La modernizaci¨®n de Rusia: ?un fraude?
Las autoridades rusas fingen estar innovando su econom¨ªa con el fin de obtener dinero y tecnolog¨ªas de Occidente y continuar la expansi¨®n energ¨¦tica en Europa. A la UE le interesa el gas ruso y su apoyo en Ir¨¢n
Durante su ¨²ltimo viaje a Estados Unidos en junio, el presidente ruso mostr¨® al mundo que su pa¨ªs est¨¢ abierto a las innovaciones e inversiones de Occidente para modernizar su econom¨ªa. ?l mismo se mantiene al d¨ªa de los avances tecnol¨®gicos: Dmitri Medv¨¦dev se reuni¨® con los expertos m¨¢s innovadores del sector de las tecnolog¨ªas de vanguardia en Silicon Valley, adquiri¨® el ¨²ltimo modelo de iPhone y cre¨® una cuenta en Twitter. En casa, tiene el proyecto de construir la versi¨®n rusa del valle californiano en la ciudad de Skolkovo, en la regi¨®n de Mosc¨².
En 2009, el presidente Medv¨¦dev anunci¨® que iba a modernizar Rusia. Critic¨® con firmeza la "econom¨ªa primitiva basada en las materias primas, la corrupci¨®n cr¨®nica y las actitudes paternalistas" de los ciudadanos rusos y proclam¨® cinco prioridades para lograr su objetivo: eficiencia energ¨¦tica, desarrollo de tecnolog¨ªas nucleares, de la informaci¨®n y de la navegaci¨®n espacial y modernizaci¨®n de los equipamientos m¨¦dicos y la industria farmac¨¦utica.
Casi uno de cada dos rusos cree que su pa¨ªs ya es una democracia o est¨¢ camino de convertirse en ella
Sin cambios econ¨®micos y pol¨ªticos, el plan de Medv¨¦dev es tan ut¨®pico como 'La citt¨¤ del Sole'
El propio presidente fomenta el debate p¨²blico sobre la modernizaci¨®n rusa. Los partidos pol¨ªticos han elaborado sus respectivas visiones: una modernizaci¨®n liberal o una modernizaci¨®n socialista. Los ciudadanos han enviado cartas al Kremlin con sus propuestas, y el presidente ha citado algunas de ellas en sus discursos.
La ret¨®rica modernizadora de Medv¨¦dev es una reacci¨®n apropiada ante el estado actual del pa¨ªs. La econom¨ªa rusa depende enormemente de los ingresos de las exportaciones de energ¨ªa. Los niveles de corrupci¨®n visibles han aumentado sin cesar desde 2001, y en 2009 Rusia ocup¨® el puesto 146 en la clasificaci¨®n de Transparency International, junto a Timor Oriental, Sierra Leona, Zimbabue y su vecino postsovi¨¦tico Ucrania. A pesar de la represi¨®n policial, las manifestaciones masivas son cada vez m¨¢s frecuentes en las 11 zonas horarias del pa¨ªs, desde Kaliningrado hasta Vladivostok. La situaci¨®n en el norte del C¨¢ucaso es m¨¢s problem¨¢tica que nunca, con atentados terroristas frecuentes en la zona, pero que adem¨¢s se est¨¢n extendiendo a Mosc¨² y San Petersburgo. Desastres causados por el ser humano como la explosi¨®n del a?o pasado en la mayor central hidroel¨¦ctrica de Rusia han costado docenas de vidas, por no hablar de las consecuencias que van a derivarse de los terribles incendios que han asolado el pa¨ªs en estos ¨²ltimos d¨ªas.
Pese a las s¨®lidas razones para llevar a cabo la modernizaci¨®n, los observadores de Rusia ven con escepticismo la sinceridad de las intenciones del presidente. La modernizaci¨®n se quedar¨¢ seguramente en palabras, y sirve para ocultar que la clase dirigente prefiere el statu quo.
El plan del Kremlin adopta un enfoque restrictivo: solo se limita al progreso tecnol¨®gico. La ¨¦lite rusa quiere adaptarse a las nuevas realidades, incluidas las que derivan de la crisis econ¨®mica y del previsible declive de la energ¨ªa convencional, sin instigar un cambio interno sustancial. "No habr¨¢ prisa ni precipitaci¨®n en la reforma pol¨ªtica", ha dicho el presidente. Por el contrario, la clase dirigente habla de cambios bastante superficiales en la forma de gobernar. En opini¨®n del presidente, a trav¨¦s de las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n ser¨¢ posible introducir m¨¢s libertades democr¨¢ticas. Para respaldar su argumento, suele mencionar varias econom¨ªas asi¨¢ticas como China y Singapur como ejemplos de modernizaci¨®n sin liberalizaci¨®n pol¨ªtica.
