Psicosis antiterrorista en Par¨ªs

Francia vive bajo alarma. O bajo psicosis de alarma, todo depende del punto de vista. En Par¨ªs, los polic¨ªas patrullan en mayor n¨²mero las estaciones de trenes o las grandes estaciones de metro, el Ej¨¦rcito vigila, en mayor n¨²mero que de ordinario, con el fusil ametrallador en bandolera, monumentos emblem¨¢ticos como la Torre Eiffel. El plan de seguridad Vigipirate, ideado en 1978 para conjurar amenazas terroristas, se encuentra en su nivel pen¨²ltimo, un grado solo por debajo del de "ataque terrorista inminente". El ministro del Interior, Brice Hortefeux, por tres veces en los ¨²ltimos cinco d¨ªas, ha manifestado ante la prensa que la amenaza de un ataque de terroristas islamistas en suelo franc¨¦s "es real".

El secuestro de cinco franceses, un togol¨¦s y un malgache en N¨ªger el pasado d¨ªa 16, a¨²n no reivindicado pero con todas las posibilidades de tratarse de una acci¨®n del grupo Al Qaeda en el Magreb Isl¨¢mico (AQMI), ha dejado bien claro que Francia y sus ciudadanos son objetivos prioritarios de los terroristas. Esto ya se sab¨ªa: despu¨¦s de que Francia y Mauritania lanzaran el 22 de julio un infructuoso ataque contra una base del Al Qaeda en Mal¨ª, en un intento de liberar a un reh¨¦n que fue finalmente ejecutado, este grupo terrorista emiti¨® un comunicado terminante: "Al enemigo de Al¨¢, Sarkozy, le digo: ha desaprovechado una ocasi¨®n y abierto la puerta al horror para usted y su pa¨ªs".

La amenaza, seg¨²n el Gobierno franc¨¦s, no se circunscribe solo a la zona del Sahel. Tambi¨¦n se cierne sobre suelo franc¨¦s. El jefe de la lucha antiterrorista francesa, Bernard Squarcini, hab¨ªa advertido hace 10 d¨ªas en una entrevista en el Journal du Dimanche: "Todas las alarmas est¨¢n encendidas". Una fuente del Ministerio del Interior citada el lunes por la agencia France Press aseguraba que se tem¨ªa un atentado "inminente de AQMI en el territorio nacional". La fiscal¨ªa antiterrorista ha abierto una investigaci¨®n para dilucidar qu¨¦ hay de cierto y qu¨¦ no en una informaci¨®n, procedente de los servicios secretos argelinos, en la que alertaban de una mujer dispuesta a atentar en Francia llevando una bomba con ella. Entre tanto, el im¨¢n de la mezquita de Par¨ªs, Dalil Boubakeur, ha visto incrementada su seguridad por temor a que pueda sufrir ataques.

El pasado d¨ªa 13, tres d¨ªas antes, por tanto, del secuestro de N¨ªger, la polic¨ªa desaloj¨® a los aproximadamente 2.000 turistas que a eso de las nueve de la noche visitaban la Torre Eiffel y sus alrededores. La causa fue un aviso de bomba tomado en serio, lanzado el mismo d¨ªa que la Asamblea Nacional francesa aprobaba la ley que prohibir¨¢ pr¨®ximamente el uso del burka en la calle. A la postre, result¨® una falsa alarma. El mismo d¨ªa, a la misma hora, otro aviso de bomba (que tambi¨¦n result¨® falso) oblig¨® a desalojar la estaci¨®n del tren de cercan¨ªas de Saint Michel.

Ayer, otra falsa alarma oblig¨® a parar el tr¨¢fico de trenes de cercan¨ªas en una zona cercana a Par¨ªs. Un paquete sospechoso dejado en la v¨ªa del tren de la estaci¨®n de Massy-Palaiseau fue inspeccionado por un grupo de especialistas policiales hasta que se descart¨® que se tratara de una bomba.

Hay voces que se escaman ante tal despliegue de prevenci¨®n. Dominique de Villepin, ex primer ministro, acusa al Gobierno de desatar el p¨¢nico: "Es importante tomar medidas, actuar, pero no suscitar el p¨¢nico entre la poblaci¨®n". Villepin a?adi¨® que, a su juicio, la pol¨ªtica de comunicaci¨®n de Sarkozy y de su ministro del Interior es "torpe y, tal vez, incluso c¨ªnica". El portavoz del Partido Socialista franc¨¦s, Benoit Hamon, defini¨® la actitud del Gobierno como "la estrategia del miedo".