Un h¨¦roe cercado
Las investigaciones y las sospechas de dopaje en torno a Lance Armstrong pueden da?ar seriamente una ingente actividad filantr¨®pica destinada a la lucha contra el c¨¢ncer
Si Lance Armstrong pensaba que iba a ser su verano, se equivoc¨®. Y eso que ten¨ªa razones para ser optimista. Los patrocinadores no le faltaban para su equipo, mientras se preparaba a conciencia para el Tour de Francia. Hasta que el fantasma del dopaje volvi¨® a amenazar la brillante carrera del ciclista y, lo que es peor, enturbiar su imagen como atleta y da?ar su gran obra benefactora. Y en ese caso, los afectados son terceras personas.
El ataque comenz¨® en mayo, con acusaciones directas a la vena de su antiguo compa?ero de equipo Floyd Landis. B¨¢sicamente vino a decir que la estrella del ciclismo estadounidense iba dopado las siete veces que acab¨® el Tour en los Campos El¨ªseos con el maillot amarillo. Es decir, enga?¨®. Es algo que siempre neg¨® el acusado, que para defenderse se remiti¨® al hecho de que las pruebas de los organizadores nunca dieran positivo.
Su fundaci¨®n Livestrong es una m¨¢quina de recaudaci¨®n en el ¨¢mbito de la filantrop¨ªa, con 50 millones en 2009
Las dudas sobre el rendimiento de Armstrong, superviviente de un c¨¢ncer testicular, no son nuevas. Pero su caso acaba de dar un giro que puede convertirse en una verdadera pesadilla. Jeff Novitzky, el agente especial de la Agencia Alimentaria y del Medicamento en EE UU que prob¨® que la velocista Marion Jones ganaba porque consum¨ªa sustancias il¨ªcitas, est¨¢ indagando ya en las alegaciones de Landis. Le conocen como el steroid cop .
Novitzky lidera desde hace semanas una investigaci¨®n, buscando pruebas con las que apoyar su caso y entrevistando a cualquier persona que est¨¦ relacionada con el equipo, desde su m¨¦dico y entrenador, pasando por sus antiguos patrocinadores, como US Portal Service, y los que le siguen apoyando financieramente, como la marca de indumentaria deportiva Nike y las bicicletas Trek, hasta por sus propios compa?eros de equipo.
El investigador es conocido por ser muy meticuloso en su trabajo y muy creativo en sus t¨¢cticas a la hora de sacar a la luz las cosas que est¨¢n m¨¢s escondidas. Fue ¨¦l quien destron¨® al rey del b¨¦isbol Barry Bonds. Pero se le acusa tambi¨¦n de fabricar pruebas y de intimidar a los testigos, y algunos magistrados incluso cuestionan la manera en la que lleva adelante sus investigaciones.
El problema para Lance Armstrong es que, a pesar de las cr¨ªticas, Jeff Novitzky acaba sali¨¦ndose con la suya. El ciclista ya ha dicho, por boca de terceras personas, que participar¨¢ en cualquier investigaci¨®n que sea "leg¨ªtima", que no sea una "caza de brujas". Dicho de otra manera, no est¨¢ dispuesto a llegar a un pacto que conlleve una admisi¨®n que le implique en un fraude.
A la espera del resultado final, lo que muchos se preguntan es si el caso puede acabar da?ando su imagen p¨²blica. Imagen que es el motor de su multimillonaria obra benefactora contra el c¨¢ncer. El 10 de septiembre participar¨¢ en un macroevento retransmitido por las cuatro grandes cadenas en EE UU. Tambi¨¦n estar¨¢n celebridades como Robin Roberts, Maura Tierney, Christina Applegate, Kareen Abdul-Jabbar, Michael Hall o Elizabeth Edwards, tocados de alguna manera en sus vidas por la enfermedad.
Gracias a esta iniciativa, lanzada hace dos a?os, se consigui¨® destinar 100 millones de d¨®lares a investigar tratamientos para combatir el c¨¢ncer y sensibilizar al p¨²blico. Y su fundaci¨®n Livestrong es una m¨¢quina de recaudaci¨®n, capaz de desafiar el impacto de la recesi¨®n en el ¨¢mbito de la filantrop¨ªa, con 50 millones ingresados solamente en 2009. Fue, de hecho, su mejor a?o, que coincidi¨® con su retorno al circuito.
