El Papa llama en Reino Unido a frenar el laicismo agresivo

Tambi¨¦n Benedicto XVI, como hizo el cardenal Walter Kasper el d¨ªa anterior, se desahog¨® ayer, en la primera visita de Estado de un Papa a Reino Unido, contra el "secularismo radical", el "extremismo ateo" y la "dictadura del relativismo". Males, afirm¨®, que conducen "a una visi¨®n sesgada del hombre y de la sociedad", a olvidar los valores tradicionales y a "una jungla de autodestructivas y arbitrarias libertades".

Dando raz¨®n a los que piensan que Kasper revel¨® la agenda oculta del viaje papal al definir a Reino Unido como un pa¨ªs del tercer mundo (espiritualmente hablando), Benedicto XVI se comport¨® ayer como Papa y Rey ante su ¨¢lter ego anglicano, la reina y papisa Isabel II, jefa de la Iglesia de Inglaterra.

El Pont¨ªfice admite que la Iglesia no fue eficaz contra los abusos sexuales

La visita de Ratzinger congreg¨® a 100.000 personas en Edimburgo

El encuentro en el palacio Holyrood de Edimburgo, con la presencia del viceprimer ministro, Nick Clegg, depar¨® un cruce de palabras h¨¢biles y m¨¢s diplom¨¢ticas que sinceras. El pont¨ªfice evit¨® citar los t¨¦rminos "cat¨®lico" y "catolicismo", aunque subray¨® que "la fe sigue siendo una poderosa fuerza del bien en Reino Unido".

Luego elogi¨® los "valores tradicionales" de Reino Unido, entre otros "las profundas ra¨ªces cristianas, el respeto por la verdad y la justicia, la misericordia y la caridad", y agradeci¨® a la reina las aportaciones de su pa¨ªs al progreso y la paz: el final de la esclavitud, la lucha contra la tiran¨ªa nazi y a favor de los jud¨ªos, la colaboraci¨®n en la fundaci¨®n de la ONU, la resoluci¨®n pac¨ªfica del conflicto en Irlanda del Norte, incluso la asistencia sanitaria universal.

Con m¨¢s gente de la prevista en las calles (la BBC habl¨® de m¨¢s de 100.000 personas congregadas en Edimburgo), el encuentro comenz¨® con una breve exhibici¨®n de los gaiteros escoceses, tras la cual la reina Isabel II pronunci¨® un discurso de bienvenida en el que record¨® la visita pastoral de Juan Pablo II en 1982, y reconoci¨® la contribuci¨®n de la Santa Sede a la resoluci¨®n del conflicto norirland¨¦s.

Un detalle inusual fue el recuerdo de "la ca¨ªda de los reg¨ªmenes comunistas del este y centro de Europa". Sobre la convivencia religiosa, la reina llam¨® a superar viejas sospechas entre anglicanos y cat¨®licos, utiliz¨® la palabra "reconciliaci¨®n" e invit¨® al Papa a "profundizar la relaci¨®n entre la Iglesia Cat¨®lica Romana y las de Inglaterra y Escocia".

Seg¨²n el vaticanista Filippo di Giacomo, "el pasaje son¨® como una invitaci¨®n hecha con la boca peque?a al Papa para que se d¨¦ prisa en coger la patata caliente de la crisis del anglicanismo".

Entre parabienes y sonrisas, Ratzinger no olvid¨® fustigar un poco a la prensa anglosajona, que tantos disgustos les da a ambos y tantas verdades les ayuda a conocer. Ratzinger dijo que Reino Unido es un "forjador de ideas" y que eso le confiere una responsabilidad especial. Sobre todo a los medios de comunicaci¨®n, que deben de "promover la paz, el desarrollo integral de los pueblos y la difusi¨®n de los derechos humanos". "Ojal¨¢ sigan imperando los valores de honestidad, respeto e imparcialidad", dispar¨® el Papa alem¨¢n. El esfuerzo por ser una sociedad moderna y multicultural, concluy¨® Ratzinger, no debe anular esas ideas.

Horas antes, en el avi¨®n en el que viaj¨® desde Roma, Benedicto XVI hizo autocr¨ªtica y reconoci¨® por primera vez que la Iglesia en su conjunto, los obispos y el Vaticano no han sido suficientemente "vigilantes, veloces y decisivos" a la hora de afrontar los casos de abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes. La pederastia, afirm¨®, es "una perversi¨®n del sacerdocio".

"Tengo que decir que siento una gran tristeza", declar¨®. "Tristeza tambi¨¦n porque la autoridad de la Iglesia no ha sido lo suficientemente vigilante, ni suficientemente veloz, ni decidida, para tomar las medidas necesarias", se?al¨®. En el futuro, prometi¨®, "seremos m¨¢s sinceros y transparentes".

Por la tarde, durante la misa oficiada en el Bellahouston Park de Glasgow, Ratzinger pidi¨® a los fieles que se comprometan en "la formaci¨®n de los curas como un cuerpo de hombres que pueda inspirar a otros y dedicarse solo a servir a Dios".