Telef¨®nica y PT solo pueden romper de mutuo acuerdo por un pacto de 2005
Las dos empresas firmaron permanecer juntas 25 a?os en la brasile?a Vivo
El presidente de Telef¨®nica, C¨¦sar Alierta, y el de Portugal Telecom (PT), Zeinal Bava, estamparon su firma en Madrid, el 23 de enero de 2001, en el acuerdo que dio lugar a la creaci¨®n de Vivo. Fue el compromiso de boda de lo que hoy es un matrimonio mal avenido. Tras el veto del Gobierno portugu¨¦s a la compra de Vivo por la espa?ola y el fracaso de las negociaciones posteriores, Telef¨®nica sopesa pedir el divorcio, esto es, instar la disoluci¨®n de Brasilcel, la sociedad conjunta al 50% a trav¨¦s de la que los dos socios poseen el 60% de la operadora brasile?a. El problema es que el acuerdo final de boda no facilita nada la ruptura.
En la madrugada del viernes al s¨¢bado venci¨® el plazo que Telef¨®nica hab¨ªa dado a PT para aceptar su oferta de 7.150 millones por su mitad de Brasilcel. La espa?ola no acept¨® la petici¨®n de seguir negociando 12 d¨ªas m¨¢s. Telef¨®nica mantiene su inter¨¦s por Vivo y una vez cerrada, al menos provisionalmente, la v¨ªa del di¨¢logo, explora otras alternativas.
Alierta estudia acudir al arbitraje internacional para deshacer la alianza
El actual pacto de socios de Telef¨®nica y PT fue firmado el 21 de septiembre de 2005 en ?msterdam, donde est¨¢ domiciliada Brasilcel. El pacto se firm¨® con una duraci¨®n de 25 a?os prorrogables t¨¢citamente primero por otros 25 y luego, de cinco en cinco. Durante ese plazo el acuerdo "est¨¢ en vigor, es v¨¢lido y vinculante", seg¨²n el texto del acuerdo, a menos que se d¨¦ una de las causas de terminaci¨®n del mismo. El problema para Telef¨®nica es que, aparentemente, esas causas exigen el pacto de los dos socios.
La primera causa de divorcio es "el acuerdo mutuo por escrito entre las partes". La segunda tambi¨¦n es simple: que solo uno de los dos socios siga siendo accionista de Brasilcel, lo que hubiera ocurrido si PT hubiera aceptado la oferta de Telef¨®nica. La tercera causa es sencilla en apariencia, pero con implicaciones m¨¢s complejas: "El acuerdo terminar¨¢ autom¨¢ticamente una vez completada la liquidaci¨®n de la compa?¨ªa".
Eso remite a la parte del acuerdo en que se tratan las causas de liquidaci¨®n de la compa?¨ªa, que lleva al mismo callej¨®n sin salida. La liquidaci¨®n procede en caso de que se produzca un bloqueo o desacuerdo grave (con respecto a alguna decisi¨®n importante a adoptar por Brasilcel) que no pueda ser reconducido mediante negociaciones de buena fe. Pero, y ese pero es muy importante, el acuerdo solo prev¨¦ la liquidaci¨®n en caso de que al producirse esa "diferencia irreconciliable", uno de los socios proponga al otro la disoluci¨®n y liquidaci¨®n y el segundo la acepte, siempre por escrito.
Si un socio no acepta la liquidaci¨®n, lo que se prev¨¦ es que la diferencia que se haya suscitado se someta a la decisi¨®n de un grupo de tres "sabios", expertos en telefon¨ªa m¨®vil, nombrado uno por cada parte y el tercero por los dos ya nombrados. Pero el acuerdo da a entender que lo que han de hacer los sabios es elegir entre propuestas alternativas de los dos socios sobre el negocio y deja claro que este comit¨¦ "no tendr¨¢ la autoridad para decidir que la compa?¨ªa sea disuelta o liquidada".
Claro est¨¢ que, como las leyes, los contratos son interpretables. Si pese a esas cl¨¢usulas Telef¨®nica cree que puede instar la disoluci¨®n de Brasilcel sin acuerdo, entonces podr¨ªa instar un arbitraje. La espa?ola y la portuguesa se enfrentar¨ªan en ?msterdam a un arbitraje en ingl¨¦s sujeto a la ley holandesa, bajo las reglas de la francesa C¨¢mara de Comercio Internacional (CCI). Seg¨²n el pacto, cada parte nombrar¨ªa un ¨¢rbitro y el tercero ser¨ªa elegido por los dos primeros o, si no hay acuerdo, por la CCI. Telef¨®nica dio a entender a inversores que ese era su plan si se rechazaba su oferta por Vivo, a lo que PT replic¨® que no hab¨ªa base legal. El pleito podr¨ªa durar de uno a tres a?os.
?Y qu¨¦ suceder¨ªa en caso de liquidaci¨®n? Algunas de las cl¨¢usulas son confidenciales, pero la parte conocida del contrato indica que habr¨ªa un reparto de activos. El primer acuerdo firmado por Alierta y Bava establec¨ªa que, en caso de liquidaci¨®n, cada parte recibir¨ªa lo que hubiera aportado al matrimonio. No est¨¢ claro que eso siga estando en vigor, porque Vivo ha cambiado mucho y porque parte del actual acuerdo es secreto, pero de estarlo ser¨ªa preocupante para Telef¨®nica, ya que PT aport¨® el control de Telesp Celular, la m¨¢s valiosa de las compa?¨ªas con que se form¨® Vivo.
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