Seducir a la industria
La tercera jornada de Madrid Fashion Week transparenta el objetivo comercial que hay detr¨¢s de las apuestas creativas
Para la industria de la moda es tan importante lo que ocurre sobre una pasarela como lo que viene despu¨¦s. Y solo hay dos cosas que pueden suceder tras un desfile para que este sea relevante. O que la gente vaya a comprar lo que en ¨¦l se ha visto o que vaya a influir en su forma de vestir, aunque el dinero se lo gaste en otra parte. Por supuesto, el escenario ideal re¨²ne ambas. Por desgracia, en la moda espa?ola muchas veces no se da ninguna.
Por eso, la tercera jornada de Cibeles Madrid Fashion Week invitaba a una reflexi¨®n pragm¨¢tica. M¨¢s all¨¢ de su limitada trascendencia creativa, ?puede la principal cita de la moda espa?ola tener un impacto industrial y comercial? Ayer se concentraban varias compa?¨ªas que pueden exhibir cifras de producci¨®n y distribuci¨®n rese?ables. Adolfo Dom¨ªnguez tiene 600 tiendas propias y se ha planteado un ritmo de 60 nuevas aperturas al a?o. El plan del dise?ador gallego es que Espa?a represente menos del 15% de su facturaci¨®n total en 10 a?os. Para impulsar esa expansi¨®n internacional, volvi¨® hace tres temporadas a la pasarela madrile?a. Lo que muestra sobre ella se vende de forma testimonial -como edici¨®n limitada-, pero el ejercicio incentiva la investigaci¨®n de su equipo de dise?o. "En Espa?a hemos conseguido ¨¦xitos espectaculares con negocios textiles de mercaderes puros y duros", reflexiona. "Pero falta que los dise?adores entiendan que hay que hacer empresa. En la ra¨ªz de que la moda espa?ola no haya cuajado est¨¢ la escasa comprensi¨®n de que esto es un ejercicio econ¨®mico y un producto industrial".
Tiziana Dom¨ªnguez: "Estamos al servicio de las necesidades de una mujer real"
Sita Murt: "Un desfile con prendas que no se venden no sirve de mucho"
La menor de las hijas de Dom¨ªnguez -Tiziana, de 24 a?os- comparte con ¨¦l la responsabilidad creativa en el dise?o para mujer, pero no el de hombre. Un reparto que explica la disparidad de ambas propuestas. Si ellas llevaban lentejuelas y aperturas gaudinianas, ellos se mov¨ªan entre holgados linos. "Nosotros no hacemos arte solo para la pasarela. Estamos al servicio de las necesidades de una mujer real", apunta Tiziana. Una voluntad no exenta de peligros como demostr¨® su desfile de ayer, en el que se ech¨® de menos edici¨®n y s¨ªntesis.
Sita Murt es otra empresa familiar embarcada en la conquista del extranjero. Con 1.900 puntos de venta, 20 tiendas propias y cinco nuevas aperturas anuales, la compa?¨ªa catalana dise?a con expl¨ªcita vocaci¨®n comercial. "Los dise?adores con un pu?ado de puntos de venta son m¨¢s bien modistas que trabajan por encargo. Nosotros somos una marca", defiende Murt. "Hay que admitir que la moda espa?ola se identifica fuera con Inditex y Mango. No s¨¦ si una pasarela subvencionada ayuda a crear industria. Es muy f¨¢cil hacer un desfile con prendas que no se venden, pero eso no sirve para mucho". Su propuesta de tejidos naturales en verdes y crudos transmit¨ªa una coqueter¨ªa r¨²stica demasiado cercana a la que Phoebe Philo populariz¨® en Chlo¨¦ hace un lustro. Desconectada del nuevo rumbo que esa misma dise?adora -ahora en C¨¦line- ha impuesto en la moda: el minimalismo. Una tendencia a la que, obviamente, no se apunta Agatha Ruiz de la Prada. Su histri¨®nico cat¨¢logo de corazones y bolas de colores tiene previsto viajar a pasarelas tan ex¨®ticas como las de Uzbekist¨¢n, Bucarest o Sri Lanka.
Curiosamente, Murt, Dom¨ªnguez y TCN coincidieron en una primavera / verano 2011 plagada de referencias a los a?os setenta. TCN, especialista en ba?o y lencer¨ªa, se fij¨® en Saint Tropez y Los ?ngeles de Charlie para una colecci¨®n inofensiva que seguramente resultar¨¢ f¨¢cil de vender en sus 400 puntos de venta y 11 tiendas propias. M¨¢s austero era el acercamiento a la d¨¦cada de Fernando Lemoniez, inspirado por Sylvie Vartan.
Desde el otro extremo del espectro empresarial, el dise?ador donostiarra tambi¨¦n trata de enfrentarse a la realidad econ¨®mica de su oficio. En diciembre del a?o pasado abri¨® en Madrid su primera tienda y ha ajustado sus precios para que su oferta sea m¨¢s competitiva. "Controlar por cu¨¢nto vendes es hoy prioritario", opina. "Hay que intentar amoldarse al mercado y a lo que pide la mujer". Un planteamiento utilitario imprescindible para construir la tan necesaria industria.
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