Una noche para el recuerdo

Mientras miles y miles de personas sufr¨ªan grandes agobios en una orilla del r¨ªo, en el otro lado reinaba la tranquilidad. Platos para picar y mucha diversi¨®n. Era la zona vip y la parte aleda?a al escenario, donde a los jugadores de la selecci¨®n espa?ola les esperaban unos tres centenares de personas, entre ellos periodistas, fot¨®grafos y alg¨²n que otro famoso.

Mientras el calor era sofocante en el lado opuesto, en ¨¦ste hab¨ªa aire acondicionado y una carpa donde pasar las horas hasta la llegada de los campeones.

Uno de los momentos m¨¢s movidos se vivi¨® sobre las 21.30, cuando lleg¨® a la zona la infanta Elena. Muchos no la reconocieron. Llevaba una gorra, una capa y los colores de la bandera espa?ola pintados en la cara. Se acerc¨® al escenario, rodeada de personal de seguridad y de algunos amigos. Siempre sonriente. No par¨® de bailar al ritmo de las canciones. Tambi¨¦n se vieron otros famosos como el ex presidente del Real Madrid, Ram¨®n Calder¨®n, el presentador Gonzalo Mir¨® o C¨¦sar Cadaval, integrante de los Morancos.

Una de las que m¨¢s atenci¨®n atrajo, tanta que ten¨ªa que ir rodeada de compa?eros, era la presentadora de televisi¨®n y novia de Iker Casillas, Sara Carbonero. Los flashes no paraban de iluminarla.

Por parte del Ayuntamiento acudi¨® el vicealcalde, Manuel Cobo, que calific¨® de "irrepetible" la forma en que el pueblo de Madrid sali¨® a recibir a la selecci¨®n. "Jam¨¢s ha habido un acontecimiento como este, en el que las calles est¨¦n tan abarrotadas de gente. Hay tanta que no caben m¨¢s", afirm¨® Cobo. De hecho, el Ayuntamiento tuvo que hacer un llamamiento a todos los madrile?os para que no acudieran a la explanada que qued¨® peque?a tras la afluencia de 300.000 personas.

La zona aleda?a al escenario se qued¨® vac¨ªa pero, cuando el presentador Carlos Latre anunci¨® la llegada del autocar con los jugadores, el frontal del estrado se fue llenando de gente. Todos con camisetas y banderas de La Roja. Fue tal la avalancha que tuvieron que reforzar la seguridad con polic¨ªas municipales. Durante el espect¨¢culo parec¨ªa que el tiempo se hab¨ªa detenido. Todo el mundo bailaba con los jugadores, les re¨ªa las gracias y hasta hac¨ªan alg¨²n comentario a sus declaraciones.

Cuando lleg¨® el final, el p¨²blico se arremolin¨® junto a la carpa, por la que pasaron los jugadores, eso s¨ª, protegidos por un cord¨®n policial para frenar a los seguidores que estaban junto al escenario. "Piqu¨¦, Piqu¨¦, hazte una foto", "Iker, Iker, eres el mejor", y "Villa, Villa, maravilla", fueron algunos de los c¨¢nticos y de los piropos que recibieron los futbolistas. El primero en abandonar la zona, con el pesado trofeo a cuestas, fue Casillas, con un rostro cansado pero con una sonrisa en la boca. Iba rodeado de polic¨ªas y vigilantes de seguridad.

Hasta que el autocar de la selecci¨®n sali¨® del recinto del Manzanares en direcci¨®n a un conocido restaurante de la capital, la Polic¨ªa Municipal tuvo que rodearlo, ante la avalancha de aficionados que quer¨ªan saludar a los futbolistas, o hacerles fotos incluso a trav¨¦s de los oscuros cristales del veh¨ªculo. A las 12.20 de la noche se acababa la fiesta p¨²blica de los jugadores de La Roja, y el alborozo de miles de aficionados, que esperaron mucho para ver una hora a sus jugadores.

Hasta la medianoche los servicios del Samur atendieron a 130 personas por incidentes leves. Acabada la fiesta en el escenario, hubo quien sigui¨® con la celebraci¨®n con un ba?o en las fuentes del puente de Segovia. Era la noche para el recuerdo.