Francia afronta el pulso final entre Sarkozy y los sindicatos
Nueva jornada de huelga y de protestas contra la reforma de las pensiones
Nicolas Sarkozy y los sindicatos se han convertido en dos luchadores cogidos por el cuello que se estrangulan mutuamente. Nadie da la impresi¨®n de ceder. El que lo haga, ser¨¢ por ahogamiento. La mayor¨ªa parlamentaria de centro-derecha de que goza el presidente debate a marchas forzadas en el Senado el proyecto de ley convertido en emblema de Sarkozy, el del retraso de las jubilaciones. Uno a uno, van pasando los art¨ªculos clave: el retraso de la edad legal de jubilaci¨®n, de 60 a 62 a?os; el retraso de la edad a la que debe jubilarse un trabajador que no haya cotizado el tiempo pertinente para cobrar la pensi¨®n completa, de 65 a 67 a?os...
Mientras, en el otro lado, los sindicatos han previsto para hoy una jornada de protesta que contiene una novedad en lo que va de a?o: huelgas renovables, por sectores y por regiones. Los paros, de hecho, empiezan hoy pero podr¨¢n extenderse indefinidamente, siempre y cuando las asambleas locales de los trabajadores as¨ª lo decidan.
Hay previstas huelgas de este tipo en los transportes urbanos, en los trenes, en el sector de la metalurgia, en ocho de las 12 refiner¨ªas de Francia y en todos los puertos.
Para hoy, adem¨¢s, los aeropuertos anular¨¢n entre el 30% y el 50% de los vuelos. Y se espera que la ense?anza y otros sectores p¨²blicos tambi¨¦n paren. Despu¨¦s, por la tarde, las m¨¢s de 230 manifestaciones convocadas en toda Francia dar¨¢n la idea de la potencia del movimiento a la hora de sacar gente a la calle. En las ¨²ltimas jornadas de protesta, los sindicatos han contabilizado, cada vez, tres millones de manifestantes y la polic¨ªa, menos de un mill¨®n. En opini¨®n de los sindicatos, el movimiento se ha mantenido. A juicio del Ministerio del Interior, va descendiendo.
Con todo, da la impresi¨®n de que la protesta ha prendido, o por lo menos eso reflejan los sondeos: una encuesta publicada ayer por Le Parisien aseguraba que el 69% de los franceses apoya a los sindicalistas, y el 61% est¨¢ a favor de una huelga, incluso si se prolonga. Los j¨®venes de los institutos y universidades tambi¨¦n parecen haber tomado partido, y su participaci¨®n en las manifestaciones de hoy se prev¨¦ masiva.
Enfrente, Sarkozy juega a favor del calendario: el Senado aprobar¨¢ esta semana la ley, que podr¨¢ quedar definitivamente fijada este mes. Tambi¨¦n comienzan a percibirse grietas entre los ocho sindicatos convocantes y sus diferentes federaciones. Hay quien aboga por el endurecimiento de las protestas y quien advierte de que una huelga indefinida socavar¨¢ el apoyo popular ganado hasta ahora.
La vida pol¨ªtica francesa gira exclusiva y obsesivamente sobre este asunto; el actual Gobierno, al que le queda muy poca vida y est¨¢ compuesto de muchos cad¨¢veres andantes, languidece a la espera de la esperada renovaci¨®n que Sarkozy prometi¨®, antes del verano, para los d¨ªas posteriores a la aprobaci¨®n de la reforma de las pensiones.
[Renfe ha decidido cancelar la circulaci¨®n de siete trenes internacionales a partir de las ocho de la tarde de hoy hasta las ocho de la ma?ana del mi¨¦rcoles por la convocatoria de huelga].
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.