Comer a la carta por prescripci¨®n m¨¦dica
La nutrici¨®n ofrece cada vez m¨¢s herramientas para tener buena salud, pero es pronto para medir su efecto - Mientras la ciencia avanza, la mejor es la dieta de siempre: poco, bueno y variado
La consigna est¨¢ clara: dieta sana y equilibrada para gozar de una buena salud. Pero, adem¨¢s, la nutrici¨®n ofrece cada vez m¨¢s herramientas (gen¨¦tica, alimentos funcionales, an¨¢lisis) para lograrlo mientras se abona el terreno para el debate porque no todo vale a la hora de sentarse a comer. Lo complicado es saber qu¨¦ necesita cada uno y qu¨¦ direcci¨®n tomar en el laber¨ªntico camino de la alimentaci¨®n. Los especialistas hablan de una nutrici¨®n a la carta, hecha a la medida de cada persona y que incluso pueda prevenir enfermedades.
Cada vez se detectan m¨¢s intolerancias y alergias a los alimentos, y las webs ofrecen dietas y an¨¢lisis que se presentan como la panacea para detectar componentes perjudiciales para el organismo. Adem¨¢s, hacer la compra se ha convertido en una tarea tit¨¢nica cuando se busca la leche de siempre entre las que tienen isoflavonas, omega 3, soja, no tienen lactosa o est¨¢n enriquecidas con calcio, porque proliferan los productos que se venden como si fueran una medicina.
Hay pacientes que combinan medicina con alimentos funcionales
Ni siquiera a todas las poblaciones les va bien la comida mediterr¨¢nea
Las alergias a alimentos copan el 10% de las consultas a especialistas
Las pruebas gen¨¦ticas son caras y no est¨¢n a¨²n al alcance de todos
El objetivo es optimizar la salud. Los alimentos funcionales, aquellos que van m¨¢s all¨¢ de su valor nutricional y llevan composiciones para adelgazar, reducir el colesterol o reforzar las defensas, est¨¢n a la orden del d¨ªa porque ayudan a minimizar los riesgos de enfermedades como las cardiovasculares o las hipercolesterolemias. Estos productos tienen que estar regulados por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
Los especialistas hablan de la nutrici¨®n personalizada como el futuro para tratar y prevenir la aparici¨®n de enfermedades. La gen¨¦tica est¨¢ en el discurso de nutricionistas, endocrinos y alerg¨®logos como la base que permitir¨¢ individualizar la dieta y los nutrientes que necesita cada persona en funci¨®n de sus genes. "Las instituciones han venido funcionando con gu¨ªas alimentarias, es decir, recomendaciones de nutrici¨®n b¨¢sica para la poblaci¨®n, pero hay que dar un paso m¨¢s hacia la nutrici¨®n personalizada. Cada persona tiene su propia historia individual, m¨¦dica y ambiental. Esto obliga a que, seg¨²n unos criterios gen¨¦ticos, cada persona reciba una alimentaci¨®n espec¨ªfica", explica Alfredo Mart¨ªnez, catedr¨¢tico de Nutrici¨®n de la Universidad de Navarra y coordinador del Congreso Internacional de la Sociedad de Nutrigen¨¦tica y Nutrigen¨®mica (ISNN), que se celebrar¨¢ en noviembre en Pamplona.
Esta visi¨®n es demasiado optimista para Susana Monereo, endocrin¨®loga del Hospital de Getafe (Madrid). La especialista no duda de que habr¨¢ un d¨ªa en que un an¨¢lisis gen¨¦tico permitir¨¢ saber lo que es malo para cada uno, pero cree que esa ciencia todav¨ªa est¨¢ "en pa?ales". "El que m¨¢s ha trabajado sobre esto es el espa?ol Jos¨¦ Mar¨ªa Ordov¨¢s, que ha descubierto, por ejemplo, que hay grupos a los que la dieta mediterr¨¢nea no les va tan bien".
Otra cosa son las alergias y las intolerancias, que se convierten en unos marcadores diferenciales que hacen que la alimentaci¨®n de unos y otros sea diferente. Detectarlas est¨¢ permitiendo que las personas mejoren su salud. Suponen casi el 10% de las consultas de alergolog¨ªa en Espa?a. Las alergias son reacciones adversas a alg¨²n componente de los alimentos (una prote¨ªna, un ¨¢cido graso). El al¨¦rgeno provoca una serie de reacciones en cadena en el sistema inmunol¨®gico, entre ellas la producci¨®n de anticuerpos inmunoglobulinas IgE que se traducen en reacciones inmediatas que causan da?o o inflamaci¨®n y se manifiestan en la piel.
En cambio, la intolerancia alimentaria afecta al metabolismo pero no al sistema inmunol¨®gico y tiene una base gen¨¦tica. La intolerancia a la lactosa que sufre un 15% de la poblaci¨®n espa?ola, es la m¨¢s frecuente.
