"Llevaba el verde en la sangre"

Familiar y con vocaci¨®n de servicio p¨²blico, el capit¨¢n albacete?o Jos¨¦ Mar¨ªa Galera C¨®rdoba, de 33 a?os, so?aba desde ni?o con pertenecer a la Guardia Civil. Al cuerpo sirvieron su abuelo y su padre, teniente coronel, de 64 a?os, hoy en la reserva por enfermedad, y al cuerpo sirve su hermano mayor. "Llevaba el verde en la sangre", apunta uno de sus primos.

Casado y sin hijos, Galera ingres¨® en el instituto armado en 2000. Tras su paso por Requena (Valencia), pidi¨® el traslado voluntario a la Unidad de Acci¨®n R¨¢pida, un grupo especializado en la lucha antiterrorista con sede en Logro?o, que opera en Euskadi y Navarra. En marzo emprendi¨® el viaje a Afganist¨¢n para transmitir su experiencia sobre la lucha antiterrorista a los aspirantes a polic¨ªa en la base de Qala-i-Naw, donde fue tiroteado, y donde fue relevado recientemente su hermano guardia civil.

El capit¨¢n combinaba su "pasi¨®n" por el cuerpo -que le vali¨® dos cruces al m¨¦rito del instituto armado y una medalla de la OTAN- con la nataci¨®n y el baloncesto, que practicaba con sus primos en la localidad albacete?a de Tarazona de la Mancha. El Madrid boys, como se llama su equipo, en alusi¨®n a la procedencia de sus integrantes, consigui¨® varios triunfos en competiciones locales. "Eran muy buenos, especialmente Jos¨¦, que med¨ªa 1,90 metros", recuerda emocionado uno de sus amigos de la infancia, que define al agente como una persona "muy profesional y un pel¨ªn reservado sobre su trabajo, especialmente por lo que se refer¨ªa a la lucha antiterrorista y su paso por el Pa¨ªs Vasco". "Era muy querido, ten¨ªa muchos amigos en el pueblo", apunta el alcalde de la localidad, que ayer decret¨® tres d¨ªas de luto.

En Tarazona, de donde es originaria Georgina, su madre, profesora de primaria, y tambi¨¦n residen sus abuelos y t¨ªos, recordaban con cari?o la boda del capit¨¢n. Ataviado con el traje de gala del instituto armado, contrajo matrimonio en marzo con su novia ucraniana, a la que conoci¨® en el Pa¨ªs Vasco. "En el pueblo no est¨¢bamos acostumbrados a esas emociones tan fuertes", explicaba un vecino. Los amigos de la infancia coinciden en definir a aquel chico de complexi¨®n atl¨¦tica, afable en el trato y al que gustaba charlar cada verano con los vecinos de Tarazona, como un hombre bueno.