El servicio de empleo busca inspiraci¨®n
Reino Unido, Holanda o Alemania tienen un sistema m¨¢s eficaz y mejor dotado
Lleg¨® el momento de sentarse en el div¨¢n. Presionado por los 3,9 millones de parados, un 40% de desempleados de larga duraci¨®n y una de las tasas de paro juvenil m¨¢s altas de Europa, el Servicio P¨²blico de Empleo Estatal (SPEE, el antiguo Inem), necesita, seg¨²n acad¨¦micos y expertos, una urgente revisi¨®n. El presidente del Gobierno habl¨® el pasado julio de "reforma en profundidad". Medida inevitable si atendemos a los datos: el SPEE solo intermedi¨® en un 2,7% de las colocaciones de 2009 (un 2,4% en el primer semestre del 2010), seg¨²n la Asociaci¨®n de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (AGETT), o en un 10,5%, seg¨²n el Ministerio de Trabajo. Insuficiente, se mire por donde se mire.
Es clave mejorar la orientaci¨®n y ser severos con los incumplimientos
Aprobada la reforma laboral, la del SPEE es la otra patata caliente que a¨²n nadie se ha atrevido a abordar. Entre otras cosas, por su complejidad. El sistema espa?ol es, junto al belga, el ¨²nico en Europa con una fuerte descentralizaci¨®n de competencias, lo que ha generado una preocupante desigualdad entre comunidades aut¨®nomas en pol¨ªticas activas, utilizaci¨®n de recursos, control y seguimiento.
Maravillas Rojo, secretaria general de Empleo, reconoce las carencias, entre ellas, la ausencia de un sistema inform¨¢tico ¨²nico que integre los datos de la red auton¨®mica. "No hay un historial ¨²nico por demandante, es uno de los problemas clave de gesti¨®n a resolver", asegura. Y a?ade que, al igual que se hizo en la reforma laboral, se est¨¢n estudiando los modelos europeos para incorporar buenas pr¨¢cticas. "Hay elementos de los servicios de empleo de Francia, Alemania o Reino Unido que funcionan muy bien, sobre todo su car¨¢cter de agencia p¨²blica independiente y la eficacia de los sistemas electr¨®nicos".
?Tiene sentido mirarse en el espejo de Europa para decidir el futuro del SPEE espa?ol? Mar¨ªa Salas, profesora de derecho de trabajo de la Universidad de M¨¢laga, cree que s¨ª. Las conclusiones de su reciente tesis doctoral sobre las diferencias entre Francia, Italia, Holanda, Reino Unido y Espa?a son contundentes. "Tienen muchos m¨¢s recursos que nosotros; no se limitan a la simple colocaci¨®n, sino que se centran en asistir, formar y orientar al desempleado; y realizan una tarea de evaluaci¨®n, seguimiento y mejora muy eficiente", resume.
La diferencia en recursos es abismal. Mientras el organismo alem¨¢n, el Bundesagentur fur Arbeit (BA), en alem¨¢n, cuenta con un funcionario por cada 31 desempleados y un presupuesto anual superior a los 52.000 millones de euros, Espa?a dispone de 38.900 millones de presupuesto y un funcionario por cada 190 parados, seg¨²n cifras oficiales.
En Alemania el sistema inform¨¢tico est¨¢ centralizado. "Las oficinas locales no pueden almacenar ning¨²n dato. Es una enorme ventaja en cuanto a estandarizaci¨®n. Su funcionamiento tambi¨¦n est¨¢ regulado al detalle, todas siguen las mismas estrategias", explica Hilmar Schneider, director del Instituto de Investigaci¨®n del Trabajo (IZA), en Bonn. Adem¨¢s, las empresas conf¨ªan en el sistema. Entre un 30% y un 50% del total de vacantes se registran en el servicio p¨²blico de colocaci¨®n. En Espa?a, por el contrario, las ofertas de la Administraci¨®n y construcci¨®n acapararon un 70% de las escasas 60.100 vacantes registradas en julio. Las compa?¨ªas en sectores de mayor valor a?adido (financiero, consultor¨ªa, telecomunicaciones...) optan por canales alternativos.
