaron de la pelota, tambi¨¦n hubo quien extra?¨® el c¨¦sped y se contaron excusas varias y tontas. Fallaron muchos, incluso el mejor del mundo, que responde al nombre de Julio C¨¦sar, arquero de Brasil, que encaj¨® un tanto de Felipe Melo en propia puerta en el partido contra Holanda. Ning¨²n error tuvo, en cualquier caso, la trascendencia del que protagoniz¨® Green, portero del West Ham y de Inglaterra, que se agach¨®, se recost¨® y puso las manos para empujar el tiro de Dempsey a la red, un error que le cost¨® el puesto en beneficio de James. Tambi¨¦n fallaron Kingson (Ghana), Justo Villar (Paraguay), Chaouchi (Argelia), Kawashima (Jap¨®n)...
- El penalti de Ghana. Las estrellas negras defendieron el honor de ?frica hasta el ¨²ltimo minuto de la pr¨®rroga de su partido contra Uruguay. Asamoah Gyan, el goleador del Rennes, dispuso de un penalti para clasificar por vez primera en la historia a un pa¨ªs africano para las semifinales de la Copa del Mundo despu¨¦s de que el uruguayo Luis Su¨¢rez rechazara el cuero con las manos debajo del larguero. La gloria o la miseria, la historia futbol¨ªstica de un continente, concentrada en una pena m¨¢xima. Tir¨® Gyan y el bal¨®n dio en el travesa?o para desespero de Ghana, Argelia, Costa de Marfil, Nigeria, Camer¨²n y Sud¨¢frica, el primer pa¨ªs anfitri¨®n que no pasa de la primera fase, despu¨¦s de que Tshabalala marcara un gol en la jornada inaugural para los bafana-bafana. El fallo de Gyan propici¨® la rueda de penaltis en la que Uruguay se clasific¨® despu¨¦s de que el Loco Abreu transformara su lanzamiento al estilo Panenka para confundir todav¨ªa m¨¢s a los africanos.
- La eliminaci¨®n de Brasil. La pentacampeona, la ¨²nica selecci¨®n capaz de ganar en Am¨¦rica, Europa y Asia, fracas¨® en ?frica. El comandante Dunga ten¨ªa la mand¨ªbula de cristal y su ej¨¦rcito sali¨® derrotado a bal¨®n parado. A la que tom¨® el gol del empate, la canarinha se convirti¨® en la selecci¨®n m¨¢s vulnerable del mundo. Aunque le elimin¨® Holanda, habr¨ªa perdido con cualquiera porque qued¨® paralizada. Resultadista por definici¨®n, Dunga prescindi¨® del jogo bonito y se encomend¨® al marcador, de manera que, una vez eliminado, fue destituido.
- El mot¨ªn de Francia. Fue la cr¨®nica de una muerte anunciada. La trayectoria de la selecci¨®n francesa fue un desastre desde que obtuvo su clasificaci¨®n con un gol tras una mano de Henry. La mayor¨ªa de sus partidos fueron un disparate, los egos de las vedettes se comieron al equipo e impidieron dar la alternativa a los j¨®venes, Domenech no supo tirar las cartas y Anelka le mand¨® a paseo con tanta mala leche que le cost¨® la expulsi¨®n del equipo. La respuesta de sus compa?eros fue la de negarse a entrenarse y propiciar un mot¨ªn esperp¨¦ntico que desemboc¨® en un asunto de Estado. Laurent Blanc ya ha sido presentado como nuevo seleccionador.
- La campeona no lleg¨® ni a los octavos. Italia fue una calamidad. No tuvo plan de juego y acab¨® siendo v¨ªctima de su propia medicina en el partido decisivo contra Eslovaquia. No le salv¨® ninguna jugada epis¨®dica ni su esp¨ªritu agon¨ªstico, sino que en los 10 ¨²ltimos minutos pas¨® de aspirar a la clasificaci¨®n a ser derrotada con la misma frialdad que en torneos anteriores hab¨ªa alcanzado el pase. Ausentes los jugadores fantasiosos, ni Pirlo ni Quagliarella, la soluci¨®n de ¨²ltima hora, pudieron ayudar a corregir la cadena de errores de Lippi, err¨¢tico desde que pens¨® que la f¨®rmula empleada en 2006 en Alemania era m¨¢gica.
- De cuatro en cuatro. Hasta que se cruz¨® con Espa?a, Alemania fue la selecci¨®n m¨¢s admirada del torneo por su facilidad para golear a los adversarios m¨¢s gallitos. No tuvo piedad de la desestructurada Inglaterra y despu¨¦s cerr¨® la boca a Maradona con una nueva tunda. A la que El Pelusa regres¨® a Argentina, se acab¨® el show y se hizo el silencio en ?frica. El que fue mejor jugador del mundo no supo armar un buen equipo a pesar de contar con buenos futbolistas. Alemania, en cambio, cay¨® con grandeza despu¨¦s de presentar la selecci¨®n m¨¢s joven de la competici¨®n, detr¨¢s de la de Ghana, con una media de 24 a?os y jugadores interesantes como ?zil y M¨¹ller, ausente en la cita con Espa?a.
- La excusa de Capello. Inglaterra, al igual que M¨¦xico en su partido contra Argentina, fue v¨ªctima de clamorosos errores arbitrales. El colegiado no dio como gol un tiro de Lampard que bot¨® dentro de la porter¨ªa de Alemania y que habr¨ªa supuesto el empate a dos mientras que el ¨¢rbitro concedi¨® al argentino T¨¦vez un tanto en fuera de juego en el choque con M¨¦xico, jugada que se vio repetida en los videomarcadores del estadio, lo que origin¨® una gran pol¨¦mica.
- El fracaso de las estrellas. Rib¨¦ry, Rooney, Drogba, Eto'o, Messi y Cristiano Ronaldo, los jugadores que venden camisetas con independencia del equipo en que el jueguen, no han tenido un buen Mundial. A la escasez de goles, puesto que solo Cristiano consigui¨® marcar uno, se a?adi¨® una deficiente actuaci¨®n particular y una incapacidad manifiesta para corregir los errores estructurales de sus selecciones. A Messi, que ejerci¨® de volante, de pivote, de extremo y de ariete, le faltaron socios y una organizaci¨®n de juego para marcar la diferencia.
- El palo de Forl¨¢n. A falta de figuras, el torneo ha consagrado a los arietes de toda la vida, delanteros que marcan goles sin necesidad de demasiadas ayudas, puntas como, por ejemplo, Villa, Klose o Forl¨¢n, cuyo ¨²ltimo tiro en el partido para el tercer y el cuarto puesto peg¨® en la madera de la porter¨ªa de Alemania. Uruguay se bati¨® como pocos equipos en un torneo dominado de nuevo por Europa y con una media de goles muy baja (2,08), en la l¨ªnea de Italia 1990 (2,2), de las competiciones menos productivas.
- Dominio de Europa. Las dos ¨²ltimas finales han sido protagonizadas por selecciones europeas. La sorpresa es que las dos que disputaron el t¨ªtulo en Alemania, Italia y Francia, fueron eliminadas a las primeras de cambio. ?frica decepcion¨®, Asia tuvo poca presencia y Sudam¨¦rica fue menguando despu¨¦s de contar con cuatro de sus cinco representantes en los octavos de final.
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