Garc¨ªa-Luengo echa a Garc¨ªa-Luengo

Julio C¨¦sar Garc¨ªa-Luengo P¨¦rez, alcalde de Crecente (Pontevedra), por el Partido Popular, destituy¨® el mi¨¦rcoles a su padre, Julio C¨¦sar Garc¨ªa-Luengo Montero, como teniente de alcalde y miembro de la junta de Gobierno local, tras anunciar el padre que estaba pensando en dimitir para encabezar en las pr¨®ximas elecciones locales una lista independiente en el municipio vecino de Arbo.

El padre lleva 40 a?os en el Ayuntamiento, primero como concejal y despu¨¦s, durante 28 a?os, como regidor, hasta que en 2007 le pas¨® el testigo a su hijo -concejal desde 1995, diputado provincial y teniente de alcalde en el anterior mandato-, someti¨¦ndose al proceso de "renovaci¨®n" impulsado por el presidente provincial del PP, Rafael Louz¨¢n.

En Crecente apenas hay memoria de la pol¨ªtica local sin los Garc¨ªa-Luengo

El PP encadena mayor¨ªas absolutas desde las primeras elecciones locales

Lim¨ªtrofe con Ourense y Portugal, a unos 60 kil¨®metros de Vigo, en la poblaci¨®n de Crecente apenas queda memoria de otra pol¨ªtica local que no sea la protagonizada por los Garc¨ªa-Luengo, con quienes el Partido Popular ha encadenado mayor¨ªas absolutas desde las primeras elecciones democr¨¢ticas. "Es que a m¨ª lo que m¨¢s me ha gustado siempre ha sido arreglar los problemas de los vecinos", dice el padre. "Ahora mismo vengo de estar con un jubilado que cobraba 400 euros de pensi¨®n y, gracias a m¨ª, ahora cobra 1.200 euros", expone como ejemplo de lo "muy contento, demasiado", que se siente de su dedicaci¨®n pol¨ªtica.

El padre fue anta?o maderero y el hijo dice que trabaj¨® un tiempo en una gestor¨ªa. Pero ambos han mantenido una dedicaci¨®n profesional a la alcald¨ªa de Crecente que les permite conocer al detalle todos los entresijos del municipio, aprovechar para hacer obras particulares con operarios municipales y cultivar el voto cautivo de una poblaci¨®n declinante (ahora unos 2.600 habitantes que se reparten por 11 parroquias) que vota Partido Popular porque los Garc¨ªa-Luengo saben vender como nadie la reparaci¨®n de una farola del alumbrado p¨²blico o el acceso a una finca.

As¨ª han logrado sus mayor¨ªas absolutas. As¨ª y con otros m¨¦todos m¨¢s escabrosos: est¨¢ pendiente de sentencia, por ejemplo, desde hace ocho a?os, una demanda de fraude electoral por censar en su casa familiar a 28 votantes.

En las ¨²ltimas elecciones locales, el PP obtuvo siete concejales (frente a dos del PSOE y otros dos del Bloque Nacionalista Galego) y desde hace un a?o no ha cubierto, ni piensa hacerlo, la vacante de un edil dimitido. "No lo necesitamos", aduce el alcalde.

El cese de su padre tampoco supone ninguna crisis en el Gobierno local ni para sus protagonistas, que habitan la misma casa -"en distinta planta, ojo" se?alan-, precisa el alcalde, sin admitir otras diferencias con su progenitor que las meramente generacionales. "Mantenemos unas relaciones familiares normales, entre nosotros no existe la menor tensi¨®n. Y en casa nunca hablamos de pol¨ªtica", asegura. El padre corrobora el "buen rollito" que existe entre ambos: "No me ha dolido su decisi¨®n, y adem¨¢s un padre lo perdona todo", afirma.

El alcalde considera que ya ha cumplido su programa electoral antes de acabar el mandato. "Tengo que reconocer mi buena gesti¨®n", dice, para expresar su agradecimiento al "mucho apoyo" que ha recibido de la Diputaci¨®n Provincial "y ahora de la Xunta" de Galicia. Tanto ¨¦l como su padre afirman que no tienen claro si concurrir¨¢n a las pr¨®ximas elecciones, ni si juntos o por separado. "Primero tendr¨¢ que decidirlo el PP", argumenta el alcalde. Y su progenitor: "Me apetece y no. S¨ª, porque s¨¦ lo que pasa y yo puedo resolver; y no, porque ya son 40 a?os... Lo decidir¨¦ entre hoy y ma?ana", concluye.