La Iglesia belga entona un vago mea culpa por centenares de abusos
El cardenal L¨¦onard promete aprender de "los errores del pasado"
La Iglesia belga enton¨® ayer un mea culpa con la boca peque?a por los padecimientos infligidos durante d¨¦cadas por decenas de religiosos a cientos de ni?os y adolescentes que vieron convertida la confianza en un infierno de abusos sexuales. El cardenal primado, Andr¨¦-Joseph L¨¦onard, reconoci¨® "los errores del pasado" -"debemos extraer lecciones de ellos", dijo-, pero no pidi¨® perd¨®n a las v¨ªctimas en nombre de la Iglesia. Lo que s¨ª hizo fue reclamar a los culpables que todav¨ªa no lo han hecho que confiesen su delito y anunci¨® la creaci¨®n de un centro para tratar a las v¨ªctimas.
L¨¦onard asumi¨® en febrero el liderazgo de la Iglesia belga, tomando el relevo del cardenal Godfried Daneels, y siempre ha mantenido el principio de tolerancia cero con los abusos sexuales. Lo contrario que su predecesor, cuya soberbia y desinter¨¦s ante las denuncias contra sus subordinados tienen m¨¢s de una d¨¦cada de historia. En 2000, una veintena de v¨ªctimas y familiares fueron recibidos por Daneels en el palacio episcopal de Malinas. Tras escuchar sus testimonios "volvi¨® la cabeza y nos pregunto: '?Qu¨¦ quieren ustedes que haga? Parece que estoy ante un tribunal. ?Y qui¨¦n me dice a m¨ª que ustedes no se lo han inventado todo?", recordaba recientemente una de las v¨ªctimas frustradas por la insensibilidad del entonces primado.
"Escucharemos a las v¨ªctimas para devolverles la dignidad"
La conferencia episcopal impidi¨® el acceso a los afectados
"Estas historias y el sufrimiento que contienen nos hacen temblar", asegur¨® ayer L¨¦onard en referencia al informe del psiquiatra infantil Peter Andriaenssens hecho p¨²blico el viernes sobre los abusos padecidos por casi medio millar de menores. El primado perdi¨® la ocasi¨®n de dar fuerza y credibilidad a su dolor al no pedir expl¨ªcitamente perd¨®n a las v¨ªctimas, al menos 13 de las cuales optaron por el suicidio. Tambi¨¦n desmereci¨® la ocasi¨®n otro obispo, quien dijo, aunque no fuera el mejor momento, que los abusos de menores no est¨¢n limitados al seno de la Iglesia y que debe ser la sociedad en su conjunto la que debata el problema.
"Queremos aprender la lecci¨®n de los errores del pasado", fue el prop¨®sito de la enmienda expresado por L¨¦onard. "Vamos a ponernos a la total disposici¨®n de las v¨ªctimas. Tenemos que escucharlas para devolverles la dignidad y ayudarles a curar el sufrimiento padecido". Los afectados que quisieron asistir a la conferencia de prensa del prelado vieron impedido su acceso a la sede de la Conferencia Episcopal Belga.
El escuchar y atender podr¨ªa pasar por la creaci¨®n de un Centro de Reconocimiento, Reconciliaci¨®n y Cura, seg¨²n el cardenal, un proyecto que la Iglesia querr¨ªa tener en funcionamiento antes de que concluya el a?o. El plan fue criticado por una Asociaci¨®n de Derechos Humanos en la Iglesia, para la que no puede haber tratamiento adecuado a lo ocurrido en un organismo tutelado por la Iglesia.
"L¨¦onard no ha anunciado nada concreto, ni sobre las eventuales sanciones penales contra los 91 religiosos identificados por el informe Adriaenssens, ni sobre las indemnizaciones a las v¨ªctimas", escrib¨ªan dos analistas del diario Le Soir. "Las v¨ªctimas corren el riesgo de quedarse a verlas venir".
La jefatura eclesi¨¢stica belga se dice dispuesta a colaborar con la fiscal¨ªa y el Ministerio de Justicia en los casos que no hayan prescrito, y ha pedido a los religiosos que no lo hayan hecho "que se denuncien a s¨ª mismos" ante las autoridades civiles. La invitaci¨®n coincidi¨® con la anunciada entrega de un antiguo misionero belga con los esquimales de Canad¨¢, ya condenado all¨ª por diversos casos de abusos sobre menores y en busca y captura. El religioso se entreg¨® para responder sobre nueve casos de delitos denunciados en Canad¨¢ cuando ya se hab¨ªa establecido de nuevo en B¨¦lgica.
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