Atendidas ocho personas tras un incendio en Puente de Vallecas
Una mujer se tir¨® desde la terraza y se fractur¨® el brazo
Desde el hueco sin marco de la terraza se abre una perspectiva de holl¨ªn. El primer piso del n¨²mero 63 de la calle de Mart¨ªnez de la Riva, en Puente de Vallecas, ardi¨® en la madrugada de ayer por culpa de una vela. Ocho personas fueron atendidas por el Samur con intoxicaciones leves por inhalaci¨®n de humo. Se salvaron dos bicicletas que a¨²n siguen en el balc¨®n. Y una Biblia ilustrada que ha perdido las tapas. Los habitantes de la vivienda eran muy religiosos. Por eso ten¨ªan encendido un cirio junto a una Virgen.
Un ni?o de nueve a?os fue quien dio la alarma. Avis¨® a la familia con un lamento, "?mam¨¢, mam¨¢, auxilio!", antes de cargar con su hermano, un beb¨¦ de nueve meses, y sacarlo a la calle. El muchacho, junto a los otros dos menores, se mostr¨® despu¨¦s muy tranquilo y sereno cuando fue atendido. Su madre hizo una peor elecci¨®n. Asustada porque las llamas tomaban la direcci¨®n de su cuarto y ya campaban crecidas por toda la casa, decidi¨® lanzarse a la calle desde la terraza. "Cay¨® a plomo", seg¨²n uno de los facultativos que la atendi¨®. Se rompi¨® un brazo. Ayer la operaron en el hospital Gregorio Mara?¨®n. Un hombre de 25 a?os, recientemente operado y con una traqueotom¨ªa, tambi¨¦n brinc¨® hasta la acera, pero ¨¦l no se hizo nada.
Al incendio, cuyas llamas abrazaron todo el edificio y espesaron el cielo del barrio, acudieron seis unidades de bomberos. "Si suben a ese piso tengan cuidado con el esp¨ªritu del perro muerto". Esto lo advierte una ni?a rubia con un maillot azul. No se atreve a subir el peque?o tramo de escaleras que la separa de la casita quemada. Se refiere a la mascota de la familia, que se qued¨® encerrada en el piso y pereci¨® carbonizada.
El abuelo del ni?o ayer trataba de ver qu¨¦ cosas pod¨ªa recuperar entre la ceniza. En realidad, nada. Hasta los muebles de cocina y los servicios estaban devorados. ?l, polic¨ªa nacional retirado, abandon¨® la casa hace un mes. All¨ª viv¨ªan la hermana de su esposa, ecuatoriana, con su yerno y sus hijos, cuatro menores con edades entre los nueve meses y los 13 a?os. Los restos muestran algunos discos de m¨²sica folcl¨®rica ecuatoriana, un libro de El peque?o Nicol¨¢s y un tel¨¦fono m¨®vil. Lo dem¨¢s es holl¨ªn acumulado sobre el piso.
Dos de los vecinos del piso de arriba, cuya fachada y terraza tambi¨¦n quedaron tiznadas, padecieron id¨¦ntica intoxicaci¨®n leve. Ayer, un operario ya tomaba las medidas de los marcos de las ventanas para cambiar los cristales: "Vengo a lo del segundo, no s¨¦ si la casa quemada del todo estaba asegurada", dijo. La mujer del piso contiguo asegura que no se enter¨® de nada. Sin embargo, cuando lleg¨® el Samur, toda la barriada estaba observando c¨®mo los bomberos combat¨ªan las llamas.
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