Un hospital de cinco hect¨¢reas

Un madrile?o va conduciendo por la sierra y de repente se le echa encima un pajarillo. Aparte del susto, parece que el pobre bicho no puede volar. Y como los urbanitas no suelen tener mucha idea de entablillar p¨¢jaros, lo mejor es recurrir a un experto, que lo trate como es necesario, que identifique al animal en cuesti¨®n y que encima no cueste nada. Porque lo que le ha estropeado la luna del coche puede ser un vencejo, un milano o incluso una cr¨ªa de ¨¢guila imperial o de buitre negro, especies muy protegidas.

Para tal fin se inaugur¨® ayer el Centro de Recuperaci¨®n de Animales Silvestres (CRAS) de la Comunidad de Madrid.

La presidenta de la regi¨®n, Esperanza Aguirre, y la consejera de Medio Ambiente, Anabel Mari?o, visitaron ayer las instalaciones del centro. Abierto desde noviembre, el CRAS est¨¢ ubicado en el Soto de Vi?uelas, en el distrito de Fuencarral-El Pardo y muy cerca de Tres Cantos, que tambi¨¦n ha colaborado en el proyecto. Esta nueva sede sustituye a la de Buitrago de Lozoya, que llevaba en funcionamiento desde 1987 y se ha quedado peque?a.

Fomento cedi¨® los terrenos para compensar por la nueva terminal T-4

La finca ocupa 5.000 metros cuadrados, y en ella hay varias dependencias para el cuidado de las distintas especies. "Tenemos principalmente rapaces", afirma Marino, su veterinario jefe del centro, "aunque tambi¨¦n hay diferentes especies de tortugas, gal¨¢pagos y hasta un corzo -una corza, de hecho- que est¨¢ coja".

Dos hospitales, uno para fauna aut¨®ctona y otro para animales ex¨®ticos, y un edificio multiusos (con despachos, salas de reuniones...) ocupan 840 metros cuadrados que se distribuyen por la finca. Los animales que pasan por el centro son tratados en las distintas dependencias m¨¦dicas, similares a las de un hospital en miniatura: salas de rayos X, unidad de cuidados intensivos o quir¨®fanos.

En una de esas salas la veterinaria Tatiana ?lvarez atend¨ªa ayer a un halc¨®n peregrino, un macho adulto que hab¨ªa sufrido una contusi¨®n y ten¨ªa las costillas rotas. "Ya le estamos quitando los puntos, pero tiene que engordar un poquito m¨¢s antes de que podamos soltarlo", aseguraba con la rapaz, muy quieta, tendida sobre la mesa de operaciones.

El centro ha sido construido y financiado por el Ministerio de Fomento, que cedi¨® los terrenos para compensar a la Comunidad de Madrid por la construcci¨®n de la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas. El coste total ha sido de 5,2 millones de euros, sufragados por AENA. Ahora pertenece a la Comunidad de Madrid pero est¨¢ gestionada de forma privada por la empresa FOTEX, que obtuvo la concesi¨®n por concurso p¨²blico.

En estos momentos el CRAS acoge a 221 animales en recuperaci¨®n, desde cig¨¹e?as hasta iguanas o milanos. Cuando se recuperen -el tiempo de estancia es indefinido, depende de lo que necesite cada caso concreto-, se marchar¨¢n. "Hay espacios acotados para que poco a poco recuperen fuerzas, aprendan a alimentarse de nuevo y no tengan dificultades cuando vuelvan a su entorno habitual", afirmaban los veterinarios del centro, por el que se prev¨¦ que pasen m¨¢s de 4.000 animales cada a?o.

Muchos ejemplares pertenecen, como afirm¨® la presidenta, a "decomisos de animales ex¨®ticos realizados por la Guardia Civil, en los que se han llegado a rescatar mapaches, loros o especies que pueden ser peligrosas para el ecosistema o para la poblaci¨®n humana". A menudo, estas v¨ªctimas del contrabando de animales son halladas en malas condiciones y, por ello, son trasladadas al CRAS.

Adem¨¢s, los madrile?os pueden acudir al centro cualquier d¨ªa del a?o para entregar un animal enfermo o herido, y hay un tel¨¦fono (91 276 06 26) que funciona las 24 horas. "Ahora recibimos unas 30 o 40 llamadas al d¨ªa", asegura el jefe de especies protegidas, Jes¨²s Montoro, "pero esperamos que sean cada vez m¨¢s".

Para la presidenta este centro supone una nueva posibilidad para "concienciar" a los madrile?os de la importancia de la biodiversidad. De aqu¨ª a unos meses es posible que ofrezcan visitas a escolares, afirmaron algunos de sus responsables.

Aguirre visit¨® las instalaciones acompa?ada de los veterinarios del centro, entre los que hay varios en pr¨¢cticas. Isabel y Elena, dos j¨®venes voluntarias, daban de comer a unos vencejos. "Es mejor que est¨¦n en una caja de cart¨®n", afirmaban mientras introduc¨ªan a un peque?o p¨¢jaro en una de ellas, "porque as¨ª se asustan menos".

Al final de la visita, la propia presidenta liber¨® varios ejemplares de aves ya totalmente recuperadas entre las que hab¨ªa cern¨ªcalos, milanos y vencejos. "Al agua, patos... Rompi¨® el cascar¨®n... ?Veis como todo tiene que ver con los animales?", concluy¨® Aguirre entusiasmada.