La acusaci¨®n de Landis y la posterior investigaci¨®n de Novitzky no parecen estar mermando a¨²n las donaciones. Pero, como se?alaba d¨ªas atr¨¢s The New York Times en un amplio reportaje, no faltan ejemplos de deportistas cuyos logros se vieron enturbiados por acusaciones de enga?o o una conducta indecente. El m¨¢s reciente, el del golfista Tiger Woods, que por sus excesos sexuales acab¨® perdiendo a generosos patrocinadores y fans.
El caso de Armstrong, sin embargo, es mucho m¨¢s complejo, porque el ciclista es una especie de h¨¦roe para los enfermos de c¨¢ncer, un s¨ªmbolo de superaci¨®n y supervivencia. Y el mejor ejemplo en este sentido fue el tercer lugar en el Tour del a?o pasado. Es m¨¢s, de la cantidad que Livestrong recaud¨® en el pasado ejercicio, m¨¢s del 60% fue destinada a enfermos de c¨¢ncer.
Su figura est¨¢ por encima de la competici¨®n. La altura relativa de Lance Armstrong comparada con el seguimiento que tiene el ciclismo en todo el mundo es, quiz¨¢, la m¨¢s alta de las alcanzadas por cualquier deportista en la historia reciente. Hay solo una excepci¨®n en este sentido, la de Tiger Woods. ?Pero acabar¨¢n todas estas acusaciones convirtiendo a Armstrong en el Woods del mundo del ciclismo? Muchos esperan que no.
Doug Ulman, consejero delegado de Livestrong, admite en una entrevista con el rotativo neoyorquino que hay "demasiados puntos de incertidumbre". Y eso es lo que m¨¢s frustraci¨®n crea en el entorno de Armstrong, porque podr¨ªa minar todo lo que ha construido desde 1997 para romper el estigma que rodea al c¨¢ncer y movilizar al p¨²blico hacia la causa de su popular brazalete de pl¨¢stico, de los que se han distribuido 70 millones junto a Nike.
La Lance Armstrong Foundation se?ala adem¨¢s que por primera vez los costes de producci¨®n del Livestrong Challenge est¨¢n siendo cubiertos al 100% por los patrocinadores. Sin embargo, la percepci¨®n p¨²blica podr¨ªa estar empezando a cambiar, seg¨²n la firma The Marketing Arm. La puntuaci¨®n del ciclista en el ¨ªndice de celebridades de la firma empez¨® a bajar en agosto, justo despu¨¦s de que Landis hiciera sus acusaciones. Aunque tambi¨¦n puede estar vinculado a su puesto 23 en el Tour.
El ciclista, cuyos ingresos personales se estiman en unos 20 millones de d¨®lares, seg¨²n WageIndicator Foundation, no da entrevistas. Sus abogados, que cuestionan la necesidad de que las autoridades federales est¨¦n usando el dinero del contribuyente en vano, no le dejan hablar. Tan solo se limit¨® a negar la mayor en el ¨²ltimo Tour de Francia, "y as¨ª lo seguir¨¦ haciendo mientras viva". Lo que est¨¢ ahora por ver es si la entrada de Novitzky en escena supone un cambio en la suerte del ciclista y acaba siendo acusado formalmente.
Travis Tygart, responsable de la Agencia Antidoping en EE UU, no entra a valorar la situaci¨®n de Lance Armstrong. Pero s¨ª afirma que sin agentes como Jeff Novitzky, "la promesa del deporte fallar¨¢ a nuestros ni?os". Dicho en otras palabras: el deporte es visto como f¨¢brica del estilo de vida americano. "Nos ense?a a todos que la dedicaci¨®n, el car¨¢cter, el trabajo duro y el juego limpio permiten alcanzar objetivos", dice.
Por eso Tygart insiste en que los reguladores no van a aceptar ning¨²n tipo de fraude. "Si no lo toleramos en el mundo acad¨¦mico, de los negocios o de las instituciones, ?por qu¨¦ lo vamos a hacer en el deporte?", remacha. El Tour de este a?o ha sido el ¨²ltimo para Armstrong. Pero, como se?alan desde la Asociaci¨®n del C¨¢ncer en EE UU, su historia personal est¨¢ por encima de cualquier reproche profesional. Y Landis, despu¨¦s de todo, tambi¨¦n minti¨®, y eso le priv¨® del maillot amarillo en 2006.
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