Esa modernizaci¨®n autoritaria ha encontrado apoyo entre la ¨¦lite y en grandes sectores de la sociedad rusa. Un sondeo nacional llevado a cabo en 2010 muestra que casi la mitad de la poblaci¨®n rusa cree que su pa¨ªs avanza en la direcci¨®n adecuada, y lo cree desde que Vlad¨ªmir Putin lleg¨® a la presidencia en 2000. Casi uno de cada dos rusos cree que su pa¨ªs ya es una democracia o est¨¢ camino de convertirse en ella. El mantenimiento de la estabilidad lograda por el Gobierno de Putin es el principal argumento para hacer una modernizaci¨®n tecnol¨®gica sin cambio pol¨ªtico. En la sociedad rusa existe un miedo a la "democracia mala" que se experiment¨® a principios de los noventa, cuando el pa¨ªs, gobernado por los oligarcas, se hundi¨® en el caos y la inestabilidad y perdi¨® los beneficios logrados en los 10 a?os anteriores de exportaciones energ¨¦ticas. Para la ¨¦lite pol¨ªtica, conservar el statu quo significa conservar su poder. El primer ministro Putin no ha descartado presentarse como candidato a las elecciones presidenciales de 2012.
?No ser¨ªa la modernizaci¨®n de Rusia sin democratizaci¨®n un gran fraude? Varios pensadores independientes y los miembros de la oposici¨®n democr¨¢tica rusa creen que la modernizaci¨®n sin democratizaci¨®n no es posible. El principal argumento es que la "democracia controlada en exceso" de Putin y Medv¨¦dev carece de un verdadero programa de modernizaci¨®n. La burocracia rusa es corrupta e ineficiente. A los Siloviki, los antiguos agentes de seguridad omnipresentes en la clase pol¨ªtica rusa, les interesa conservar el statu quo que les ha permitido acumular poder pol¨ªtico y econ¨®mico. El partido dominante, Rusia Unida (el partido de Putin), no sirve m¨¢s que de fachada de una pol¨ªtica tremendamente personalizada.
Los cr¨ªticos alegan que la modernizaci¨®n autoritaria tuvo ¨¦xito solo como transici¨®n de las sociedades agrarias a las industriales, pero que, para llevar a cabo la modernizaci¨®n posindustrial, son necesarias la energ¨ªa creativa y la iniciativa de los ciudadanos. Es necesaria una clase ciudadana dispuesta a modernizar. Incluso un think tank frecuentado por Medv¨¦dev afirma que en la Rusia del siglo XXI es necesaria una democracia moderna para que tenga ¨¦xito un proyecto de modernizaci¨®n.
Sin cambios econ¨®micos y pol¨ªticos, el plan del presidente es tan ut¨®pico como La citt¨¤ del Sole. La ciudad cient¨ªfica de Skolkovo corre el peligro de convertirse en ciencia ficci¨®n, otra aldea Potemkin. El dinero p¨²blico podr¨ªa desaparecer en los bolsillos de gobernadores corruptos. El contraste entre el proverbio ruso que dice que "las carreteras y los idiotas" son dos problemas nacionales y los economistas rusos que calculan que las carreteras de su pa¨ªs son las m¨¢s caras del mundo no ha pasado inadvertido para los analistas.
Los especialistas dicen que el parip¨¦ de poli bueno-poli malo entre el progresista presidente Medv¨¦dev y el conservador primer ministro Putin no es m¨¢s que estrategia en las relaciones p¨²blicas del r¨¦gimen. El equipo particular de Medv¨¦dev existe sobre todo en la imaginaci¨®n de los expertos. Hay pocos indicios de aut¨¦nticas discrepancias entre los dos l¨ªderes. A pesar de sus cr¨ªticas, Medv¨¦dev elogia la democracia "multipartidista" y las elecciones bien organizadas de Rusia, y no ve la necesidad de que los gobernadores regionales, que cada vez m¨¢s son nombrados directamente por el Kremlin, sean cargos electos. Aunque el consejo presidencial sobre instituciones de la sociedad civil y derechos humanos es uno de los m¨¢s activos, las oscilaciones entre las presiones selectivas y el apoyo a las ONG contin¨²an.
Es evidente que los responsables pol¨ªticos europeos son conscientes de este problema, pero, aun as¨ª, parecen haberse tragado la palabrer¨ªa rusa sobre la modernizaci¨®n. El acuerdo firmado entre la Uni¨®n Europea y Rusia en junio repiti¨® en gran medida las l¨ªneas del enfoque restrictivo de la modernizaci¨®n que predomina en la clase dirigente rusa. La mejora del di¨¢logo con la sociedad civil para fomentar la participaci¨®n de las personas y las empresas es la ¨²nica ¨¢rea prioritaria relacionada con la democracia participativa que se menciona. En realidad, el di¨¢logo solo implicar¨¢ a una parte de la sociedad civil rusa que depende del Estado. El Comit¨¦ Econ¨®mico y Social Europeo, un organismo de la sociedad civil dentro de la UE, trata exclusivamente con la C¨¢mara Civil creada por Putin.
En el mejor de los casos, tanto la UE como Rusia fingen. Las autoridades rusas fingen estar modernizando su pa¨ªs para obtener dinero y tecnolog¨ªas de Occidente y continuar su expansi¨®n energ¨¦tica en los mercados europeos. La UE finge creer a Mosc¨² porque Europa necesita su apoyo en asuntos internacionales, como Ir¨¢n y la seguridad energ¨¦tica. En el peor de los casos, la UE pagar¨¢ a Rusia para que se modernice y Rusia, como demuestran sus acuerdos sobre el gas con Bielorrusia y Ucrania, seguir¨¢ pagando a los pa¨ªses del entorno que comparte con la UE para mantener detenida su modernizaci¨®n.
Natalia Shapovalova es investigadora de la Fundaci¨®n para las Relaciones Internacionales y el Di¨¢logo Exterior (FRIDE). Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
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