Seg¨²n la Cl¨ªnica Universitaria de Navarra cada vez se ven m¨¢s personas que est¨¢n sensibilizadas a m¨²ltiples grupos de alimentos vegetales. "Las dudas que surgen en estos casos es qu¨¦ alimentos pueden comer con seguridad y cu¨¢les hay que evitar. Una restricci¨®n amplia puede plantear dudas sobre el valor nutricional de la dieta y la posibilidad de que aparezcan deficiencias vitam¨ªnicas", se?alan fuentes m¨¦dicas. La mayor¨ªa de las veces es dif¨ªcil conocer cu¨¢l de los alimentos es el causante una reacci¨®n al¨¦rgica, en ni?os lo m¨¢s habitual es el huevo, la leche o el pescado. Los alerg¨®logos de la Cl¨ªnica Universitaria de Navarra est¨¢n utilizando, adem¨¢s de las pruebas cut¨¢neas habituales, un an¨¢lisis gen¨¦tico para medir las inmunoglobulinas IgE. "Son microchips con una superficie s¨®lida a la cual se unen una serie de fragmentos de ADN. Con la base del genoma se pueden ver las mutaciones gen¨¦ticas que hacen que las personas utilicen de forma diferente los nutrientes", explica Alfredo Mart¨ªnez. Estas pruebas gen¨¦ticas son costosas y no est¨¢n a¨²n al alcance de todos los pacientes, pero la fiabilidad es muy alta.
Entre las alergias de tipo IgE (inmediatas) y las intolerancias est¨¢n otra serie de alergias dif¨ªciles de clasificar, que se encuentran en una especie de limbo y que traen de cabeza a m¨¦dicos y pacientes pero que est¨¢n permitiendo saber m¨¢s sobre las enfermedades. Son anticuerpos de inmunoglobulinas IgG, reacciones inmunol¨®gicas tambi¨¦n pero de efecto retardado, ya que se pueden manifestar hasta 72 horas despu¨¦s de consumir al¨¦rgenos. Muchas personas que reciben los resultados negativos de IgE (alergia instant¨¢nea), pueden tener niveles altos de alergias IgG, sin sospechar la gravedad del problema. Los s¨ªntomas de estas alergias retardadas aparecen sin causa obvia y pueden ser f¨ªsicos, as¨ª como psicol¨®gicos y neurol¨®gicos.
George Mouton es un m¨¦dico funcional belga experto en este tipo de alergias alimentarias. Viaja dos veces al mes a Madrid para pasar consulta en un centro de homeopat¨ªa y otros dos d¨ªas atiende en el Hale Clinic de Londres. Mouton cree que cada persona necesita una nutrici¨®n personalizada "porque las mismas dietas no sirven para todas las personas". A su consulta llegan muchos pacientes con problemas digestivos a quienes les ha salido negativo en las pruebas de intolerancia y alergias pero, sin embargo, tienen anticuerpos de IgG. Seg¨²n explica, estos pacientes mejoran cuando se les quita temporalmente los l¨¢cteos y luego los consumen en peque?as cantidades. "La medicina funcional se preocupa justo de estos pacientes que no parecen sufrir una alergia o intolerancia porque les ha salido negativo el diagn¨®stico, pero no se encuentran bien y tienen disfunciones complicadas de detectar", explica este m¨¦dico de familia, que lleva 12 a?os combinando la medicina tradicional con la funcional.
Cada vez se relacionan m¨¢s las alergias e intolerancias alimentarias con ciertas enfermedades autoinmunes, donde el organismo arremete contra sus propios tejidos (como la artritis reumatoide, la esclerosis lateral amiotr¨®fica o la enfermedad de Crohn). Los pacientes entonces optan por combinar los tratamientos m¨¦dicos tradicionales con la medicina funcional. Esta combinaci¨®n de tratamientos est¨¢ m¨¢s extendida en Europa y se empieza a ver en Espa?a.
Es el caso de una ni?a de 11 a?os a la que en marzo le diagnosticaron una artritis reumatoide. Sus padres, tras consultar con numerosos especialistas, decidieron combinar el tratamiento con medicina tradicional y funcional. El Hospital Ni?o Jes¨²s de Madrid le suministra un medicamento llamado metotrexato, pero a la vez esta paciente acude a un m¨¦dico funcional para seguir un tratamiento a base de oligoelementos (hierro, cobre, yodo, manganeso, selenio, zinc, entre otros). "Tras un an¨¢lisis le detectaron alergias al huevo, la leche animal y el gluten. Desde que dej¨® de tomar estos alimentos, de momento por un tiempo, se encuentra mucho mejor. Creo que ha sido interesante combinar los dos tratamientos", explica su madre.
