El inc¨®modo caso de un fusilado
El Ayuntamiento de C¨®rdoba alega distintas trabas para no abrir una fosa
El 27 de agosto muri¨® en M¨¢laga Carmen Dorado, la hija de Luis Dorado Luque, diputado socialista asesinado por los franquistas en C¨®rdoba al inicio de la Guerra Civil. Carmen falleci¨® sin ver cumplido el sue?o por el que ha luchado los ¨²ltimos a?os: recuperar los restos de su padre de la fosa com¨²n donde est¨¢ enterrado y darles una sepultura digna. La mujer, junto con su hijo, Antonio Guti¨¦rrez Dorado, agot¨® las v¨ªas administrativas y judiciales para obligar al Ayuntamiento de C¨®rdoba a abrir la fosa del cementerio de La Salud, donde Dorado Luque y otras 300 personas fueron pasados por las armas y arrojados. Guti¨¦rrez espera ahora la resoluci¨®n del Tribunal de Estrasburgo, ¨²ltima instancia a la que ha acudido.
El diputado socialista Dorado y otras 300 personas fueron asesinadas
Lo que hace arquear las cejas a muchos con este caso es que un gobierno municipal de izquierdas (IU y PSOE) lleve m¨¢s de dos a?os sin satisfacer la demanda de la familia de un fusilado socialista. Antonio Guti¨¦rrez ha acusado siempre al Consistorio de no tener ninguna voluntad pol¨ªtica para actuar, ni cuando estaba como alcaldesa Rosa Aguilar ni ahora que rige Andr¨¦s Oca?a. Y al PSOE tambi¨¦n le reprocha el nulo apoyo recibido.
El caso es inc¨®modo para ambos partidos. M¨¢s todav¨ªa cuando se inicia un curso pol¨ªtico marcado por las elecciones locales de la pr¨®xima primavera. Si se mienta el tema, se suele cerrar filas con el gobierno municipal. "Puede existir algo de desconcierto", se atreve a admitir un l¨ªder del PCE andaluz. Incluso en las asociaciones de la memoria hist¨®rica pr¨®ximas a Izquierda Unida se defiende la tesis del Ayuntamiento. "Creemos que se ha hecho un poco de demagogia con este caso y se ha usado de manera partidista", dice Luis Naranjo, vicepresidente del Foro por la Memoria Hist¨®rica de C¨®rdoba.
Para no actuar en el cementerio, el Consistorio alega complicaciones t¨¦cnicas y, sobre todo, financieras. Reabrir la fosa supone desmantelar una estructura donde hay decenas de nichos y tumbas que se situaron justo encima de donde se enterraron a los fusilados. Adem¨¢s, la identificaci¨®n por ADN supondr¨ªa un coste que el Ayuntamiento no est¨¢ dispuesto a sufragar.
La puerta abierta por la Junta hace un a?o con la redacci¨®n de un protocolo que ordena la exhumaci¨®n de fosas de la Guerra Civil tampoco convence al Ayuntamiento. La orden permite iniciar trabajos sin necesidad de esperar una orden judicial, algo que tambi¨¦n ha venido exigiendo el gobierno municipal. "El protocolo tiene graves deficiencias en cuanto a la determinaci¨®n de qui¨¦n debe financiar la exhumaci¨®n. Tampoco resuelve los problemas que nos podemos encontrar con los enterramientos en superficie que se hicieron encima de la fosa", critica Alba Doblas, concejal del Ayuntamiento y presidenta de Cecosam, la empresa municipal encargada de los cementerios.
"En el caso de la fosa del cementerio de La Salud, no es que exista falta de voluntad pol¨ªtica. Lo que hay es una problem¨¢tica muy compleja. Por un lado tenemos los enterramientos posteriores a la guerra en superficie, que se situaron con toda la intencionalidad pol¨ªtica por los franquistas. Pero la misma fosa com¨²n fue usada para enterrar a las personas sin recursos que no pod¨ªan pagarse un entierro", contin¨²a Doblas. Se calcula que en la fosa puede haber cerca de 900 cad¨¢veres, 300 de ellos de represaliados. "Nuestra prioridad pol¨ªtica es, ahora mismo, dignificar la memoria de los fusilados a trav¨¦s de una comisi¨®n que re¨²ne a las asociaciones de memoria hist¨®rica y en unos meses construiremos un monumento a las v¨ªctimas", zanja la edil.
Detenido tras el bloqueo de un tren
Solo en C¨®rdoba capital los franquistas asesinaron a m¨¢s de 4.000 republicanos en la Guerra Civil. Fue una masacre sistem¨¢tica e implacable que tambi¨¦n llev¨® por medio la vida de Luis Dorado Luque, diputado socialista que fue fusilado y enterrado en el cementerio de La Salud. Su historia viene recogida en el voluminoso libro 1936: el genocidio franquista en C¨®rdoba (Editorial Cr¨ªtica), del historiador Francisco Moreno G¨®mez.
En su obra, Moreno relata la fatal odisea de Dorado que le llev¨® finalmente al pared¨®n. El diputado malague?o viajaba la noche del 18 de julio en el expreso, procedente de Madrid, en compa?¨ªa de otro diputado socialista, Antonio Acu?a, que corri¨® su misma suerte. En las primeras horas de la sublevaci¨®n, un ret¨¦n de falangistas cort¨® la v¨ªa f¨¦rrea en Alcolea y en El Carpio. El tren en el que viajaba Dorado qued¨® bloqueado en Alcolea. Los milicianos entraron armados en los vagones y detuvieron a los pasajeros. Todos ellos fueron trasladados a C¨®rdoba, en su mayor¨ªa al cuartel de Artiller¨ªa.
En su reclusi¨®n, Dorado coincidi¨® con otros pol¨ªticos de peso como los diputados Bautista Garc¨¦s (comunista, por C¨®rdoba), el propio Antonio Acu?a (socialista, por M¨¢laga) y Antonio Bujalance (socialista, por C¨®rdoba). Todos fueron fusilados entre las noches del 28 y el 30 de julio de 1936. Dorado muri¨® junto a Antonio Bujalance la madrugada del 29 al 30.
El libro de Moreno detalla un episodio macabro y c¨ªnico que estos pol¨ªticos sufrieron una noche antes de empezar a ser asesinados. Al parecer, en plena matanza, todos ellos fueron obligados a firmar una diligencia sorprendente que aseguraba que la muerte de otro compa?ero suyo, Joaqu¨ªn Garc¨ªa-Hidalgo, ex diputado socialista, hab¨ªa sido natural.
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