El Camino 'ciclobeo'
20 trucos para recorrer en bicicleta 730 kil¨®metros hasta Santiago
Usted nunca ha hecho seguidos m¨¢s de 20 kil¨®metros en bici, pero siempre se ha imaginado viendo el mundo sobre dos ruedas y, ahora que es A?o Santo, incluso haciendo el Camino de Santiago a golpe de pedal. Le echa atr¨¢s la distancia y su baja forma. ?Tiene dos semanas libres? ?Doce d¨ªas? ?Unos buenos amigos? Vamos all¨¢. Tenemos 730 kil¨®metros por delante.
01 Coche-escoba
Una excelente soluci¨®n para cuatro personas, por ejemplo. Todos los bultos y alforjas van en el maletero, y la vuelta est¨¢ garantizada de un tir¨®n. Tres bicigrinos pedalean cada d¨ªa y uno conduce. O sea, que cada ciclista realiza tres d¨ªas de esfuerzo y uno de descanso. El conductor debe, entre otras tareas, asegurar los avituallamientos y pernoctaciones.
02 Tipo de bici
No utilice bicis de monta?a porque buena parte del recorrido la va a realizar, desgraciadamente, sobre asfalto. Intente llevar bicis h¨ªbridas.
03 Un manitas
Lo ideal es que todos los integrantes de la expedici¨®n sean expertos o se responsabilicen de alguna materia. Un masajista, aficionado o profesional, es altamente recomendable. Un historiador, ge¨®grafo o administrador de fondos, conveniente. Pero un manitas en reparaci¨®n de bicis es imprescindible porque a lo largo de la ruta habr¨¢ pinchazos, rotura de cadenas y descoyuntes varios.
04 Comenzar en Pamplona
Uno de los ramales del Camino Franc¨¦s comienza en St. Jean Pied-de-Port, pero esta cota de 1.450 metros es una dura prueba para empezar. Con coche de apoyo y las bicis en las barras es f¨¢cil llegar a la cima y pedalear la bajada. Sin coche, no. Lo m¨¢s pr¨¢ctico es comenzar en Pamplona. En la primera etapa no fije el destino m¨¢s all¨¢ de Puente la Reina (30 kil¨®metros), cerca de una de las mejores iglesias del recorrido: Santa Mar¨ªa de Eunate.
05 Moral alta
En las primeras etapas es normal no hacer m¨¢s de 30 o 40 kil¨®metros. Y es habitual llegar a los albergues despu¨¦s de los peregrinos a pie que madrugaron m¨¢s. Ello no debe minar la moral del ciclista. Al final del Camino, el rendimiento se elevar¨¢ a los 80 o 100 kil¨®metros por jornada sin apenas esfuerzo.
06 Control de kilometraje
Conviene dotar a la bici del dispositivo cuentakil¨®metros. Es una distracci¨®n m¨¢s en las largas horas de pedaleo saber cu¨¢ntos kil¨®metros llevamos, cu¨¢ntos nos faltan y la velocidad a la que circulamos.
07 Az¨²car y bebidas
Una de las funciones del conductor del coche en las etapas de monta?a debe ser esperar a los corredores al final de los repechos con caramelos y bebidas estimulantes. En las subidas a Foncebad¨®n y la Cruz de Hierro (1.500 metros, el techo del Camino), en Le¨®n, o en los ascensos de O Cebreiro y O Poio, en Galicia, estos avituallamientos son muy recomendables.
08 Eludir las comidas
El peregrino ciclista atraviesa pueblos encantadores, con tentadoras tascas de gastronom¨ªas pr¨®digas. Uno de los errores m¨¢s caros consiste en pararse a comer en una de estas postas con toda la tarde todav¨ªa por delante. La tarde se har¨¢ infernal. Es preferible comer ligero y hacer una buena cena una vez alcanzada la meta.
09 Albergue
Con el fin de evitar discusiones, conviene definir el est¨¢ndar de albergue para pernoctar. Muchas veces no habr¨¢ m¨¢s remedio que dormir all¨ª donde lleguemos, pero en otras ocasiones nos encontraremos con dos o tres refugios. Las instalaciones en Galicia son muy dignas, con duchas de agua caliente y buenas condiciones higi¨¦nicas. Pero hasta llegar all¨ª, hay de todo. Siempre es mejor un hostal sin complejos antes que una noche de Walpurgis y fobias que repercutir¨¢ en el d¨ªa siguiente.
