El Viejo Laborismo encumbra a Ed Miliband
El candidato favorito de los sindicatos logra una ajustada victoria frente a su hermano David, que acapar¨® el respaldo de los diputados y militantes del partido
Primero, unos instantes de incr¨¦dulo silencio. Luego, como no pod¨ªa ser de otra manera, una ovaci¨®n de gala. As¨ª, casi estupefacto, recibi¨® ayer el congreso del Partido Laborista brit¨¢nico el anuncio de que Ed Miliband, el peque?o de los dos hermanos, hab¨ªa derrotado a David en el ¨²ltimo suspiro de la carrera por el liderazgo de los laboristas. El apoyo de los sindicatos fue el elemento decisivo en el triunfo de Ed, que gan¨® el 50,65% de los votos frente al 49,35% de David, aunque este obtuvo m¨¢s apoyos entre diputados y militantes.
La victoria de Ed Miliband supone un giro a la izquierda del Partido Laborista y augura fuertes tensiones entre quienes creen que hay que desterrar a los libros de historia el Nuevo Laborismo y quienes creen que hacer eso equivaldr¨¢ a perpetuar a los conservadores en el poder. Significativamente, nada m¨¢s conocerse la victoria de Ed Miliband las casas de apuestas aumentaron -de 6 a 4 a 13 a 8- los premios a quienes apuesten a favor de una victoria laborista en las pr¨®ximas elecciones. Lo que significa que creen que, con Ed al frente del laborismo, los conservadores tienen m¨¢s posibilidades de seguir en el Gobierno.
"Necesitamos un cambio. Hemos perdido la confianza de los electores"
El nuevo l¨ªder queda en posici¨®n d¨¦bil para resistir un giro a la izquierda
El hecho de que los sindicatos hayan sido decisivos para darle el triunfo a Ed es quiz¨¢ uno de los factores m¨¢s preocupantes para el sector m¨¢s centrista del laborismo porque deja al nuevo l¨ªder en posici¨®n d¨¦bil y con pocas posibilidades de resistir las presiones de los sindicatos para que d¨¦ un giro a la izquierda. Eso, que es en s¨ª mismo perfectamente leg¨ªtimo, es un problema en este caso porque el candidato con m¨¢s apoyos en los grupos parlamentarios laboristas en los Comunes y en el Parlamento Europeo y entre los militantes ha sido David Miliband.
Este galimat¨ªas se debe al peculiar sistema de voto para elegir al l¨ªder laborista: un tercio de los votos corresponden a los diputados, otro tercio a los militantes y el tercio restante a las organizaciones afiliadas, es decir, fundamentalmente los sindicatos.
Ninguno de los cinco candidatos obtuvo la mayor¨ªa absoluta en los llamados votos de primera preferencia, por lo que se elimin¨® al candidato con menos votos (Diane Abbot) y se adjudicaron las segundas preferencias de sus votantes. El siguiente en caer eliminado fue Andy Burnham y luego Ed Balls. En el mano a mano entre los dos hermanos Miliband, David super¨® a Ed entre los diputados (17,8% frente a 15,5%) y los militantes (18,1% frente a 15,1%), pero Ed compens¨® esa desventaja con un apoyo masivo entre las organizaciones afiliadas (19,9% frente a 13,4%).
Ed Miliband no dio ayer muchas pistas sobre qu¨¦ piensa hacer para contentar a los electores desencantados, aunque significativamente cit¨® la inmigraci¨®n y la p¨¦rdida de poder adquisitivo como las principales preocupaciones de la gente. Homenaje¨® sentidamente a su hermano David, dedic¨® bonitas palabras al resto de candidatos, se acord¨® cort¨¦smente de Tony Blair y Gordon Brown, pero pareci¨® m¨¢s bien renegar de su legado: "Hemos perdido las elecciones y las hemos perdido de mala manera. Mi mensaje para este pa¨ªs es este: S¨¦ que hemos perdido la confianza, s¨¦ que estamos fuera de onda, s¨¦ que necesitamos un cambio".
"Hoy, una nueva generaci¨®n ha comprendido el mensaje a favor del cambio", a?adi¨®. "Estas elecciones significan pasar una p¨¢gina porque una nueva generaci¨®n ha dado un paso al frente para servir al partido y, con el tiempo, espero que tambi¨¦n al pa¨ªs. Hoy empieza el trabajo de una nueva generaci¨®n", sintetiz¨®.
"El sistema electoral es el que es y hay que aceptar el resultado. Ahora el partido tiene que unirse en torno al nuevo l¨ªder", declar¨® con cara de circunstancias uno de los barones del partido m¨¢s comprometidos con el Nuevo Laborismo, Alan Johnson.
Pero el problema para los laboristas no s¨®lo se reduce a unirse o no en torno al nuevo l¨ªder: hay tambi¨¦n importantes factores de aritm¨¦tica electoral. Pese a perder muchos votos, los laboristas apenas perdieron presencia en esca?os en sus bastiones del norte de Inglaterra; sin embargo, s¨®lo controlan 49 de los 302 esca?os del sudeste de Inglaterra -excluido Londres-, donde el trasvase de votos hacia conservadores o liberales alcanz¨® una tasa del 9%, seg¨²n un an¨¢lisis de la consultora YouGov.
"El partido tiene ya una posici¨®n dominante en la Gran Breta?a norte?a y c¨¦ltica. Incluso si mejora sus resultados en las pr¨®ximas elecciones generales, no hay suficientes esca?os en Gales, Escocia y el norte de Inglaterra para que los laboristas se aseguren una mayor¨ªa parlamentaria convincente. La clave para la recuperaci¨®n est¨¢ en las circunscripciones m¨¢s disputadas del sur y del centro", sostienen los analistas Patrick Diamond y Giles Radice en un trabajo publicado por Policy Network, un centro de estudios pr¨®ximo al Nuevo Laborismo.
Y el triunfo de Ed Miliband y su esperado giro a la izquierda puede ilusionar a las bases obreras del Partido Laborista, pero est¨¢ por ver que ayude a recuperar el favor de las desencantadas clases medias del sur del pa¨ªs, en cuyas manos parece estar el destino del pr¨®ximo Gobierno en Reino Unido.
13 a?os en el poder
- La Tercera V¨ªa y Tony Blair. En 1997, Tony Blair desbanca al conservador John Major tras una contundente victoria electoral e impone su programa pol¨ªtico centrista. Durante su primer mandato se establecieron los Parlamentos de Escocia y Gales, y en 1998 se firmaron los Acuerdos de Viernes Santo entre el IRA y el Gobierno brit¨¢nico para poner fin al conflicto de Irlanda del Norte. En 2001, Blair logr¨® su segunda mayor¨ªa absoluta, algo in¨¦dito para el Partido Laborista, y en 2005, la tercera. El Gobierno de Blair impuls¨® una amplia reforma del sistema sanitario.
- Gordon Brown. La decisi¨®n de apoyar la guerra de Irak, al margen de la ONU, pas¨® factura a Blair y su ministro de Hacienda, Gordon Brown, le sustituy¨® como jefe del Laborismo y del Gobierno en junio de 2007. La lucha contra la inflaci¨®n y el desempleo centraron su mandato. El pasado 10 de mayo Brown dimiti¨® tras sufrir un descalabro electoral.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.