Los an¨¢lisis sobre alergias se presentan como una herramienta m¨¢s para personalizar la alimentaci¨®n y mejorar la salud. La gente se cuestiona si funcionan realmente o si sirven para adelgazar. ?Qu¨¦ est¨¢ pasando con el Alcat, uno de los test m¨¢s conocidos, que dice medir la tolerancia a un centenar de nutrientes? La controversia en torno a este tipo de an¨¢lisis est¨¢ disparada. Muchos m¨¦dicos lo critican alegando que no existen datos cient¨ªficos que avalen su eficacia a medio y largo plazo. "Seg¨²n las sociedades cient¨ªficas a nivel mundial, este tipo de an¨¢lisis no es v¨¢lido y mucho menos para dietas de adelgazar, como mucha gente cree", se?ala Joaqu¨ªn Sastre, jefe del servicio de Alergolog¨ªa de la Fundaci¨®n Jimenez D¨ªaz de Madrid.
La mayor¨ªa de los especialistas consultados dudan de la eficacia del Alcat. "Este tipo de test es m¨¢s bien comercial, han hecho muy buen marketing y est¨¢ en boca de todo el mundo. Quiz¨¢ resuelva alg¨²n caso pero otros muchos no. No es la panacea, desde luego", coincide Amelia Mart¨ª, profesora e investigadora en obesidad en el Departamento de Ciencias de la Alimentaci¨®n, Fisiolog¨ªa y Toxicolog¨ªa de la Universidad de Navarra.
Entre los defensores del Alcat est¨¢ Gloria Aldaz. Esta mujer de 50 a?os decidi¨® hace nueve a?os hacerse la prueba porque hacia muy malas digestiones y quer¨ªa perder peso. "Decid¨ª probarlo porque mucha gente me hab¨ªa hablado y me anim¨¦. Me salieron intolerancias altas a las aceitunas y el aceite, la leche de vaca, avena, melocot¨®n, todas las levaduras, trigo, cacahuetes y ma¨ªz". Dej¨® durante un a?o de comer estos alimentos y luego los fue introduciendo poco a poco. Cuenta que experiment¨® una mejor¨ªa en su salud: "Mejores digestiones, m¨¢s vitalidad y adelgac¨¦". Adem¨¢s, esta mujer es al¨¦rgica al huevo y la carne. Se lo detectaron cuando naci¨® su sobrina, que ten¨ªa alergia a casi todos los alimentos.
Intolerancias, gen¨¦tica y anal¨ªticas aparte, los nutricionistas saben que la salud es una de las mayores preocupaciones de la poblaci¨®n y que para ello hay que cambiar los h¨¢bitos alimentarios. "El gran problema es que la gente busca soluciones r¨¢pidas y f¨¢ciles de seguir, y eso en nutrici¨®n es dif¨ªcil", concluye Susana Santiago, especialista en nutrici¨®n en el ciclo vital de la Universidad de Navarra.
Aqu¨ª, Susana Monereo es tajante. "Hay dietas recomendadas para los grandes s¨ªndromes, como las enfermedades cardiovasculares o el c¨¢ncer. Incluso para el deterioro cognitivo (comer muchos frutos rojos y secos). Pero la preocupaci¨®n por estos temas en personas sanas es excesiva", apunta. Por eso insiste en la que llama -y casi se pueden o¨ªr las may¨²sculas- "La Dieta: comer poco, bueno y variado, con pocas grasas y az¨²cares". ?Lo de siempre? "Hasta la fecha, es lo que mejor funciona en general".
Con informaci¨®n de Emilio de Benito.
Supermercado en vez de farmacia
- La nutrici¨®n ofrece cada vez m¨¢s medios para lograr una mejor salud. La nutrig¨¦netica permitir¨¢ saber qu¨¦ alimentos son beneficiosos y cu¨¢les perjudiciales para cada persona tras analizar los genes. Los alimentos funcionales, los que m¨¢s all¨¢ de su valor nutricional aportan otros componentes, permiten reducir los riesgos de enfermedades como las cardiovasculares y la hipercolesterolemia.
- Las reacciones alimentarias suponen casi el 10% de las consultas de alergolog¨ªa en Espa?a. Cada vez m¨¢s poblaci¨®n sufre alergias e intolerancias alimentarias sin saber c¨®mo distinguirlas. Las alergias son reacciones inmunol¨®gicas y las intolerancias afectan al metabolismo pero no al sistema inmunol¨®gico, y tienen una base gen¨¦tica. La intolerancia a la lactosa es la m¨¢s frecuente. Un 15% de la poblaci¨®n espa?ola la sufre.
- Empiezan a relacionarse las alergias e intolerancias alimentarias con ciertas enfermedades autoinmunes. Numerosos pacientes combinan los tratamientos m¨¦dicos tradicionales con la medicina funcional utilizando f¨¢rmacos a la vez que oligoelementos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.