Un feliz regalo de aniversario

C¨¦sar Alierta (Zaragoza, 1945) no es un hombre al que le gusten las loas. Suele decir a sus ¨ªntimos que le disgusta incluso que le llamen "presidente", "porque seguro que me van a pedir luego algo". Esa franqueza, tan propia de su militancia ma?a, le ha ayudado a mantenerse durante diez a?os, contra vientos y mareas pol¨ªticas y financieras, al frente de la multinacional espa?ola con m¨¢s clientes en todo el mundo (273 milones) y presencia en 25 pa¨ªses.

Aunque fue aupado a la alta gesti¨®n (Tabacalera) en el primer gobierno de Aznar, supo jugar sus cartas cuando el PSOE venci¨® en las generales de 2004 y varios altos ejecutivos de empresas privatizadas como Repsol o Endesa fueron invitados a marcharse.

En el puro plano de gesti¨®n, Alierta inici¨® su mandato, justo en julio de 2000, con un borr¨®n que nunca se perdon¨®: firmar el cheque por 8.000 millones de euros de las licencias de m¨®vil UMTS en varios pa¨ªses europeos. A partir de es fiasco, se olvid¨® de bancos de inversi¨®n y asesores, y se dej¨® llevar por su intuici¨®n y las cuentas del director financiero. No le ha ido mal. Logr¨® convertir a Telef¨®nica en el operador m¨¢s poderoso de Latinoam¨¦rica, adquiriendo las filiales de la estadounidense BellSouth, y disputando as¨ª el trono continental del mexicano Carlos Slim.

En los negocios no le gustan las aventuras, aunque no le tiembla el pulso a la hora de afrontar cualquier macroperaci¨®n como cuando en octubre de 2005 adquiri¨® O2, la segunda operadora de m¨®vil del Reino Unido, por 26.000 millones de euros.

Consolidada la presencia en Europa, con alianza con Telecom Italia incluida, no dud¨® en entrar en China (Unicom), el mayor mercado del mundo. El resultado es que Telef¨®nica ha cuadruplicado su n¨²mero de clientes en diez a?os y figura entre las cinco mayores operadoras del mundo por capitalizaci¨®n burs¨¢til, habiendo dejado atr¨¢s a gigantes como France T¨¦l¨¦com o Deutsche Telecom.

En el plano del negocio, Telef¨®nica es el antiguo monopolio europeo que mayor cuota de mercado ha mantenido.

La compra de Vivo, y las especiales circunstancias en las que se ha producido, son un buen regalo de aniversario para la d¨¦cada de gesti¨®n de Alierta. Que, adem¨¢s, ha dejado claro que no se jubila.