El n¨²mero de presos baja ligeramente por primera vez en 10 a?os

En las c¨¢rceles espa?olas hay en estos momentos 931 presos menos que en octubre de 2009. Es el primer descenso de la poblaci¨®n reclusa en m¨¢s de una d¨¦cada, desde que en el a?o 2000 comenz¨® un ascenso imparable y brutal: se sobrepasaron los 50.000 presos en 2002 y los 76.000 el a?o pasado. La poblaci¨®n penitenciaria se dobl¨® en apenas 17 a?os (de 1990 a 2007) y Espa?a -con una de las tasas de delincuencia m¨¢s bajas- se convirti¨® en el pa¨ªs con m¨¢s internos de Europa occidental, tanto en t¨¦rminos absolutos como relativos, fruto de una extrema dureza penal.

Durante los ¨²ltimos meses, especialmente a partir de julio, parece que al menos las cifras se han estabilizado, aunque el problema de saturaci¨®n carcelaria contin¨²a. En octubre de 2009 hab¨ªa 76.434 presos -sumando los datos de la Administraci¨®n General del Estado y Catalu?a, con competencias propias-. Ahora hay 75.503. El n¨²mero de condenados ha seguido aumentando (en 889), pero el de presos preventivos ha bajado en 1.822.

Leve aumento de penados

Las causas, teniendo en cuenta que no ha habido modificaciones legislativas recientes -salvo la del C¨®digo Penal que no entrar¨¢ en vigor hasta diciembre- no est¨¢n claras. Porque, a pesar de las apariencias, la estabilizaci¨®n no se debe solo a los presos preventivos, que hab¨ªan disminuido ya el a?o pasado en una cifra similar, sino que se ha frenado el n¨²mero de condenados: aumentaron en 5.634 de 2008 a 2009 y en 889 de 2009 a octubre de 2010.

La secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, asegur¨® ayer en la Comisi¨®n de Interior del Congreso que la causa es el descenso de la delincuencia. Pero en 2006 hubo una importante bajada en la tasa de criminalidad (de casi dos puntos) y no fue acompa?ada de un descenso de presos. "Para hacer un an¨¢lisis hacen falta m¨¢s datos, como saber si entra menos gente en la c¨¢rcel o es que est¨¢n saliendo m¨¢s; o si ha habido cambios en alg¨²n tipo de delito concreto", se?ala Jos¨¦ Cid, profesor de Derecho Penal de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona. El descenso, en todo caso, es leve, y la poblaci¨®n reclusa sigue teniendo una dimensi¨®n inimaginable en el resto de Europa.