Diplomada en "grandes eventos"
La celebraci¨®n confirma que la ciudad est¨¢ preparada para actos de masas
La resaca com¨²n, desde el plano cient¨ªfico, es un estado de malestar general producido por la deshidrataci¨®n de las meninges, la dilataci¨®n de los vasos sangu¨ªneos y una disminuci¨®n de glucosa que provoca dolor de cabeza, sed intensa y espasmos abdominales. La otra resaca, la que viene despu¨¦s de celebrar durante dos d¨ªas el triunfo de la selecci¨®n, deja, en el plano municipal, mucha basura por recoger, trabajadores lega?osos e im¨¢genes ins¨®litas como las patrullas de bomberos en lanchas z¨®diac por el r¨ªo Manzanares. Malestar, ninguno.
Madrid despert¨® ayer con buena parte de los 50.000 kilos de basura arrojados durante la fiesta y un par de monumentos amputados despu¨¦s de que en la jornada anterior una multitud de medio mill¨®n de personas (seg¨²n la Delegaci¨®n de Gobierno) invadiese las calles para seguir el recorrido, de nueve kil¨®metros, de los ases del bal¨®n.
"El comportamiento c¨ªvico durante la celebraci¨®n fue ejemplar", sentenci¨® el alcalde, Alberto Ruiz-Gallard¨®n. La recepci¨®n de la selecci¨®n el lunes, calificada por el regidor como "la congregaci¨®n m¨¢s numerosa que jam¨¢s se hab¨ªa dado en Madrid", puso a prueba la capacidad de la ciudad. Polic¨ªas, personal sanitario, servicios de limpieza... por haber, hasta hab¨ªa dos lanchas z¨®diac de los bomberos patrullando el Manzanares entre el puente del Rey y el puente de Segovia por si alguien acababa el festejo a remojo en el r¨ªo.
Las ovaciones no fueron lo ¨²nico que provoc¨® el pase¨ªllo de La Roja: 130 avisos al Samur, 177 atenciones en urgencias, 150 polic¨ªas municipales desplegados, un 30% de aumento en el servicio nocturno de autobuses, calles cortadas, polic¨ªas nacionales escoltando a la carrera al mejor equipo del mundo y dos estatuas da?adas, una en Col¨®n y otra en la Castellana. Balance total, seg¨²n el Consistorio: "Un ¨¦xito. Madrid es una ciudad preparada para grandes eventos". Y en la memoria colectiva, Casillas levantando los cinco kilos de oro. Bendita resaca.
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