El reto maldito de arrebatar a Franco el Valle de los Ca¨ªdos
Los forenses del Gobierno creen casi imposible exhumar a los republicanos
Franco resiste. Casi 35 a?os despu¨¦s de su muerte, la democracia ha conseguido echarlo de las plazas que presid¨ªa a caballo, ha retirado cientos de placas que recordaban a los ca¨ªdos por Dios y por Espa?a y ha cambiado el nombre a las calles que homenajeaban a sus sanguinarios generales. Pero el monumento que el dictador ide¨® para inmortalizar su victoria, el mayor s¨ªmbolo del franquismo y la fosa com¨²n m¨¢s grande de Espa?a, el Valle de los Ca¨ªdos, sigue intacto, regido por los mismos principios y decretos que ¨¦l dej¨® atados y bien atados.
El mausoleo se ha convertido en una herencia maldita para los Gobiernos democr¨¢ticos que han querido redise?ar su gesti¨®n -el primero que lo intent¨®, sin ¨¦xito, fue Felipe Gonz¨¢lez en 1984-. Ayer, en el Senado, todos los partidos pol¨ªticos salvo el PP instaron al Ejecutivo a "romper el cord¨®n umbilical con el franquismo", en palabras del senador de IU Joan Josep Nuet (autor de la iniciativa), o a convertir "un monumento a la humillaci¨®n de los que dieron su vida por defender a un Gobierno leg¨ªtimo, en un monumento a la educaci¨®n, la democracia y los valores constitucionales", en las del socialista Enrique Cascallana. Pero no es f¨¢cil.
El Gobierno se ha atascado en el proyecto para cambiar el significado del Valle de los Ca¨ªdos, exhumar los restos de los republicanos que fueron trasladados all¨ª y enterrados junto a su verdugo sin el consentimiento de sus familiares y convertir el lugar, "donde hoy campan a sus anchas grupos de ultraderecha", seg¨²n denunci¨® Nuet, en un museo de la memoria similar al que pa¨ªses europeos y latinoamericanos han instalado en los antiguos centros de tortura de sus respectivas dictaduras.
Andr¨¦s Bedate, forense y asesor personal del ministro de Justicia, Francisco Caama?o, y Antonio Alonso, jefe del Servicio de Gen¨¦tica Forense del Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa, realizaron recientemente una inspecci¨®n en el mausoleo para comprobar el estado de los restos all¨ª inhumados, correspondientes a 33.847 personas, 21.317 de ellas identificadas, adem¨¢s del propio Franco. La primera impresi¨®n no fue buena. Por las criptas en las que fueron enterrados se ha filtrado agua que ha da?ado y mezclado unos huesos con otros. Todo indica que exhumarlos e identificarlos, como desean las familias de una docena de republicanos, es imposible. Por esa raz¨®n, el Gobierno desestim¨® recientemente una subvenci¨®n para intervenir en el Valle de los Ca¨ªdos, como s¨ª ha concedido para abrir otras fosas.
El Ejecutivo estudia c¨®mo abordar el descomunal monumento desde el punto de vista legal -se rige a¨²n por un decreto de 1957- y cultural -una comisi¨®n de expertos del ministerio que dirige ?ngeles Gonz¨¢lez-Sinde todav¨ªa no ha logrado decidir qu¨¦ elementos del Valle deben ser eliminados y cu¨¢les amnistiados por su valor art¨ªstico-. El mausoleo ni siquiera es propiedad del Estado, aunque es Patrimonio Nacional quien corre con los gastos de su mantenimiento.
El Senado dio ayer un nuevo plazo, este de seis meses, al Gobierno para que encuentre la f¨®rmula de arrebatar a Franco su ¨²ltima plaza.
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