Crecimiento y bienestar

Las consecuencias de la crisis econ¨®mica y financiera de los ¨²ltimos a?os han puesto de manifiesto los puntos d¨¦biles de sistemas econ¨®micos y sociales que hasta ahora se consideraban robustos. Por ejemplo, a pesar del r¨¢pido crecimiento econ¨®mico estadounidense de las ¨²ltimas d¨¦cadas, el aumento del desempleo combinado con la amplia dispersi¨®n de la distribuci¨®n de la renta implica que el nivel de pobreza en EE UU, seg¨²n los datos del censo del a?o 2009, haya alcanzado niveles cercanos al 15% de la poblaci¨®n. En un contexto de envejecimiento de la poblaci¨®n y ajuste fiscal que requerir¨¢ recortes de los gastos sociales en la mayor¨ªa de los pa¨ªses desarrollados, la relaci¨®n entre crecimiento y bienestar se hace cada vez m¨¢s tenue y la composici¨®n y la calidad del crecimiento son cada vez m¨¢s importantes.

Periodos largos de r¨¢pido crecimiento, como los de Espa?a o EE UU, parecen generar desequilibrios

El Centro Barilla para la Nutrici¨®n Alimenticia (CBNA) ha publicado recientemente un estudio que intenta medir el nivel de bienestar (wellbeing, en ingl¨¦s) de los pa¨ªses avanzados. El proceso de medici¨®n es complejo, ya que el bienestar incluye factores econ¨®micos, sociales, pol¨ªticos y de medioambiente. Es por tanto un concepto multidimensional, que incluye elementos tanto objetivos como subjetivos. El informe Barilla se decanta por un sistema de medici¨®n objetiva del bienestar para evitar sesgos y facilitar las comparaciones entre pa¨ªses. Esta decisi¨®n es importante ya que, a pesar de sus imperfecciones, los conceptos objetivos y mensurables afectan e influencian las decisiones de pol¨ªtica. Y por tanto deben de tomarse en serio.

El concepto de bienestar intenta ir m¨¢s all¨¢ del concepto tradicional de crecimiento, medido por el Producto Interior Bruto (PIB). No solo es dif¨ªcil medir la "calidad" del crecimiento -recuerdan el debate sobre el modelo de crecimiento espa?ol basado en la construcci¨®n, o el debate sobre el modelo de crecimiento americano, basado en el consumo- si no que es un concepto demasiado limitado. Recientemente el presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, encarg¨® un estudio, liderado por dos premios Nobel de Econom¨ªa, Joseph Stiglitz y Amartya Sen, para analizar alternativas al PIB como medida de bienestar. El estudio no identific¨® ning¨²n indicador novedoso, pero s¨ª sugiri¨® aspectos que deber¨ªa tener en cuenta, como la distribuci¨®n de la renta, la actividad fuera de mercado, y los aspectos no econ¨®micos como la educaci¨®n, la salud, la calidad de la democracia, la seguridad, o el medioambiente.

El informe publicado por el CBNA toma el testigo de este debate e intenta construir un indicador de bienestar basado en las conclusiones de este estudio. El ?ndice CBNA analiza el bienestar en 10 pa¨ªses: tres de la zona mediterr¨¢nea (Espa?a, Italia y Grecia), dos de Europa Central (Francia y Alemania), dos de Escandinavia (Dinamarca y Suecia), m¨¢s el Reino Unido, EE UU y Jap¨®n. El ?ndice CBNA recoge 41 indicadores que capturan m¨²ltiples aspectos del bienestar: f¨ªsico y psicol¨®gico, material, medioambiental, educativo, social y pol¨ªtico, agrupados a su vez en tres sub¨ªndices: "estilo de vida", "riqueza y sostenibilidad", y "social e interpersonal". Los ¨ªndices son relativos, no absolutos, ya que o hay un concepto absoluto del bienestar y, por tanto, una vez calculados los ¨ªndices, los pa¨ªses son clasificados de mayor a menor nivel de bienestar.

Los resultados son interesantes. El sub¨ªndice "estilo de vida" muestra a Jap¨®n en primera posici¨®n, seguido de Suecia y Francia. Espa?a est¨¢ en quinto lugar, y los tres ¨²ltimos son Dinamarca, Grecia y, en ¨²ltimo lugar, EE UU. Los factores considerados incluyen, entre otros, esperanza de vida, tasa de mortalidad, consumo de antidepresivos, obesidad, actividad f¨ªsica, y consumo de frutas y verduras, de tabaco y de alcohol. El sub¨ªndice "riqueza y sostenibilidad" muestra a Dinamarca en primera posici¨®n, seguida de Suecia y Francia. Los tres ¨²ltimos son Espa?a, Estados Unidos y finalmente Grecia. Los factores considerados incluyen, entre otros, la renta per c¨¢pita, la formaci¨®n bruta de capital fijo, la tasa de ahorro, la "huella ecol¨®gica" (la cantidad de tierra y agua necesarios para producir los recursos consumidos y absorber los desechos producidos), la tasa de energ¨ªas renovables y las emisiones de CO2.

Finalmente, el sub¨ªndice "social e interpersonal" muestra a Dinamarca en primera posici¨®n, seguida de Suecia y el Reino Unido, con Espa?a, Italia y finalmente Grecia en los ¨²ltimos lugares. Los factores incluidos son, entre otros, los resultados del test educativo PISA, el ¨¦xito escolar, el riesgo de pobreza, la desigualdad de la renta, la tasa de desempleo, la calidad de la democracia y el nivel de corrupci¨®n.

Combinando los tres sub¨ªndices el resultado final es, de mayor a menor bienestar: Suecia, Dinamarca, Jap¨®n, Francia, Reino Unido, Alemania, Italia, Espa?a, EE UU y Grecia. El an¨¢lisis de la sensibilidad de los resultados a cambios en los pesos usados para compilar los ¨ªndices no muestra variaciones importantes en el ranking.

Los resultados son interesantes, aunque no del todo sorprendentes. El modelo socioecon¨®mico n¨®rdico parece ser el que mayor bienestar proporciona a su poblaci¨®n. Jap¨®n, a pesar de su "d¨¦cada perdida" y de la percepci¨®n occidental de ser un pa¨ªs en perenne estado de crisis, es uno de los pa¨ªses donde el bienestar es m¨¢s alto. Parece que la disciplina personal y el ahorro favorecen el bienestar. El modelo mediterr¨¢neo, a pesar del t¨®pico del clima y la calidad de vida, parece que no es capaz de generar tanto bienestar objetivo -de nuevo la disciplina, en este caso su ausencia, parece ser un factor importante-. Finalmente, las econom¨ªas que han experimentado largos periodos de r¨¢pido crecimiento, como Espa?a o Estados Unidos, parecen haber generado un tipo de crecimiento poco equilibrado que no ha mejorado de manera ostensible el bienestar de sus ciudadanos.

Esta l¨ªnea de investigaci¨®n est¨¢ en sus inicios y sin duda tiene mucho que avanzar y mejorar, pero es cada vez m¨¢s relevante ante una d¨¦cada que estar¨¢ definida por un largo ajuste fiscal que obligara a los gobiernos a tomar decisiones dif¨ªciles y que afectaran de manera fundamental al modelo de crecimiento -y por tanto al bienestar- de los distintos pa¨ªses. Recuerden, lo que se mide se puede valorar, evaluar y debatir. Ahora se ha empezando a medir la calidad del crecimiento, y los votantes tenemos la obligaci¨®n de tenerlo en cuenta y ser cada vez m¨¢s exigentes.

?ngel Ubide es investigador visitante del Peterson Institute for International Economics en Washington.