La tragedia de Duisburgo desborda a las autoridades alemanas
Las contradicciones entre polic¨ªa, organizadores y testigos evidencian el descontrol de la Loveparade - Merkel exige una investigaci¨®n exhaustiva
Las causas de la cat¨¢strofe de la Loveparade, el gran festival de m¨²sica tecno celebrado en Duisburgo, al oeste de Alemania, permanecen a¨²n en el misterio. Las diferentes versiones sobre el origen y las circunstancias de la estampida que acab¨® el s¨¢bado con la vida de 19 personas, entre ellas dos j¨®venes espa?olas, impiden formarse una idea clara, y las autoridades hasta ahora no han podido dar respuestas.
En medio del desconcierto, la canciller alemana, Angela Merkel, se declar¨® ayer "consternada" por la tragedia y exigi¨® una "investigaci¨®n exhaustiva" y que se tomen medidas para que algo as¨ª no vuelva a repetirse. La fiscal¨ªa alemana ha abierto una investigaci¨®n por homicidio imprudente.
La fiscal¨ªa abre un procedimiento por homicidio imprudente
El jefe del sindicato de polic¨ªa se?al¨® hace un a?o que el lugar era inadecuado
Seg¨²n muchos testigos del desastre, el cierre del ¨²nico acceso al recinto, una antigua estaci¨®n de trenes en Duisburgo, provoc¨® el embotellamiento humano en un t¨²nel de acceso, donde comenz¨® la estampida por razones que a¨²n se desconocen. El director adjunto de la polic¨ªa local, Detlef von Schmeling, asegur¨® en cambio que "no hay pruebas de que se cerrara el acceso al recinto" de la fiesta. Schmeling asegur¨® en una conferencia de prensa que todas las muertes se produjeron "fuera del t¨²nel" y dijo no tener "la impresi¨®n de que se desatara un p¨¢nico masivo". Esto contradice los testimonios recogidos despu¨¦s de la tragedia, que hablaban de cad¨¢veres pisoteados y escenas de histeria colectiva.
Seg¨²n la polic¨ªa, la mayor¨ªa de las muertes se debieron a ca¨ªdas desde una escalera met¨¢lica por la que la gente trataba de acceder a la fiesta. Las explicaciones de los representantes policiales, municipales y de la organizaci¨®n, en una rueda de prensa conjunta, dejaron una p¨¦sima impresi¨®n entre los periodistas asistentes.
Si algo qued¨® meridianamente claro es que la funesta edici¨®n del s¨¢bado fue la ¨²ltima Loveparade, seg¨²n anunciaron sus organizadores. Lo dem¨¢s es contradictorio. Para empezar, el c¨®mputo mismo de visitantes. Seg¨²n los organizadores, hab¨ªa m¨¢s de un mill¨®n de personas en el recinto cuando se produjo la tragedia. Pero seg¨²n explic¨® ayer Schmeling, los ferrocarriles de la Deutsche Bahn solo registraron 105.000 viajeros a Duisburgo entre las 9 y las 14 horas del s¨¢bado. La polic¨ªa asegur¨® que el recinto festivo tiene capacidad para 350.000 personas "y no se llen¨® en ning¨²n momento", algo que ha sido corroborado por las fotos a¨¦reas. Las preguntas de los reporteros fueron subiendo de tono seg¨²n las respuestas se iban por las ramas. ?Por qu¨¦ cerrarlo, entonces? Para sorpresa de todos y en actitud defensiva, Schmeling respondi¨® que solo se hab¨ªa cerrado en momentos muy puntuales.
Los testimonios, cada vez m¨¢s abundantes, se?alan lo contrario. El S¨¹ddeutsche Zeitung, por ejemplo, difund¨ªa ayer en Internet una entrevista con una participante que aseguraba que la escalera aludida "era el ¨²nico lugar por el que la gente pod¨ªa escapar" de la aglomeraci¨®n. El t¨²nel "era el ¨²nico acceso" al recinto, que ya "estaba bastante lleno". As¨ª que "la polic¨ªa form¨® una cadena para impedir pasar a la gente". La testigo habla del hacinamiento asfixiante en la rampa de salida del t¨²nel. Hubo un empuj¨®n hacia la escalera lateral de emergencia. "Muchos se hirieron de gravedad intentando quitar la valla de esa escalera; cuando algunos llegaron a los escalones, se quedaron all¨ª en lugar de subir al festival para que pasaran los dem¨¢s". Cuenta la testigo que los visitantes que hab¨ªan logrado salir de la aglomeraci¨®n subiendo por los laterales "se limitaban a filmar y fotografiar" a los de abajo. As¨ª bloqueaban la escapatoria del resto, mientras la situaci¨®n en el embudo de la salida del t¨²nel se agravaba por momentos.
Como demostr¨® la insustancial rueda de prensa de ayer, tanto las autoridades como los organizadores del evento est¨¢n entre la espada y la pared. El recinto festivo tiene 120.000 metros cuadrados. Cientos de miles de visitantes deb¨ªan pasar por el t¨²nel para llegar a una rampa, por la que se ascend¨ªa a la fiesta. En esa rampa se encontraban el ¨²nico acceso y la ¨²nica salida. Por ancho que sea (entre 16 y 20 metros seg¨²n diversas fuentes), obligar a decenas de miles de personas -muchas de ellas bebidas o drogadas- a pasar por un t¨²nel acab¨® convirti¨¦ndolo en una ratonera. Parece evidente que, por mucho que los responsables echaran ayer balones fuera hablando de la escalera de emergencia, hubo graves errores de organizaci¨®n.
La Fiscal¨ªa se incaut¨® ayer de todos los documentos municipales relativos a la Loveparade de este a?o. Tambi¨¦n se llevaron el archivo de la empresa organizadora, Lopavent. En la rueda de prensa de ayer, el portavoz de Lopavent Bj?rn K?llen remiti¨® a los periodistas a la investigaci¨®n en curso de la Fiscal¨ªa. De momento, estas pesquisas por homicidio imprudente se dirigen contra "autor desconocido".
El jefe del sindicato de la polic¨ªa alemana, Rainer Wendt, oriundo de Duisburgo, dijo ayer que "hace un a?o" hab¨ªa advertido a los organizadores sobre las deficiencias del municipio para celebrar una fiesta as¨ª.
Duisburgo es una de las ciudades de la Olla del Ruhr, la enorme aglomeraci¨®n metropolitana en el coraz¨®n de Renania del Norte-Westfalia. Es una localidad industrial de casas bajas y calles m¨¢s bien estrechas. Al que conoce la ciudad, de menos de 500.000 habitantes, le cuesta imaginar c¨®mo pretend¨ªan acoger sin problemas las enormes aglomeraciones de aficionados al tecno, curiosos y turistas que convocan las Loveparade. Algunos, procedentes de las ciudades pr¨®ximas, y otros, como las dos estudiantes espa?olas muertas, de lugares lejanos.
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