Espa?a se enfrenta a sus prejuicios
Nuestra cultura musical tiene una seria laguna. Lo explica mejor que nadie el prestigioso DJ /rupture, con la experiencia que confiere haber vivido a?os en Madrid y Barcelona antes de fijar su residencia en Nueva York. "Es muy poco frecuente en Espa?a escuchar m¨²sica latinoamericana en los espacios p¨²blicos. La ¨²ltima vez que actu¨¦ en La Casa Encendida (Madrid) puse una cumbia y una chica de Colombia llam¨® a su madre con el m¨®vil para compartir el momento. Era la primera vez que escuchaba cumbia en el pa¨ªs donde vive". ?Alguna teor¨ªa que explique esta incomunicaci¨®n sonora con el ¨¢mbito latino? "Mi impresi¨®n es que los prejuicios contra la m¨²sica de Sudam¨¦rica tienen que ver con los prejuicios contra los sudamericanos. En Madrid y Barcelona apenas se oye m¨²sica latina, mientras que en Nueva York est¨¢ en todos sitios", explica.
"Europa tiene amor por las m¨²sicas del mundo, pero sufre del gusto por el t¨®pico"
Por suerte, esta tendencia parece estar cambiando. El Guincho ha iniciado su serie Piratas de Sudam¨¦rica, donde versiona canciones latinoamericanas. La eterna anglofilia de nuestras revistas musicales se ablanda para hacer hueco a recopilaciones de cumbia o champeta, sabrosos estilos colombianos. Entre los modernos de la capital han triunfado las fiestas llamadas Monta?a Sagrada o Campamento Dorado, donde pueden convivir Sonic Youth y un ritmo bailable de Per¨². Otra buena noticia es la primera edici¨®n del Festival Chico-Tr¨®pico, que hoy se celebra en La Casa de Am¨¦rica de Madrid. Se trata de difundir el lado experimental de la nueva m¨²sica latina. Este a?o est¨¢ centrado en la cumbia, un g¨¦nero que lleva ya seis d¨¦cadas mutando por todo el continente.
La estrella del cartel es Dick El Demasiado, un holand¨¦s de 56 a?os con un pie en la vanguardia y otro en el bizarrismo. Su saltarina visi¨®n musical parte de un padre empleado de Philips que le pase¨® por toda Sudam¨¦rica. "Tuve 20 mudanzas en mis primeros 20 a?os", recuerda. Tambi¨¦n actuar¨¢n Los S¨ªquicos Litorale?os, capaces de combinar la tradici¨®n latina con el esp¨ªritu transgresor de Boredoms o Butthole Surfers. Han llegado a describirles como "los Pink Floyd de los pobres". Completan el cartel Sonido Changorama, especialistas en hipn¨®ticos "recorta y pega", no exentos de comentario social.
Al igual que Rupture, Dick El Demasiado denuncia cierta estrechez de miras. "Europa tiene una imagen de la m¨²sica latinoamericana que es estirilizante. Hay muchos clich¨¦s dando vueltas. Se sue?a con Ch¨¦ Guevara y el Imperio de la Nalga. Como artista, me ir¨ªa mejor en los pa¨ªses germ¨¢nicos si tuviera un apellido muy argentino, un bigote descuidado y una remera [camiseta] que haga alusi¨®n a alguna idea fija: la cucharita de coca, la ametralladora con marihuana, el gorrito andino? Europa tiene amor por las m¨²sicas del mundo, pero sufre de una enfermedad global: el gusto por el t¨®pico. Se busca el gitano balc¨¢nico sin un diente, el cubano sudado, la brasile?a guapa a contraluz?". El festival Chico-Tr¨®pico pretende ampliar esos horizontes.
Dick descubri¨® la cumbia gracias a la mucama (empleada del hogar), as¨ª que me animo a una pregunta directa: ?la m¨²sica de los pobres es m¨¢s divertida? "En alg¨²n momento me di cuenta de que el mundo de la mucama era muy distinto a la esquizofrenia de la clase media argentina. Sent¨ª que la cumbia es cari?osa, mientras que el pop prefabricado no lo es, al menos en mi opini¨®n. Los pobres saben que necesitan la m¨²sica, sin ella no aguantan hasta el d¨ªa siguiente. Pero, bueno, pobres somos todos, unos en dinero y otros en tranquilidad".
Chico-Tr¨®pico se celebra hoy en La Casa de Am¨¦rica de Madrid. Sonido Changorama tambi¨¦n toca en Barcelona el 15 de septiembre (Sidecar) y 16 (Apolo). S¨ªguenos en nuestro blog
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