"No entiendo la mala fama de los sindicalistas"
Sentada en la terraza de la cafeter¨ªa Pryce, junto a la madrile?a glorieta de Pir¨¢mides, cerca de su casa, Petra Mart¨ªnez (Linares, 1944) cuenta que se qued¨® prendada del teatro en los a?os setenta, cuando aprend¨ªa ingl¨¦s. "Le¨ªa piezas teatrales, m¨¢s sencillas que las novelas". El primer espect¨¢culo al que acudi¨®, dice, fue el musical de Oliver Twist.
El padre de esta actriz tuvo que dejar Oca?a (Toledo) y recalar en Ja¨¦n por "militar en alg¨²n partido republicano", cuenta ella. Pero Petra Mart¨ªnez, que nunca fue demasiado militante, que no est¨¢ afiliada a ning¨²n sindicato, a ning¨²n partido, y que pertenece desde hace muy poco a la Uni¨®n de Actores, salt¨® a la palestra gracias a la huelga general del pr¨®ximo 29 de septiembre. Ocurri¨® en el acto del 9 de septiembre en la plaza de toros de Vistalegre, ante 16.000 delegados sindicales. Ella present¨® el acto, se enerv¨®, llor¨® y conmovi¨®.
La actriz conmovi¨® a los delegados en Vistalegre con su nervio y sus l¨¢grimas
"La reforma laboral es tremenda", enfatiza esta modesta actriz, fajada con la censura teatral de la dictadura. Petra Mart¨ªnez hace fundamentalmente teatro, suele interpretar papeles secundarios en pel¨ªculas y series de televisi¨®n, vota a IU y alaba la figura del delegado sindical: "Habr¨¢ buenos y malos, s¨ª, pero no entiendo su mala fama. Con esto, desde luego, no se hacen millonarios".
Y eso que la cita ma?anera tiene lugar en plena embestida de la Comunidad de Madrid contra los liberados sindicales, y en medio de las cr¨ªticas a unos v¨ªdeos de UGT que ridiculizan al empresariado. Degustar las dos tostadas de aceite le lleva casi una hora a la actriz. Beber el delicioso zumo de naranja y papaya, otro tanto.
A Mart¨ªnez, que tambi¨¦n sinti¨® el estrellato en 2007 cuando protagoniz¨® La soledad (2007), de Jaime Rosales, Goya a la mejor pel¨ªcula, le pidieron oficiar el evento de Vistalegre. Acept¨®, quiz¨¢s porque no presagiaba la guerra de nervios que se apoderar¨ªa de ella.
"?Si fue la interpretaci¨®n en la que m¨¢s nerviosa he estado? Sobre un escenario, seguro. Y eso que he presentado varias galas". Pide otro caf¨¦ con leche, que sorbe despacio, y contin¨²a: "Adem¨¢s, no estoy familiarizada con ese lenguaje. Tem¨ªa liarme y confundir t¨¦rminos estrictamente sindicales".
Con las encuestas minando el ¨¢nimo de las centrales obreras, CC OO y UGT se jugaban mucho en aquella ceremonia, que fue un ¨¦xito rotundo. La actriz, puro nervio, peque?os ojos claros que escrutan alegremente al que est¨¢ delante, aport¨® su granito de arena. Pero su tensi¨®n la traicion¨® un poco cuando expres¨®, micr¨®fono en mano: "En lugar de estar aqu¨ª, preferir¨ªa estar en un festival de cine u homenajeando a un empresario...". Se atranc¨® y al poco se escuch¨® un abucheo, un u prolongado de los delegados que Petra Mart¨ªnez resolvi¨® con un: "?Pesados! ?Me refer¨ªa a un empresario que reparta su beneficio entre los trabajadores en tiempos de vacas gordas!".
Al final, cuando recit¨® un escrito que Pablo Neruda brind¨® a Miguel Hern¨¢ndez, rompi¨® en sollozos. Petra Mart¨ªnez est¨¢ casada con el actor Juan Margallo, con el que fund¨® la compa?¨ªa de teatro Uroc en 1984. La hija de ambos, Olga Margallo, que est¨¢ en otra mesa del bar, tambi¨¦n es int¨¦rprete y directora teatral.
Durante el acto, los sindicalistas pidieron la cabeza de Zapatero. ?Deber¨ªa dimitir? "No. Creo que el desbarajuste ser¨ªa mayor".
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