Una tromba de agua provoca tres muertos en dos pueblos de C¨®rdoba
Las intensas lluvias sorprendieron a la Junta, que esperaba una tormenta seca
Las colosales precipitaciones que cayeron la noche del lunes en el interior de Andaluc¨ªa y que convirtieron las calles de varias poblaciones en aut¨¦nticos r¨ªos fueron la causa de tres fallecimientos en dos municipios de C¨®rdoba.
La tormenta no era algo inesperado; su virulencia, s¨ª. "Hab¨ªa m¨¢s riesgos por incendio que por agua", sostuvo ayer el presidente de la Junta de Andaluc¨ªa, Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, durante una visita a la zona afectada, en un intento de explicar lo sucedido a los vecinos. La tormenta se esperaba "seca" y todos los dispositivos estaban alerta para intentar atajar los fuegos que podr¨ªan crear los rayos. Pero, aunque se previeran fuertes precipitaciones nada ni nadie podr¨ªa haber hecho frente a los 216 litros por metro cuadrado que, seg¨²n la Agencia Estatal de Meteorolog¨ªa (Aemet), cayeron en la noche del lunes sobre Aguilar de la Frontera o los 135 en Bujalance, entre otras poblaciones afectadas, casi todas en C¨®rdoba.
Las precipitaciones llegaron hasta los 216 litros por metro cuadrado
En Bujalance, Juan Luis Palacios, de 36 a?os, muri¨® aplastado por un muro cuando hab¨ªa salido de su casa para intentar salvar a los animales de su corral de las lluvias. "Mi hijo sali¨® un momento al patio para quitar la rejilla del desag¨¹e e intentar que entrase m¨¢s agua, porque se estaba inundando. Entonces intent¨® sacar dos patitos que le hab¨ªa regalado a mi nieto y justo en ese momento se le cay¨® el muro en lo alto", recordaba ayer rodeado de fango y cascotes el padre del fallecido, Juan Palacios, de 72 a?os.
En Aguilar de la Frontera (C¨®rdoba), una mujer de 56 a?os y un hombre de 29 murieron despu¨¦s de que la corriente se llevara el todoterreno en el que viajaban. El conductor del veh¨ªculo, de 31 a?os, qued¨® herido leve.
En la ma?ana de ayer, parec¨ªa que alguien hubiese jugado a los bolos con los coches. Numerosos veh¨ªculos se apelotonaban unos encima de otros, mezclados con barro, maleza y basura arrastrados por el agua. "Era incre¨ªble. Pasaban por la avenida como barcos de papel", recordaba un vecino, cubierto de barro, que segu¨ªa sacando el agua a cubetazos de su casa.
"Comenz¨® a llover fuerte hacia las diez y media de la noche", recordaba Carmen R¨ªos. "La gente se agarraba a las rejas, pidiendo auxilio. Pero no pod¨ªamos hacer nada, era como un mar con olas enormes".
A favor del desastre jugaron dos factores: la orograf¨ªa de la localidad y las obras de acondicionamiento de la traves¨ªa urbana de la N-331. El agua corri¨® hac¨ªa la zona conocida como El Tejar por las callejas de la poblaci¨®n hasta anegar la zona. Las zanjas abiertas dentro del plan de obras de la carretera acabaron ayer repletas de fango y con varios veh¨ªculos incrustados en ellas. Seg¨²n Gri?¨¢n, las obras contribuyeron a que se desplazara una mayor cantidad de lodo con el agua, pero no se las puede relacionar con la cat¨¢strofe.
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