Orfebrer¨ªa hotelera
MHM interviene en la creaci¨®n y gesti¨®n de establecimientos singulares
Est¨¢n ustedes ante un emprendedor at¨ªpico. "Mi padre no trabaj¨® en su vida". Pablo Carrington, de 39 a?os y maneras exquisitas, pertenece a la primera generaci¨®n familiar que se ha tenido que buscar las habichuelas. Tras licenciarse en Econ¨®micas prob¨® suerte en el ¨¢rea financiera y en la consultor¨ªa. En 2003, una llamada de un conocido le cambi¨® la vida. El reto era explotar comercialmente una villa del siglo XIX propiedad de su familia en San Sebasti¨¢n. Surg¨ªa as¨ª el hotel Villa Soro. El ¨¦xito del proyecto sorprendi¨® incluso al propio Carrington, que un a?o despu¨¦s decidi¨® ampliar el negocio creando MHM (Hotel Management & Consulting).
Esta compa?¨ªa est¨¢ especializada en el desarrollo, lanzamiento y operaci¨®n de hoteles singulares de cuatro y cinco estrellas. "No somos una cadena hotelera al uso, ya que los establecimientos para los que trabajamos son hoteles boutiques cuya titularidad queda en manos de sus propietarios. Contribuimos a desarrollar un concepto propio adecuado al establecimiento, adem¨¢s de garantizar su viabilidad y rentabilidad", explica. MHM gestiona en la actualidad seis hoteles: Villa Soro y Astoria7 (ambos en San Sebasti¨¢n), Iturregui (Getaria), Palacio Guendulain (Pamplona), Viura (La Rioja) y Cap Rocat (Mallorca). Este ¨²ltimo establecimiento acaba de echar a andar y es todo un reto: convertir en un hotel de m¨¢ximo lujo una antigua fortaleza excavada en roca en la bah¨ªa de Palma.
"Intento que los hoteles que gestiono tengan identidad propia, que sean reflejo del lugar en el que est¨¢n", se?ala Carrington. "El concepto de Cap Rocat, por ejemplo, es una gran casa de hu¨¦spedes de pago. El objetivo es que el cliente sienta que est¨¢ pasando unos d¨ªas en la casa de invitados de unos buenos amigos. Para lograr esta sensaci¨®n hemos cuidado hasta el m¨¢s m¨ªnimo detalle".
Este emprendedor reconoce que el crecimiento de su compa?¨ªa se vio favorecido por los a?os de bonanza econ¨®mica que vivi¨® Espa?a, una ¨¦poca en la que muchos nuevos inversores probaron suerte en el mundo hotelero. "El exceso siempre es ef¨ªmero. En Espa?a tambi¨¦n ha habido burbuja hotelera, pero creo que es una burbuja geogr¨¢fica. En Barcelona, el mercado est¨¢ muy saturado, en Bilbao es una locura...". En su opini¨®n, se han montado proyectos "absurdos" bas¨¢ndose en unos precios y en unas capacidades que solo funcionan en momentos de boom econ¨®mico. "Para sobrevivir hay que tener un plan de negocio que aguante todas las fases del ciclo". Su experiencia le dice que si un hotel no puede generar un margen de explotaci¨®n (Ebitda) del 30% sobre ventas a partir del tercer a?o "no es un proyecto viable".
Este apasionado de la aviaci¨®n es cosmopolita por obligaci¨®n y por vocaci¨®n. Su experiencia internacional le lleva a una conclusi¨®n: en Espa?a estamos muy por detr¨¢s de otros pa¨ªses en cuanto al turismo de calidad. "No existe una filosof¨ªa de servicio e innovaci¨®n. Deber¨ªamos ser distintos y no dejarnos llevar por las modas. Es curioso, pero siendo una potencia tur¨ªstica solo tenemos dos hoteles entre los mejores del mundo, y adem¨¢s esos dos establecimientos est¨¢n gestionados por cadenas extranjeras".
Carrington denuncia que uno de los mayores lastres del negocio hotelero en Espa?a es la formaci¨®n de los empleados. "Este d¨¦ficit se genera en dos niveles. En primer lugar, no tenemos ninguna academia de hosteler¨ªa de prestigio. En segund, la formaci¨®n interna en las cadenas espa?olas deja mucho que desear".
Le gusta insistir en el tema de la formaci¨®n, ya que cree que el verdadero lujo de un hotel no est¨¢ en sus instalaciones, sino en la actitud del personal. "Los momentos m¨¢s importantes en un hotel son los cinco primeros minutos del cliente y los cinco ¨²ltimos. Hay que sorprenderle al llegar y hacerle sentir importante al marcharse", explica.
Carrington est¨¢ en contra de la moda de contratar a un cocinero de renombre para promocionar un hotel. "Es una tendencia que se va a acabar. ?Los motivos? Se trata de un asesoramiento muy caro, hay muchos cocineros que sin ser medi¨¢ticos son muy buenos, y adem¨¢s el cliente que quiere probar este tipo de gastronom¨ªa prefiere ir al restaurante original". Tambi¨¦n se muestra muy cr¨ªtico con lo que denomina la estrellitis de los hoteleros. "Las estrellas solo tienen importancia como filtro a la hora de hacer b¨²squedas en Internet. En Espa?a, las tres estrellas est¨¢n estigmatizadas y no entiendo por qu¨¦. En cambio, en el segmento de las cuatro estrellas existe un rango de establecimientos demasiado amplio". La clave del ¨¦xito, por tanto, es saber cu¨¢l es el mercado al que quieres dirigirte y, a partir de ah¨ª, "determinar qu¨¦ precios medios puedes aplicar". -
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