"Cuando escribes, tratas de ser mejor guionista que Dios"
![Tereixa Constenla](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F4a9d21e6-fecd-4076-96c0-2a3304b4a129.png?auth=2be3e07afdf303d62f9e812c5b126fc431dcf33d7cc11ab282cead556ee2c9e4&width=100&height=100&smart=true)
Santiago Roncagliolo (Lima, 1975) hizo en Tokio todo lo que Bill Murray, el protagonista de Lost in translation, hizo o habr¨ªa podido hacer. Alquil¨® durante media hora a una geisha moderna "solo para hablar". Seleccion¨® el canal porno en la habitaci¨®n del hotel para acabar descubriendo que le hurtaban el momento de m¨¢xima fricci¨®n porque se pixela. Acudi¨® a un caf¨¦ servido por camareras ani?adas con falso aroma a pedofilia. Rastre¨®, en fin, el submundo del sexo en una cultura con deseos, tab¨²es y c¨®digos diferentes de la occidental. Todo lo que hizo est¨¢ en Tan cerca de la vida (Alfaguara), su nueva novela, que naci¨® del estupor ante la pixelaci¨®n er¨®tica, su propia sensaci¨®n de soledad en un hotel de superlujo y su observaci¨®n de un Tokio altamente tecnologizado.
"Es la primera vez que veo a la gente en Espa?a con peor humor que en Per¨²"
Nada tiene que ver con Abril rojo, la novela sobre el Per¨² en los tiempos de Sendero Luminoso con la que gan¨® el premio Alfaguara en 2006, o Memorias de una dama, sobre una arist¨®crata vinculada a la mafia y a las dictaduras caribe?as que se evapor¨® del mercado rodeada de pol¨¦mica. Tan cerca de la vida tiene algo de ciencia-ficci¨®n, algo de thriller, algo de romanticismo. "Kubrick o Picasso se reinventaban cada vez. Yo quiero que cada libro sea una experiencia distinta. La vida es insuficiente, no puedes ser todas las personas que te gustar¨ªa ser", dice casi entre risas.
Max, el empleado de una corporaci¨®n que fabrica cachivaches inteligentes y que protagoniza la novela, ans¨ªa comunicaci¨®n y afecto en una ciudad que ha tecnificado ambos sentimientos.
Ir¨®nicamente, esta obra atravesada por tecnolog¨ªa puntera se escribi¨® a mano por una concatenaci¨®n de poderosas razones: "Se me fundi¨® el disco duro, ten¨ªa unos cuadernos bonitos, pens¨¦ que ser¨ªa m¨¢s corta, y era primavera".
El escritor sonr¨ªe mucho y suelta con naturalidad frases redondas. "Mi hijo y mi esposa son mi sitio en el mundo, uno es de donde le quieren", afirma Roncagliolo, que naci¨® en Per¨² y ha sido padre en Barcelona. "La realidad est¨¢ mal descrita, cuando escribes tratas de ser mejor guionista que Dios", reflexiona.
Paul Theroux le dijo una vez que los hombres felices no pod¨ªan ser escritores porque estaban demasiado ocupados siendo felices. Roncagliolo parece tener una vida feliz. Discrepa de su colega. "Trato de ser feliz, pero soy feliz con muy poco. Cuando algo sale mal y te destroza es un buen tema para escribir una novela". Los viajes son otro. "Casi todos mis libros surgen de alguno". Incluso cuando escribi¨® sobre Per¨². Roncagliolo comienza a estar en tierra de nadie, a sentirse turista en todas partes. Cuando le piden que analice la situaci¨®n de su pa¨ªs se ve m¨¢s capacitado para diseccionar la de Espa?a. "Es la primera vez que veo a la gente de peor humor aqu¨ª que en Per¨². En Per¨² antes me dec¨ªan que ten¨ªa suerte por haberme ido y ahora me preguntan: '?Por qu¨¦ no volvi¨®?".
![Santiago Roncagliolo, retratado en Madrid.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/OOKVHKA4NYNNCYJW76TLGDKVHU.jpg?auth=59572364c5b1eb2466842fcfd4c0fac03abfe125763218c23b34eda44375dc34&width=414)
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