?Y tras la huelga, qu¨¦?

Va a ser necesario alg¨²n tiempo para saber exactamente cu¨¢les son las consecuencias pol¨ªticas de la huelga general de ayer. No solo para el Gobierno, tambi¨¦n para el resto de fuerzas pol¨ªticas y para los sindicatos. Pero para conocer las consecuencias econ¨®micas no hace falta que pase ni un solo instante. Estamos, como es l¨®gico, ante las mismas urgencias, con un poco m¨¢s de desempleo y con una imagen en el exterior m¨¢s deteriorada. Somos menos productivos y menos competitivos que anteayer.

Una de las cr¨ªticas m¨¢s importantes que se podr¨ªa hacer a los convocantes de la huelga es que no han sido capaces de proponer una alternativa medianamente coherente a la reforma laboral aprobada ni a los cambios que desde los principales foros internacionales se le est¨¢n demandando a Espa?a.

Casi todos los partidos consideran que el actual sistema de pensiones es insostenible

La postura que han mantenido las diferentes fuerzas pol¨ªticas demuestra que no todo el mundo est¨¢ de acuerdo sobre los cambios que se necesitan. Pero la respuesta que han tenido la mayor¨ªa de los espa?oles, acudiendo a sus trabajos cuando se les ha permitido, es una demostraci¨®n de que entre los ciudadanos existe una idea muy clara: se necesitan cambios importantes y no es momento para el inmovilismo.

Por eso ser¨ªa muy importante que antes del final de 2010 los partidos pol¨ªticos que representan a esa gran mayor¨ªa de ciudadanos que se han opuesto a la huelga trabajando, demostraran su responsabilidad apoyando la aprobaci¨®n de dos iniciativas clave que est¨¢n pendientes en la agenda pol¨ªtica.

La primera es la reforma de las pensiones. Pr¨¢cticamente todos los partidos del arco parlamentario son conscientes de que el sistema con su dise?o actual es insostenible. Y lo que es m¨¢s importante, casi todos est¨¢n de acuerdo en cu¨¢l es la soluci¨®n: alargar la vida laboral y el periodo m¨ªnimo de cotizaci¨®n. Del acuerdo solo les separan algunos flecos, pero tambi¨¦n el verdadero deseo de solucionar por consenso uno de los principales problemas de nuestra econom¨ªa que, entre otras cosas, est¨¢ penalizando el acceso de ciudadanos, Administraciones y empresas a los mercados financieros internacionales.

La otra iniciativa que no debe esperar es completar la reforma laboral haciendo posible que la formaci¨®n profesional y los costes laborales -los que no tienen que ver con el despido- se sit¨²en en los niveles de los pa¨ªses con los que competimos. Para lograr este ¨²ltimo objetivo hay que cambiar por completo la estructura de la negociaci¨®n colectiva, dando prioridad a los acuerdos que se alcancen entre las empresas y sus trabajadores sobre los convenios colectivos, y adecuar los art¨ªculos del Estatuto de los Trabajadores que facilitan el absentismo laboral injustificado.

Sim¨®n Pedro Barcel¨® es presidente del Instituto de la Empresa Familiar.