Afganist¨¢n: guerra elegida, no necesaria

Probablemente el embajador estadounidense en Espa?a Alan D. Solomont habr¨¢ pensado con su art¨ªculo en EL PA?S (29 de agosto de 2010) haber convencido a los espa?oles de que sigan apoyando la presencia de los soldados espa?oles en la guerra de Afganist¨¢n.

Son nueve a?os de guerra, que han convertido aquel pa¨ªs en un verdadero infierno. Nadie les llam¨®. Fueron ellos, por exigencias de su f¨¦rreo imperio, los que provocaron esa guerra. Todo ha sido deshecho y calcinado por esta inmisericorde guerra.

Esta es una guerra innecesaria, injusta, inmoral: una guerra de ocupaci¨®n que el imperio USA inici¨® por sus intereses, no por los del pueblo afgano. Y no nos halaguen elogiando el valor, el honor y el orgullo de nuestros soldados ca¨ªdos. Ellos no son guerreros, ni lo son los ciudadanos de su pa¨ªs y menos en una guerra impuesta, o como usted la llama falsamente, de leg¨ªtima defensa.

Una guerra esta que descompone a la humanidad y condiciona negativamente su rumbo. Con el dinero gastado en ella, se habr¨ªan podido resolver todos lo problemas b¨¢sicos de los pa¨ªses pobres. Ayuden a su admirado presidente a lograr sus nobles prop¨®sitos y h¨¢ganse a la idea de que -al igual que cualquier otro imperio- deben resignarse a vivir sin dominar a ning¨²n otro pa¨ªs, lo cual no es posible sin dar un vuelco a la pol¨ªtica exterior.

Usted propaga sus razones, sirve a su ideolog¨ªa imperial, no a la vida; la realidad es otra y grita otras razones, sin enga?os. Y el tiempo nos dar¨¢ la raz¨®n.