Ossa vuelve a encender motores

En las pistas de competici¨®n, la marca catalana Ossa escribi¨® p¨¢ginas memorables de la historia de los grandes premios de motociclismo. En la calle, su popularidad marc¨® a una generaci¨®n de aficionados a las motos, que hoy la evocan como una vieja gloria. Entre esos nost¨¢lgicos se encuentra el empresario gerundense Joan Gurt, que en 2006 compr¨® la marca Ossa y su patente, y se propuso resucitar la m¨ªtica marca del tr¨¦bol fundada por Manuel Gir¨® y desaparecida en 1985, al sucumbir ante la feroz competencia japonesa. Con otros tres socios, Gurt cre¨® Ossa Factory, empresa que a finales de mes sacar¨¢ al mercado las primeras unidades de la Ossa TR 280i, el modelo con el que la antigua marca vuelve a encender motores.

La moto se monta en Girona, con piezas de fabricantes italianos, japoneses y catalanes

Chasis, amortiguadores, basculantes, sistemas de inyecci¨®n y dem¨¢s piezas que componen la nueva moto -y que Ossa Factory dise?¨® y encarg¨® a distintos fabricantes de Catalu?a, Italia y Jap¨®n, entre otros- est¨¢n a punto para ser ensamblados en la nave industrial que la empresa tiene en el pol¨ªgono de Domeny (Giron¨¨s). Una veintena de trabajadores realizan las labores de montaje de los componentes de las 1.250 motos que Ossa Factory ya tiene vendidas. El 80%, a exportadores extranjeros.

Con una inversi¨®n inicial de 4,5 millones de euros, la empresa se propone sacar al mercado un nuevo modelo de moto cada a?o durante los cuatro que abarca su primer plan estrat¨¦gico. El modelo con el que Ossa resucita, el TR 280i, del que se producir¨¢n 3.000 unidades m¨¢s en 2011, es una moto de trial "revolucionaria", con tecnolog¨ªa y dise?o propio, seg¨²n explica Joan Gurt, director general de Ossa Factory. Gurt destaca su motor de dos tiempos con inyecci¨®n electr¨®nica, "algo ins¨®lito en motos de trial", y una distribuci¨®n de elementos como el dep¨®sito del combustible o el radiador que le permiten "reducir el gasto de combustible". La empresa prev¨¦ facturar seis millones este a?o y 15 millones el pr¨®ximo.

La aventura de Ossa Factory supone una inyecci¨®n de optimismo y valent¨ªa en un sector, el del motor, castigado por la crisis. El mal momento econ¨®mico no ha asustado, sino alentado, a Joan Gurt y al resto de los socios de la compa?¨ªa, Joan Roma, Jordi Cuixart y Alexandre Laplaza.

Los socios conf¨ªan en cosechar tantos ¨¦xitos como los que la marca obtuvo en sus mejores tiempos, tanto en el terreno competitivo -"estamos creando un equipo oficial para participar en el Mundial de trial", asegura Gurt- como en el ¨¢mbito de la moto urbana y en el sector de la moda, la segunda l¨ªnea de negocio de Ossa Factory. Bajo la direcci¨®n del dise?ador ?scar Parella, la empresa ha lanzado ya sus primeras colecciones de prendas que llevan impresa la historia de la marca con logotipos, escudos o emblemas.

La nueva factor¨ªa crear¨¢ m¨¢s de un centenar de puestos de trabajo directos y 700 indirectos, la mayor¨ªa de ellos en Catalu?a, a trav¨¦s de un sistema de producci¨®n innovador: el montaje de las motos se realizar¨¢ en la f¨¢brica de Girona, pero las distintas piezas se encargar¨¢n a fabricantes, algunos del extranjero, a los que Ossa Factory enviar¨¢ ingenieros suyos "para controlar el proceso productivo y garantizar su calidad", dice la empresa.

Aficionado a las motos, Joan Gurt compr¨® la marca Ossa a Carlos Rubio, quien la hab¨ªa adquirido a la sociedad que se la qued¨® tras quebrar la compa?¨ªa de los Gir¨®. En sus inicios, su empresa se dedicaba al mundo de la cinematograf¨ªa (fabricaba m¨¢quinas de filmar) y se denominada Orfeo Sincr¨°nic, SA (siglas de las que surgi¨® el nombre de Ossa), pero luego deriv¨® su actividad a los motores fueraborda. Hasta que llegaron las motos.