Gobierno abierto, sociedad libre

C¨¦sar Calder¨®n y Sebasti¨¢n Lorenzo en Open Government (Alg¨®n Editores, 2010) definen gobierno abierto como "una evoluci¨®n de nuestro sistema democr¨¢tico de convivencia y valores basada en el establecimiento de mecanismos para la transparencia de los Gobiernos as¨ª como de espacios permanentes de colaboraci¨®n y participaci¨®n de los ciudadanos". Definici¨®n que encierra un deseo de cambio y una esperanza en que la tecnolog¨ªa nos ayude a mejorar la pol¨ªtica para acercarla a la ciudadan¨ªa -su leg¨ªtima propietaria- facilitando el acceso a los datos e informaci¨®n p¨²blica que manejan los Gobiernos.

Y si buscamos referentes de gobierno abierto, el nombre de Barack Obama suele ser el primero en citarse por el uso realizado de la tecnolog¨ªa en su etapa de candidato y tras su llegada a la Casa Blanca. Sin embargo, y sin restarle m¨¦rito alguno, esta cuesti¨®n tiene un origen anterior en Europa -Directiva 2003/98/CE de 2003- y en Espa?a -Ley 37/2007, de 16 de noviembre, de reutilizaci¨®n de la informaci¨®n del sector p¨²blico-, si bien es cierto que la llegada de Obama la ha colocado en un lugar destacado de muchas agendas.

?Y por qu¨¦ hacer p¨²blica la informaci¨®n que manejan las Administraciones? Creo que se podr¨ªan dar muchas razones, pero voy a centrarme en dos que me parecen muy relevantes: porque sirve para fortalecer nuestra democracia y facilitar que sea m¨¢s participativa, y porque contribuye a generar conocimiento y tecnolog¨ªa que ayudan a crear riqueza y empleo en nuestras ciudades.

Respecto a la primera raz¨®n, la informaci¨®n p¨²blica es un material de todos, que los Gobiernos custodian pero que deben facilitar a la ciudadan¨ªa. No podemos tener una sociedad responsable y comprometida si carece de la informaci¨®n necesaria para juzgar y decidir; como no podemos pedir colaboraci¨®n e implicaci¨®n a quienes est¨¢n privados del acceso a los datos. Tener una democracia m¨¢s vital y sana requiere de m¨¢s transparencia, apertura y capacidad de escucha, y esta es una primera raz¨®n que por s¨ª misma ser¨ªa suficiente para justificar la inversi¨®n de dinero p¨²blico.

En lo que ata?e a los efectos econ¨®micos, la Administraci¨®n tiene la capacidad de apoyar la innovaci¨®n mediante las compras p¨²blicas: si impulsamos procesos modernizadores como este, tenemos la oportunidad de promover soluciones que puedan luego comercializarse en otros mercados. Un buen ejemplo de esto es la Fundaci¨®n CTIC, que desde Gij¨®n acaba de convertirse en socio de referencia de la ONU para promover la apertura de datos p¨²blicos de diferentes Gobiernos del mundo al tiempo que lidera el grupo de e-Government de W3C -consorcio mundial con sede en el MIT que crea los est¨¢ndares de Internet-.

Espa?a tiene en esta materia actores de primer nivel que desarrollan tecnolog¨ªa aqu¨ª para venderla en el mundo y los Gobiernos tenemos que aprovechar esta oportunidad para transformar el sector p¨²blico y hacerlo m¨¢s accesible y participativo. Y no puedo olvidar que construir una sociedad m¨¢s libre y democr¨¢tica exige igualdad de oportunidades en el acceso a estas herramientas y en el conocimiento de su manejo para que sea ¨²til para todos y no solo para una ¨¦lite.

Jos¨¦ Mar¨ªa P¨¦rez es teniente de alcalde de Promoci¨®n Econ¨®mica e Innovaci¨®n del Ayuntamiento de Gij¨®n.