Gritar socorro en varios idiomas
Un v¨ªdeo muestra a gente asustada que trata de salir del embudo formado en los dos t¨²neles - Los asistentes expresan su ira en las redes sociales
"Solamente queremos salir", "socorro, socorro" en varios idiomas y gritos cada vez m¨¢s angustiados. Es lo que se escucha en un v¨ªdeo de la cat¨¢strofe grabado con la c¨¢mara del m¨®vil y colgado ayer en YouTube por Gerrit Goltz. En las im¨¢genes, se puede ver c¨®mo la gente se empuja desesperadamente e intenta levantar la cabeza y los brazos, para evitar caerse, para poder respirar y para que, quiz¨¢, alguien les coja de la mano y les suba a la escalera de emergencia que tienen a pocos metros de distancia. Los golpes y atropellos de la masa hacen que la grabaci¨®n d¨¦ saltos fren¨¦ticos.
"Est¨¢bamos all¨ª con 12 amigos y solo dos horas despu¨¦s nos hemos reencontrado. Una de nuestras amigas se rompi¨® el pie, si no la hubiera ayudado un amigo, podr¨ªa haber sido peor", escribi¨® ayer Gerrit. "Por favor, mandad el v¨ªdeo a la fiscal¨ªa o entreg¨¢dselo a la polic¨ªa", pidi¨® un usuario en el portal de v¨ªdeos. "?Qu¨¦ acaba de decir el jefe de la polic¨ªa en conferencia de prensa? ?Que no lo calificar¨ªa como p¨¢nico colectivo! Me pregunto si estos han perdido el sentido de la realidad", se alter¨® otro.
"La gente intent¨® entrar por todas partes, tirando vallas", dice Devin
El enfado con las autoridades que descartaron que la falta de escapatoria, de espacio y aire causara un ambiente de terror fue el tono general de los comentarios en las redes sociales y de los testimonios recogidos ayer por EL PA?S.
"Mi amigo y yo logramos salir del embudo cinco minutos antes de la cat¨¢strofe y 10 minutos m¨¢s tarde, vimos las primeras ambulancias", cont¨® Devin Scheerer, de 19 a?os. "Decidimos irnos porque nos dimos cuenta de que la atm¨®sfera empezaba a contagiarse del p¨¢nico. Los primeros se cayeron al suelo aunque al principio, por suerte, a¨²n les pudimos ayudar a levantarse". Devin confirma la sensaci¨®n de agobio. "Est¨¢bamos pr¨¢cticamente encerrados all¨ª, en el espacio entre los dos t¨²neles, y comentamos entre los amigos que la cosa acabar¨ªa mal si la polic¨ªa no abr¨ªa m¨¢s salidas porque, por esa misma v¨ªa, unos quer¨ªan salir y otros entrar". Hasta que estall¨® el caos. "La gente intent¨® entrar al festival desde todas partes para escuchar el concierto final: tiraron abajo vallas y corrieron por la autov¨ªa, que estaba cerrada al tr¨¢fico. Entonces, la polic¨ªa incluso empez¨® a usar spray de pimienta. Los agentes hab¨ªan formado cadenas delante de ambos t¨²neles, para que ya no entrara gente, as¨ª que les pedimos que nos dejaran salir por lo menos por un lado, pero ellos mismos no sab¨ªan qu¨¦ hacer. Estaban superados por las circunstancias. Tuvimos suerte porque la muchedumbre nos arrastr¨® otra vez hacia el recinto", afirm¨® el joven.
En la p¨¢gina de condolencias de la red social Facebook, que anoche contaba con m¨¢s de 12.000 seguidores de todo el mundo, un mensaje de Jennifer Hoppe dejaba comprender la sensaci¨®n de shock de los que siguieron durante horas con la fiesta puesto que nadie les inform¨® de la tragedia. Tambi¨¦n la rabia e incomprensi¨®n: muchos habr¨ªan preferido enterarse antes. "Llegamos a Duisburgo hacia las 14.30 y fuimos directamente al escenario central. Estuvimos de fiesta y hacia las once de la noche nos dimos cuenta de que ya no llegaban m¨¢s dj's. Est¨¢bamos esperando a ATB y David Guetta, pero no se presentaron. Por los altavoces solo anunciaron que la fiesta se hab¨ªa terminado, pero no por qu¨¦. No logramos contactar con nadie a trav¨¦s del m¨®vil ya que la red se hab¨ªa ca¨ªdo; recibimos los sms de amigos mucho m¨¢s tarde", explic¨® Jennifer a EL PA?S.
Manuel Grammann, de 30 a?os, acudi¨® a la rueda de prensa ofrecida al mediod¨ªa en el Ayuntamiento de Duisburgo para entender mejor c¨®mo se pudo producir el siniestro. Pero las explicaciones del gabinete de crisis no le sirvieron para aclarar sus dudas. "Yo tambi¨¦n organizo eventos como conciertos y siempre te exigen que haya al menos cuatro entradas y salidas. Algo que, en este caso, no se cumpli¨®. Adem¨¢s, los 1.000 auxiliares extras de los que hablan los organizadores eran en parte estudiantes, no estaban preparados para prestar atenci¨®n sanitaria. Y si el recinto no estaba lleno, ?por qu¨¦ ya no dejaron entrar a m¨¢s gente?".
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