10 Inflables
En A?o Santo, y seg¨²n la ¨¦poca, es muy probable que los albergues est¨¦n completos. Normalmente, los responsables permiten el acceso aunque ya no queden literas libres. Unos colchones inflables en el maletero son mano de santo.
11 Alojamientos alternativos
Para que el truco del coche-escoba no sea detectado por los jefes de los albergues, no se le ocurra estacionarlo en la puerta de las instalaciones y pedir camas. Debe aparcar a dos o tres calles, esperar a sus compa?eros y entrar todos juntos. Si son cuatro, cuatro bicis. Antes de las ocho de la tarde no tiene sentido, pues hasta esa ahora los caminantes tienen preferencia. El conductor puede encontrarse con el albergue completo. Aqu¨ª se requiere de su agudeza para buscar alternativa. En Castilla son frecuentes los conventos, claustros y monasterios abiertos a peregrinos. No pase de Carri¨®n de los Condes (Palencia) sin probar el monasterio de las hermanas clarisas.
12 Nada de fiestas
El peregrino que conduce al d¨ªa siguiente tendr¨¢ la tentaci¨®n de pasarse de copas tras la cena. Craso error si solicita su complicidad y usted le sigue. A ¨¦l le espera un d¨ªa descansado, pero a usted... posiblemente unas cuestas mort¨ªferas.
13 Evitar las carreteras
Una de las dificultades del Camino en bici es que el recorrido circula con exceso por carreteras. Muchas se han convertido en autov¨ªas y han obligado a desv¨ªos. No dude en apartarse del tr¨¢fico si puede. En los p¨¢ramos de Palencia y Le¨®n hay trozos de calzada romana. Disfr¨²telos. Y en la provincia de Lugo, senderos entre robles y casta?os.
14 Contemplar el paisaje
Usted no hace el Camino para batir ning¨²n r¨¦cord, sino para vivir una experiencia. Goce de cada kil¨®metro, det¨¦ngase a contemplar el paisaje, c¨¢rguese de energ¨ªa observando las monta?as, las nubes...
15 Un masaje
No dude en solicitar -y pagar- un masajista. Por ejemplo, antes del ascenso a la Cruz de Hierro, en Rabanal del Camino (Le¨®n).
16 Casita para dormir
En la oscuridad de los albergues, rodeado por la respiraci¨®n de decenas de peregrinos que media hora antes eran unos desconocidos para usted, sentir¨¢ el peso opaco de la humanidad. M¨®ntese su casita. Un MP3 con auriculares, una linterna anudada a la frente y un cuaderno o un buen libro.
17 Planificar la llegada
Cuando se acerque a Santiago, planifique la llegada para asistir a las 12.00 en la catedral a la misa del peregrino. Los ¨²ltimos albergues se encuentran a unos 60 u 80 kil¨®metros. ?Madrugue!
18 Sellar la Compostelana
No olvide que le acu?en la Cartilla de Peregrino en cada uno de los albergues y alojamientos. El caso es llegar a Santiago con los tampones bien puestos y obtener el certificado de su aventura en la Oficina de Recepci¨®n de Peregrinos.
19 Comida en el hostal
Con la Compostelana en regla, dir¨ªjase al lujos¨ªsimo Hostal de los Reyes Cat¨®licos, en la plaza del Obradoiro. Este hotelazo ofrece una comida gratis a todo peregrino que acredite haber hecho el Camino. Cierto que no le servir¨¢n en el comedor principal. Lo llevar¨¢n por pasillos que bordean las cocinas hasta unos comedores habilitados para la caridad desde la Edad Media. Le tratar¨¢n dignamente, comer¨¢ bien y se echar¨¢ unas risas.
20 D¨¦jese llevar
El Camino no cura el alma, pero crea conciencia de uno mismo. Es una gran met¨¢fora de la vida y del tr¨¢nsito. Todos nuestros defectos y virtudes aparecer¨¢n en el recorrido, y volver¨¢n con nosotros. Es una aventura excitante y vital, que se recuerda siempre con golosa nostalgia y se desea repetir mientras duren las fuerzas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.