De dioses y tumbas pol¨ªticas
Sensato, como siempre, Gregorio Peces-Barba en su art¨ªculo Obediencia al derecho: los malos ejemplos, publicado en EL PA?S el 28 de agosto de 2010. Valiente tambi¨¦n, como siempre.
Llamar la atenci¨®n a nuestra clase pol¨ªtica, mirando tanto a derecha como a izquierda, sobre su respeto a las decisiones judiciales es algo ins¨®lito en nuestra opini¨®n p¨²blica, cuando lo s¨®lito deber¨ªa ser que todos, como ciudadanos, as¨ª lo hici¨¦ramos. Pero es evidente que en nuestro pa¨ªs contribuciones como las de Peces-Barba son una raya en el agua; lo habitual es el desolador panorama que ¨¦l mismo retrata, resumido en un comportamiento pol¨ªtico escasamente ejemplar.
El resultado, tambi¨¦n manifiesto, es claro: la banalizaci¨®n de la pol¨ªtica, la igualaci¨®n "por abajo" de Gobierno y oposici¨®n y la m¨¢s radical de las apor¨ªas de nuestra clase pol¨ªtica. Y su consecuencia m¨¢s acusada y preocupante: el completo divorcio entre los pol¨ªticos y los ciudadanos.
La soluci¨®n por ahora m¨¢s evidente, la despolitizaci¨®n de los tribunales que han de controlar a los pol¨ªticos, no se le pasa por las mientes. Y es que nuestros pol¨ªticos se han endiosado hasta el punto de manifestar (y, lo que es peor, practicar) una posici¨®n superior, cuando no ajena, a la ley. ?Y a¨²n hay quien cree que Espa?a est¨¢ lejos de su berlusconizaci¨®n? Pues va a ser que no.
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