"Me planteo quitar de mi curr¨ªculo las dos carreras"
La sobrecualificaci¨®n sale cara: se pierde competitividad y productividad
Ana Pastor tiene 29 a?os, dos carreras (Historia, rama Arqueolog¨ªa, y Restauraci¨®n), habla ingl¨¦s y franc¨¦s. Vivi¨® un a?o en Par¨ªs e hizo pr¨¢cticas en el Louvre y en el instituto de Patrimonio franc¨¦s. Miguel Larraz es ingeniero t¨¦cnico de Dise?o Industrial, curs¨® un m¨¢ster de un a?o de la Escuela Elisava, de la Pompeu Fabra, domina el ingl¨¦s y vivi¨® un a?o en Rumania. Tiene 27 a?os. Lilian Garc¨ªa, de 24, estudi¨® Ciencias Ambientales y un m¨¢ster de dos a?os en Copenhague en Ingenier¨ªa Qu¨ªmica. Ha hecho seis cursos desde que se qued¨® en paro hace un a?o. Acaba de empezar otro m¨¢ster.
Los tres eligieron sus carreras por vocaci¨®n. Cada uno de sus curr¨ªculos habla de a?os, dinero y esfuerzo invertidos. Siguieron el consejo m¨¢s repetido por expertos y pol¨ªticos para soportar la crisis: estudiar. Pero, de momento, la ventaja que cre¨ªan tener no aparece por ninguna parte, y tanto Ana Pastor como Miguel Larraz buscan ya cualquier trabajo. Ayer contrataron a Ana durante mes y medio en una empresa de restauraci¨®n fuera de Madrid. "Estoy muy contenta, es de lo m¨ªo, pero sigo buscando cualquier otra cosa, porque luego voy a seguir en paro, en la incertidumbre".
"Me descartan porque creen que voy a exigir m¨¢s sueldo", dice Larraz
"No se puede desperdiciar todo este talento", se?ala una soci¨®loga
Lilian Garc¨ªa todav¨ªa no ha rebajado sus expectativas. Aunque admite que, si pasa m¨¢s tiempo, y sobre todo ahora que ni su padre ni su madre tienen empleo, tendr¨¢ que claudicar. Al menos en parte. "?Por qu¨¦ nadie me explic¨® que esta carrera [Ciencias Ambientales] no ten¨ªa futuro?", se pregunta con rabia.
Las cifras de paro de los licenciados respaldan con claridad la idea de que el que estudia multiplica sus opciones de encontrar empleo. Soportan un 16,4% de tasa de paro (el doble que en 2008, cuando empez¨® la crisis), frente a las del 52,1% para quienes no acabaron la ense?anza obligatoria y del 33,8% entre los que cursaron Bachillerato o FP de grado medio. Pero hay otra cifra que explica mejor lo que les sucede a los que est¨¢n m¨¢s preparados en Espa?a. Cuantifica la frustraci¨®n, y es el 44% de universitarios que se emplea en trabajos que no requieren esos estudios, seg¨²n el informe Panorama de la educaci¨®n 2010, de la OCDE. Se llama sobrecualificaci¨®n. Y machaca talento, ilusiones y productividad.
"Hay que ser selectivo. Esa premisa de que, como hay crisis, lo mejor es estudiar, da igual qu¨¦, es poco ¨²til", explica Jos¨¦ Garc¨ªa-Montalvo, catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada de la Pompeu Fabra. "Hay muchos universitarios que el mercado laboral espa?ol no puede absorber. El resultado es que se deprecian los t¨ªtulos. Tampoco es una buena idea elegir un m¨¢ster sin apenas haber trabajado. Adem¨¢s, se busca un trabajador polivalente. En Espa?a es frecuente hablar con universitarios que solo quieren 'trabajar de lo suyo' y estar cerca de casa. Nada de movilidad. Las cosas no funcionan as¨ª".
No es el caso de Ana Pastor ni de Miguel Larraz. Han hecho pr¨¢cticas en instituciones de prestigio. Miguel trabaj¨® un a?o en un puesto acorde a su formaci¨®n. Viven pegados al tel¨¦fono por si los llaman, dispuestos a mudarse a cualquier otra ciudad o pa¨ªs. En medio de una crisis que estrangula brutalmente el empleo, ni siquiera quienes han tomado las mejores decisiones encuentran un hueco laboral. "?Que qu¨¦ me planteo?", dice Ana. "Eliminar de mi curr¨ªculo las dos carreras y enfocarlo hacia la parte de trabajos no cualificados que he hecho". Miguel intenta trabajar de camarero. Lo ven como algo temporal. "Soy muy joven para tirar la toalla, no quiero renunciar a mi profesi¨®n, que me gusta mucho", a?ade Pastor.
"A veces veo que me descartan porque creen que voy a querer cobrar m¨¢s o que lo voy a dejar pronto, en cuanto encuentre algo mejor", explica Larraz. "Antes pensaba: el pr¨®ximo trabajo va a ser mejor.
Llevo un a?o y un mes en paro. Es que no me lo creo. Antes de la crisis me llegaban 30 ofertas al d¨ªa. Ahora aceptar¨ªa cualquier cosa, aunque creo que la situaci¨®n mejorar¨¢. Solo espero que no sea cuando cumpla 35 a?os o m¨¢s. De lo que s¨ª me he dado cuenta es que esa frase t¨®pica es cierta: el mejor m¨¢ster es la experiencia. Mis tres a?os trabajados son mi mejor activo".
Lilian Garc¨ªa se siente en desventaja. Es la m¨¢s joven, y su ¨²nico contrato fue de seis meses en una empresa para el Ayuntamiento de Madrid, aunque no ten¨ªa mucho que ver con las Ciencias Ambientales. "La juventud es mala para encontrar trabajo. No nos dan una oportunidad de aprender en una empresa. Adem¨¢s, te piden mil idiomas, tres a?os de experiencia y formaci¨®n para luego pagarte menos de mil euros". Y la ventaja salarial que ten¨ªan frente a los que solo terminan la Secundaria se ha desplomado un 40% entre 1997 y 2004, seg¨²n un informe de La Caixa publicado en 2007.
Los a?os de bonanza econ¨®mica maquillaron algunos problemas estructurales del mercado laboral espa?ol y ahora les estallan en la cara a los j¨®venes y al sistema. Porque la sobrecualificaci¨®n es muy cara. Hace que un pa¨ªs pierda competitividad y productividad. "En Espa?a se ha hecho un enorme esfuerzo en educaci¨®n que el tejido empresarial no asimila, porque es un modelo que no requiere tanta cualificaci¨®n", explica Santos Ruesga, catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada de la Universidad Aut¨®noma de Madrid. "Creo que el sistema productivo tiene una gran responsabilidad. No se ha hecho un esfuerzo similar ah¨ª, en las empresas, por eso no necesitan a los que salen de las universidades".
"Si no se invierte en I+D+i no se crear¨¢n puestos con valor a?adido, que es lo que necesitan los j¨®venes mejor formados", agrega Almudena Moreno, profesora de Sociolog¨ªa de la Universidad de Valladolid. "Hay que cambiar de estrategia, porque el tejido productivo se ha especializado en crear empleo de baja calidad. Y si se truncan las expectativas y el plan vital de los que estudian o quieren estudiar, encontraremos a una generaci¨®n desmotivada. No se puede desperdiciar as¨ª todo ese talento".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.