"A este no le mata ni Dios"
"A este no le mata ni Dios". Esta expresi¨®n de un diputado del PP, tras el cara a cara de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero con Mariano Rajoy, demuestra, una vez m¨¢s, c¨®mo este presidente del Gobierno se crece en las dificultades. Acudi¨® a su quinto debate sobre el estado de la naci¨®n como presidente en una situaci¨®n l¨ªmite, pero lo salv¨® por el procedimiento de hablar claro, en un primer mensaje dirigido a la ciudadan¨ªa, y poni¨¦ndose el mundo por montera frente a un l¨ªder de la oposici¨®n que volvi¨® a equivocar su estrategia.
"Seguir¨¦ en ese camino [el de las reformas] me cueste lo que me cueste". Con esta expresi¨®n resumi¨® su esperado discurso de "sangre, sudor y l¨¢grimas", algo edulcorado en la forma, pero duro en el fondo porque aclar¨®, desde su primera intervenci¨®n, que si este pa¨ªs no culmina las reformas se queda desenganchado de Europa y el progreso.
Zapatero ha tenido tiempo desde la cumbre del Ecofin, del 7 de mayo, en que asumi¨® un dr¨¢stico recorte social, de asimilar y hacer suyo el discurso de la urgencia de la pol¨ªtica de austeridad y de las reformas estructurales, por impopulares que sean, de tal modo que ha vinculado su propio futuro pol¨ªtico a su culminaci¨®n.
La disposici¨®n de Zapatero a sacrificarse pol¨ªticamente por la salida de la crisis la transmiti¨® sobre todo en su cara a cara con Rajoy. El punto m¨¢s d¨¦bil de Zapatero frente a Rajoy era su insuficiente explicaci¨®n del giro en su pol¨ªtica social, tras el recorte de mayo, el retraso de la puesta en marcha de las reformas estructurales, que el l¨ªder de la oposici¨®n record¨® que se las reclam¨® en el debate de hace un a?o. En definitiva, la respuesta a las cr¨ªticas de improvisaci¨®n que le dirige sistem¨¢ticamente la oposici¨®n.
Zapatero hab¨ªa previsto que el debate con Rajoy abocar¨ªa en ese escenario y hab¨ªa preparado la respuesta. "Donde ayer eran imprescindibles las pol¨ªticas de est¨ªmulo, hoy se necesitan austeridad y reformas", dijo en el momento clave del debate. No tuvo una r¨¦plica adecuada de Rajoy al argumento de Zapatero de que hasta el 7 de mayo, Espa?a y su entorno europeo hab¨ªan apostado por las pol¨ªticas de est¨ªmulo y que las circunstancias cambiantes de una crisis in¨¦dita explicaban el giro. E incluso Zapatero record¨® que en el debate del 2 de diciembre anunci¨® las reformas y que la decisi¨®n del Ecofin del 7 de mayo se limit¨® a acelerar el recorte social para reducir el d¨¦ficit en menos plazo.
El error de Rajoy fue apostar todo a la carta de que Zapatero, con su improvisaci¨®n y travestismo pol¨ªtico, es el problema y debe convocar elecciones anticipadas. Para colmo, no present¨® ninguna alternativa, que hiciera cre¨ªbles unas elecciones anticipadas y enarbol¨® como argumento la ca¨ªda de la confianza de Zapatero en los sondeos, cuando la de Rajoy es a¨²n mayor. Rajoy fracas¨® al no lograr sumar apoyos a su propuesta de elecciones anticipadas porque nadie, m¨¢s all¨¢ del PP, cree que sea el momento de abrir un proceso electoral en esta coyuntura econ¨®mica.
Era previsible que el debate sobre el Estatuto de Catalu?a fuera duro tras el clima creado por la manifestaci¨®n del s¨¢bado, como reflejaron los portavoces de CiU, Josep Duran, y de ERC, Joan Ridao. Zapatero trat¨® de suavizar el debate con un declarado esfuerzo de comprensi¨®n por la reacci¨®n cr¨ªtica catalana a la sentencia y su compromiso con el autogobierno de Catalu?a que tratar¨¢ de materializar en una recuperaci¨®n del Estatuto al que no cree esencialmente da?ado por la sentencia del Tribunal Constitucional.
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