Diego L¨®pez se resarce

Afectado an¨ªmicamente por su exclusi¨®n en Sud¨¢frica, Diego L¨®pez, obsesivo del trabajo, se dijo a s¨ª mismo que iba a resarcirse y a demostrar que tambi¨¦n merece la internacionalidad. Tres paradas sensacionales en los diez primeros minutos sostuvieron a un Villarreal nervioso en defensa, que se tranquiliz¨® con la seguridad trasmitida por su portero. Luego, sus compa?eros le respondieron con precisi¨®n y efectividad liderados en ataque por un enorme Borja Valero. A la fiesta, en la que participaron Rossi y Cazorla, se sum¨® en los ¨²ltimos 20 minutos Jefferson Montero, un extremo ecuatoriano de 21 a?os procedente del filial que sirvi¨® a Nilmar el gol que cerraba la victoria.

El encuentro fue fren¨¦tico. A los dos minutos, Borja Valero tuvo una ocasi¨®n inmejorable. En los ocho minutos siguientes, el Espanyol monopoliz¨® el juego y las ocasiones, hasta tres consecutivas: dos de Osvaldo, que despu¨¦s se retir¨® lesionado, y una tercera de Luis Garc¨ªa.

La falta de sincron¨ªa inicial de Marchena y Musacchio, la nueva pareja de centrales del equipo amarillo, con apenas tres partidos oficiales defendiendo juntos, causaba inquietud. La depurada t¨¦cnica de Cazorla y la gran movilidad de Borja Valero deshizo al grupo de Pochettino. Una asociaci¨®n de los dos mediocampistas deriv¨® en el gol que abr¨ªa un partido intenso. Borja Valero asisti¨® a Rossi, que remat¨® mordido y despist¨® a un Kameni con el paso cambiado. El Espanyol adoleci¨® de falta de creatividad y pegada. Para cuando entr¨® De la Pe?a, tras diez meses de ausencia por lesi¨®n, su equipo perd¨ªa 3-0 tras un penalti provocado Musacchio en una incorporaci¨®n al ataque del central argentino. Marc¨® de nuevo Rossi y posteriormente Nilmar para completar un triunfo iniciado a partir de un inmenso Diego L¨®pez.