Los supervisores exigen a la banca m¨¢s capital para afrontar las crisis
Los bancos centrales acuerdan triplicar el nivel m¨ªnimo de acciones y reservas - Las normas entrar¨¢n en vigor de forma gradual a partir de 2013
La reforma del sector financiero, una de las prioridades del G-20 tras la debacle econ¨®mica originada en los mercados, retoma el paso, tras meses de dilaciones. El comit¨¦ de Basilea, que re¨²ne a gobernadores de bancos centrales y otros supervisores de 27 pa¨ªses avanzados y emergentes, logr¨® ayer desbloquear la negociaci¨®n sobre los nuevos requisitos de capital a la banca, uno de los asuntos m¨¢s pol¨¦micos de la reforma. En la revisi¨®n de reglas m¨¢s dr¨¢stica en d¨¦cadas, los supervisores optaron por criterios mucho m¨¢s duros que los que hab¨ªa antes de la crisis, en una decisi¨®n que las entidades financieras, a buen seguro, encajar¨¢n mal. A cambio, restan exigencia a los plazos. Las nuevas normas empezar¨¢n a entrar en vigor en 2013 y no se exigir¨¢n de forma completa hasta 2018.
El cumplimiento ¨ªntegro de las nuevas reglas se demora a 2018
El requisito de capital de mayor calidad pasa del 2% al 7% de los activos
La crisis dej¨® en evidencia que la dotaci¨®n de capital de las entidades, con requisitos legales muy reducidos, hab¨ªa sido insuficiente para hacer frente a las consecuencias del shock provocado por la quiebra de Lehman Brothers, en septiembre de 2008. Varias entidades desaparecieron, muchas otras tuvieron que ser rescatadas por los Estados, que adem¨¢s tuvieron que avalar pr¨¦stamos y dep¨®sitos para evitar el colapso del sistema. Con m¨ªnimos legales tan m¨ªnimos, la banca apenas tuvo obst¨¢culos para cubrir todo tipo de operaciones, incluidas las m¨¢s arriesgadas, con deuda. Un comportamiento que se exacerb¨® por los bajos tipos de inter¨¦s que imperaron en la ¨²ltima d¨¦cada.
El G-20 encarg¨® a supervisores y reguladores una nueva normativa para que las crisis financieras dejen de ser tan frecuentes y para obligar a las entidades a reservar m¨¢s fondos con los que hacer frente a las consecuencias. Tras meses de discusiones, el acuerdo anunciado ayer cumple con el objetivo de elevar, de forma dr¨¢stica, los requisitos legales m¨ªnimos. Si hasta ahora el m¨ªnimo de capital b¨¢sico -acciones y reservas, en ingl¨¦s, core Tier 1- era del 2% de los activos (ponderados por el riesgo asumido en cada operaci¨®n), el comit¨¦ de Basilea eleva ese requisito al 4,5%.
La exigencia de capital de mayor calidad se eleva al 7%, m¨¢s del triple que en la normativa vigente, si se tiene en cuenta el nuevo "colch¨®n de protecci¨®n". Este colch¨®n debe nutrirse en los tiempos de bonanza y ser¨¢ la primera trinchera de la entidad para hacer frente a las p¨¦rdidas derivadas de shocks financieros. Pero, a diferencia del ratio de capital b¨¢sico, los supervisores no podr¨¢n obligar a la entidad a captar capital en el mercado. Lo que s¨ª podr¨¢n hacer es forzarles a reducir el reparto de dividendos o el pago de bonus a sus ejecutivos para aumentar as¨ª las reservas y acercarse al umbral exigido.
Adem¨¢s de estas exigencias de capital de mayor calidad, tambi¨¦n se ampl¨ªa el requisito del ratio Tier 1, el par¨¢metro m¨¢s habitual para comparar la solvencia de las entidades. Este indicador suma a la dotaci¨®n de acciones y reservas otros instrumentos que combinan caracter¨ªsticas de capital y deuda, como las participaciones preferentes. Este ratio, m¨¢s amplio, pasa del 4% al 6% de los activos ponderados de riesgo.