En Holanda el punto fuerte es la estrecha cooperaci¨®n entre el servicio p¨²blico de empleo (el UWV Werkbedrijf) y las agencias privadas de contrataci¨®n. Sieto de Leeuw, director de asuntos sociales y legales de Randstad en Holanda, la mayor ETT del pa¨ªs con 5.700 empleados, asegura que esta cooperaci¨®n es uno de los pilares para contener la tasa de paro, en torno al 5%. "Empleados de nuestra agencia trabajan en las mismas oficinas que los funcionarios. La cooperaci¨®n es plena. Si nosotros colocamos a los trabajadores, cobramos un subsidio del SPEE o directamente de las compa?¨ªas, depende del acuerdo en cada caso", explica.
En Espa?a, se?ala Maravillas Rojo, la reforma laboral supondr¨¢ un giro en este aspecto. Sin embargo, el hueco a cerrar es importante. Las ETT cerraron el a?o pasado nueve veces m¨¢s colocaciones de j¨®venes mayores de 25 a?os que el SPEE, y cuatro veces m¨¢s de mujeres, seg¨²n Agett.
Esta cooperaci¨®n lleva a?os en marcha en Reino Unido, donde el servicio de empleo estatal (el Jobcenter Plus, dependiente del Ministerio de Trabajo y Pensiones) dispone de una eficaz red de oficinas en todo el pa¨ªs. "Se organizan y cobran por objetivos, como el n¨²mero de desempleados que devuelven al mercado laboral cada mes, la calidad de la atenci¨®n o el tiempo de procesamiento de expedientes", explica John Van Reenen, director del Centre for Economic Performance de la London School of Economics. Con un funcionario por cada 34 desempleados, el SPEE brit¨¢nico incorpora al mercado laboral al 60% de los parados en tres meses y al 95% de los restantes al cabo de un a?o.
El servicio p¨²blico italiano est¨¢ descentralizado desde 1999, aunque a un nivel inferior al espa?ol. A pesar de contar con una tasa de paro aceptable (8,4%), las diferencias regionales lastran el avance. "Se da la paradoja de que donde menos se necesita el SPEE, en el Norte, es donde mejor funciona. En el Sur ocurre al rev¨¦s", dice Manuel Marocco, investigador del Isfol, organismo que analiza la evoluci¨®n del mercado laboral del pa¨ªs. En Francia la vinculaci¨®n de ayuntamientos y entidades locales p¨²blicas y privadas ha mejorado significativamente la intermediaci¨®n de la Agence National pour l'Emploi (Anpe).
La clave, seg¨²n Van Reenen, reside en equilibrar orientaci¨®n, monitorizaci¨®n y severidad con los incumplimientos. "En Reino Unido, los parados reciben asistencia personalizada, pero tienen mucha presi¨®n para encontrar empleo. Deben mostrar los emails, cartas y curr¨ªculos que env¨ªan a las compa?¨ªas, detallar las entrevistas que han hecho... Si no lo hacen pierden el subsidio por desempleo". Una estrategia que se aplica tambi¨¦n con ¨¦xito en Dinamarca y Alemania. De nada sirve ser demasiado generoso con los desempleados, opina Schneider. "Hay que forzarlos a buscar trabajo. Algo que, desafortunadamente, les cuesta entender a los pol¨ªticos". -
Los retos del SPEE
De mero gestor de las prestaciones por desempleo a aut¨¦ntico motor de contrataci¨®n. Es el cambio que necesita el servicio p¨²blico de empleo espa?ol. Para conseguirlo, los expertos coinciden en que hay que superar los siguientes escollos:
- Impulsar la administraci¨®n electr¨®nica. El portal Redtrabaj@, lanzado el pasado octubre, es uno de los pilares en esta direcci¨®n. Pero apenas cuenta con varios miles de vacantes, frente a webs como Infojobs o Infoempleo, que rozan los 80.000.
- Desarrollar una base de datos ¨²nica.
Las herramientas inform¨¢ticas a nivel central y auton¨®mico no est¨¢n integradas. Sin estad¨ªsticas homog¨¦neas, el seguimiento y mejora de los servicios son inviables.
- Disponer de oficinas y recursos adecuados. El n¨²mero de oficinas y funcionarios se queda corto para cuatro millones de parados. Urge adecuarlos a las necesidades reales.
- Generar confianza en el sistema. Uno
de los retos m¨¢s complejos: lograr que empleados y empresas conf¨ªen en el SPEE para buscar trabajo y candidatos. Atajando los tres primeros, quiz¨¢ se resuelva este ¨²ltimo. -
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