El S¨ªndic pide que no se interrogue a los menores sobre su vida personal
Los jueces y el fiscal tambi¨¦n rechazan el cuestionario que aplica Justicia
"?Alguna persona de tu familia inmediata -padre, madre o hermanos- ha estado alguna vez en prisi¨®n?". "?Alguna vez has intentado herirte: por ejemplo, cortarte, quemarte, etc¨¦tera?". "?Alguna vez has estado tan deprimido o desesperado que has pensado en acabar con tu vida? ?Lo has intentado alguna vez?".
Estas son algunas de las preguntas que contiene el cuestionario que desde hace m¨¢s de dos a?os utiliza el Departamento de Justicia con los j¨®venes acusados de cometer alg¨²n delito. El S¨ªndic de Greuges, Rafael Rib¨®, la fiscal¨ªa y casi todos los jueces de menores y los profesionales que trabajan con ellos consideran que las preguntas afectan a su intimidad y han pedido a Justicia que reconsidere su aplicaci¨®n.
La Generalitat defiende su contenido y razona que solo pretende evaluar el riesgo de reincidencia de los j¨®venes, pero las voces cr¨ªticas recuerdan el principio constitucional de presunci¨®n de inocencia y el derecho a no declarar contra uno mismo. Por eso, los profesionales censuran que sea obligatorio plantear el cuestionario a los chavales -que se pueden negar a responder- y que algunas preguntas den por sentado que han delinquido, cuando en muchas ocasiones ni siquiera han sido juzgado. Entre las cuestiones que se plantean a los j¨®venes figuran algunas de este tipo: "?alguna vez has cometido delitos y no te han descubierto?, ?de qu¨¦ tipo?"; "?qu¨¦ edad ten¨ªas cuando empezaste a cometer delitos?"; "?hab¨ªas tomado alguna sustancia en el momento del delito?".
Vulneraci¨®n de derechos
El cuestionario SAVRY, cuya denominaci¨®n corresponde a las iniciales en ingl¨¦s del manual para la Valoraci¨®n Estructurada del Riesgo de Violencia en J¨®venes, empez¨® como una experiencia piloto en enero de 2006 en un centro de Girona. Ahora est¨¢ extendido por toda Catalu?a, donde hay poco m¨¢s de 300 j¨®venes internos cumpliendo condena y otros 1.500 en r¨¦gimen abierto. Los profesionales de Justicia Juvenil de la Generalitat denunciaron hace m¨¢s de dos a?os la aplicaci¨®n generalizada del cuestionario y llevaron el caso al S¨ªndic de Greuges.
El informe que el pasado 15 de abril emiti¨® esta instituci¨®n es contundente. "Las vulneraciones de derechos que comporta el SAVRY se derivan de su aplicaci¨®n generalizada y autom¨¢tica a todos los menores con independencia de su situaci¨®n concreta y, por tanto, sin tener en cuenta su inter¨¦s concreto", asegura. Rib¨® censura tambi¨¦n que el cuestionario resulte de aplicaci¨®n obligatoria y que no permita a los profesionales elegir la informaci¨®n que consideren relevante para realizar sus informes.El S¨ªndic recomendaba en su informe que Justicia reconsiderase la aplicaci¨®n del cuestionario SAVRY cuando no existiera condena, porque "en la medida en que no hay delito, el riesgo de reincidencia no puede ser valorado".
El impulsor del test es Jordi Sams¨®, director general de Ejecuci¨®n Penal en la Comunidad y de Justicia Juvenil. Anteriormente hab¨ªa sido director general de Seguridad Ciudadana, cuando la ahora consejera de Justicia, Montserrat Tura, lo era de Interior. El pasado 11 de mayo, haciendo caso omiso de la recomendaci¨®n del S¨ªndic, Sams¨® remiti¨® una carta a los profesionales que trabajan con menores, para advertirles de que, pese a las recomendaciones de Rib¨®, no se hab¨ªa producido "ning¨²n cambio o instrucci¨®n diferente por parte de esta direcci¨®n general con relaci¨®n a este tema".
El S¨ªndic recomendaba tambi¨¦n que se revisara la aplicaci¨®n del SAVRY para asegurar el cumplimiento del principio de m¨ªnima intervenci¨®n y que se excluyesen las preguntas obligatorias que afectasen a la intimidad de los menores y sus familias. Tambi¨¦n aconsejaba que se informase al menor de que era libre de responder y del uso que se dar¨ªa a esa informaci¨®n, y que en los estudios que se hiciesen se asegurase que prevalecer¨ªa el inter¨¦s de los afectados.
En el sistema de justicia juvenil de la Generalitat trabajan unos 350 profesionales en asesoramiento a los juzgados de menores y en medio abierto, cuando el joven cumple la pena y queda en libertad vigilada. M¨¢s de un centenar de estos trabajadores enviaron una carta a la consejera Tura el pasado 30 de junio en la que solicitaban que se atendieran las recomendaciones del S¨ªndic. Un mes despu¨¦s todav¨ªa no han recibido respuesta, ni la esperan.
"?Y esto para qu¨¦ lo quiere saber el juez?"
"Lo que no se puede hacer a un joven es dispararle y luego buscar su complicidad". As¨ª se expresa un t¨¦cnico que lleva a?os trabajando en la reinserci¨®n de menores cuando cumplen la pena y que constata la incomodidad que supone preguntarle a un menor por su intimidad y despu¨¦s buscar su colaboraci¨®n para que no vuelva a delinquir.
Y es que entre las preguntas que plantea el SAVRY figuran otras del tipo "?alguna vez causaste heridas de importancia a alguien en la escuela?" o "?han tenido tus amigos alg¨²n problema con la polic¨ªa a causa del alcohol o las drogas por alg¨²n comportamiento delictivo?".
Otra educadora que realiza informes previos al juicio explica que parte de los j¨®venes se niegan a responder y que, en ocasiones, se molestan por el interrogatorio. "?Y esto para qu¨¦ lo quiere saber el juez?", han espetado en alguna ocasi¨®n. "Si ya es dif¨ªcil preguntarles sobre su vida la primera vez que han de ir a juicio, la cosa se complica si se entra en estas cuestiones personales", asegura esa profesional.
Ramon Mari?osa, titular del Juzgado de Menores n¨²mero 4 de Barcelona, se muestra menos cr¨ªtico con el SAVRY que la mayor¨ªa de sus colegas. Admite que el cuestionario puede vulnerar la intimidad de los j¨®venes, pero lo considera un mal menor. "Lo importante son las conclusiones, no el m¨¦todo empleado", concluye.
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