Pero m¨¢s importante que elevar la cuant¨ªa, es que la proporci¨®n del capital de mayor calidad en el ratio Tier 1 es ahora mayor (antes era la mitad, ahora ser¨¢ el 75%). Y que las diversas deducciones a que obliga la normativa se har¨¢n directamente sobre el capital de mayor calidad (lo que forzar¨¢ a aumentar a¨²n m¨¢s la dotaci¨®n de acciones y reservas) y no sobre el resto de instrumentos h¨ªbridos que computan en este ratio. Estas diferencias impiden una comparaci¨®n con las exigencias de capital (tambi¨¦n 6% de Tier 1) establecidas en las pruebas de resistencia que pasaron la inmensa mayor¨ªa de los bancos europeos a finales de julio. Al variar la definici¨®n, muchas entidades se ver¨¢n obligadas a emitir acciones o aumentar reservas.
Si se tienen en cuenta otros instrumentos de capital y deuda de menor calidad (definidos como Tier 2) la exigencia llega al 10,5% de los activos ponderados por riesgo. El comunicado del Banco Internacional de Pagos, del que depende el comit¨¦ de Basilea, adelanta que tambi¨¦n se pondr¨¢n en marcha "colchones contrac¨ªclicos", un sistema similar a las provisiones impuestas por el Banco de Espa?a. El modelo est¨¢ a¨²n en discusi¨®n, pero las autoridades nacionales podr¨¢n exigir hasta un 2,5% de capital extra para cubrir los riesgos de una concesi¨®n de cr¨¦ditos excesiva. Y habr¨¢ un recargo para las entidades que tengan m¨¢s influencia en el conjunto del sistema, aunque a¨²n no se ha definido su cuant¨ªa.
Adem¨¢s, se exigir¨¢ a los bancos que tengan dinero o activos f¨¢cilmente convertibles en dinero para afrontar al menos 30 d¨ªas de colapso de liquidez (esta exigencia, como la del ratio de capital b¨¢sico deber¨¢ satisfacerse antes de 2015). Y tambi¨¦n tendr¨¢n que tener activos l¨ªquidos suficientes para cubrir riesgos sobrevenidos por las diferencias temporales entre su financiaci¨®n (muchas veces a corto plazo) y sus compromisos de pago (a medio y largo plazo).
"El acuerdo es esencial para la estabilidad financiera", sintetiz¨® el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, que dirigi¨® las negociaciones. El pacto deber¨¢ ser refrendado por el G-20 en noviembre y, luego, por las autoridades nacionales.
Claves del pacto
- M¨¢s capital de calidad. El comit¨¦ de Basilea ha decidido elevar la exigencia de acciones y reservas. Adem¨¢s, tendr¨¢n m¨¢s peso en el ratio Tier 1, que incluye instrumentos h¨ªbridos entre el capital y la deuda, como las participaciones preferentes. Y, adem¨¢s, la dotaci¨®n tendr¨¢ que ser tambi¨¦n mayor para compensar las deducciones a las que obliga la normativa.
- Nuevos colchones. El acuerdo incluye la creaci¨®n de un colch¨®n de protecci¨®n, tambi¨¦n con capital de m¨¢xima calidad, para afrontar las p¨¦rdidas en tiempos de crisis. Y un colch¨®n contrac¨ªclico, inspirado en el modelo del Banco de Espa?a, que obligar¨¢ a aumentar las reservas cuando la concesi¨®n de cr¨¦ditos se dispare.
- M¨¢s liquidez. El colapso de los mercados impidi¨® a la banca convertir en dinero muchos activos y afrontar as¨ª sus compromisos de pagos. Los supervisores obligar¨¢n a retener activos facilmente convertible en dinero, suficientes para compensar un mes de sequ¨ªa de liquidez.
- Recargos a las entidades m¨¢s importantes. Los bancos, que por su dimensi¨®n o modelo de negoci¨®n, tengan peso para influir en el sistema, tendr¨¢n que reservar m¨¢s capital.
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