Crimen en La Fenice
Ocho destinos a trav¨¦s de la mirada de detectives de novela negra
Wallander gir¨® a la derecha en direcci¨®n a la playa de Mossby. El aparcamiento estaba desierto y el puesto de perritos cerrado a cal y canto.
(...) En el horizonte se vislumbraba el lento avance de un buque hacia el oeste. El mar estaba en calma". La playa sueca en la que el inspector Wallander se entera de que su hija Linda quiere seguir sus pasos y convertirse en polic¨ªa (Cortafuegos, 1998) no es de postal, precisamente. Es oto?o, hace fr¨ªo. Igual que mirar con los ojos de Pepe Carvalho o Francisco Gonz¨¢lez Ledesma descubre una Barcelona mucho m¨¢s marginal. Y leer a James Ellroy ilustra sobre las aristas m¨¢s ocultas de la historia estadounidense. En una novela negra aparecen monumentos o lugares emblem¨¢ticos pero no por bellos sino por exigencia del gui¨®n, supeditados a la trama. "Es m¨¢s bien el viaje a la cara oculta, a walk on the wild side", describe Anik Lapointe, editora de la colecci¨®n de t¨ªtulos de este g¨¦nero de la editorial RBA. El detective se revela como gran observador, conocedor agudo, cr¨ªtico, conectado a una ciudad que act¨²a como un personaje m¨¢s, y a la que observa con ojos cansados, c¨ªnicos, desenga?ados, nost¨¢lgicos, tristes, l¨²cidos... A trav¨¦s de ella reflexiona sobre el mundo que le ha tocado vivir. Varios de los libros que proponemos, todos en destinos internacionales, hablan de corrupci¨®n, contaminaci¨®n o especulaci¨®n urban¨ªstica.
01 Ciudad del Cabo
Dice The Times que la Ciudad del Cabo descrita por Deon Meyer en El pico del diablo recuerda a ese Los ?ngeles de los a?os cuarenta de Dashiell Hammett o Raymond Chandler. Oficinas destartaladas en edificios del centro, negros viviendo en chabolas con techos de zinc, suburbios de blancos. Y el ex¨®tico Thobela Mpayipheli, guerrero xhosa y ex agente del KGB, testigo de la muerte de su hijo en un atraco a una gasolinera de Cathcart, que llega a la capital con ansias asesinas tras recorrer 1.000 kil¨®metros del pico de Sud¨¢frica: East London, Port Elizabeth, Mossel Bay, Ciudad del Cabo. Thobela, que se relaja conduciendo por el Waterfront, entre Robben Island y Table Mountain, buscar¨¢ venganza en un pa¨ªs turbulento, con el l¨ªder racista Terre'Blanche reci¨¦n muerto a golpes y machetazos.
02 Venecia oculta
La web oficial en espa?ol de la escritora Donna Leon (www.donnaleon.es) ofrece un mapa de la Venecia que se ha pateado su comisario Guido Brunetti, que odia a los turistas y a?ora la ciudad de otros tiempos, cuando no hab¨ªa contaminaci¨®n en la laguna y s¨ª puestos de fruta callejeros. Vive en San Polo y visita con frecuencia el Palazzo Contarini dei Scrigni, a orillas del Canal Grande, residencia de sus suegros. Ha investigado cr¨ªmenes en La Fenice, el casino, el Banco de Verona, el Palazzo Ducal, Murano o el Campo San Stefano, donde los africanos venden bolsos de imitaci¨®n. Pero lo que m¨¢s le gusta es irse algunos domingos con su mujer, Paola, a leer los peri¨®dicos al sol junto al Canale della Giudecca. Su ¨²ltima aventura, Cuesti¨®n de fe, lo llevar¨¢ al Tribunal de Justicia.
03 Trastienda de Reikiavik
Navidad en Reikiavik. Un hotel de lujo en el centro rodeado de casas coloridas, con la iglesia Hallgr¨ªmskirkja y la colina ?skjuhl¨ª? coronada por el emblem¨¢tico edificio La Perla, como referencias. Turistas con jers¨¦is de lana islandesa trasegando arenques, carne ahumada, jam¨®n fr¨ªo, lengua de ternera y drambuies. Y en el s¨®tano, un empleado muerto con un traje de Pap¨¢ Noel y un cond¨®n puestos. "?Si aqu¨ª no hab¨ªa asesinatos!", se escandaliza una hu¨¦sped. Pues s¨ª, y prostituci¨®n, alcohol, drogas y soledad. La trastienda de Islandia, tierra de emociones y aventura, vista por Erlendur Sveinsson, el inspector triste de Arnaldur Indridason, en su ¨²ltimo caso: La voz. Pese a todo, las playas termales, el Lago Azul, el glaciar Sn?fellsnes (a unas tres horas en coche) o los volcanes (cenizas aparte) son una maravilla. Y Bj?rk o Sigur R¨®s siguen cantando.
04 Par¨ªs para andariegos
A Jean-Baptiste Adamsberg, comisario de Par¨ªs, le apetece la idea de asistir en Londres a unas jornadas policiales; as¨ª podr¨¢ comprobar si el T¨¢mesis tiene "el mismo olor a colada enmohecida que el Sena". Nacido en los Pirineos, exc¨¦ntrico, bajito, moreno y guapo, el personaje de la escritora Fred Vargas piensa mejor mientras camina, y en esos largos paseos conoce los recovecos de su distrito 13, en la Rive Gauche (orilla izquierda), su paseo favorito. A veces le da por perseguir a un criminal en los bosques de Quebec o, como en el ¨²ltimo libro, Un lugar incierto (el que empieza en Londres, con "gaviotas gritando en ingl¨¦s"), por cazar vampiros en el pueblo serbio de Kiseljevo, "con sus paredes coloridas y sus techos api?ados, el campanario blanco plantado en medio de las colinas y el Danubio brillando a sus pies". Pero el ep¨ªlogo lo escribe siempre en Par¨ªs.
05 Visiones de Edimburgo
El Oxford Bar, en Young Street, presume de ser el pub favorito del inspector John Rebus, que vive en Arden Street y trabaja en la comisar¨ªa de St. Leonards. A su creador, Ian Rankin, le parece que Edimburgo es una ciudad perfecta para la literatura de crimen y misterio porque "da la sensaci¨®n de que tras los gruesos muros de sus casas georgianas sucede todo tipo de atrocidades". Su cascarrabias protagonista husmea tanto en la parte fotog¨¦nica y regia -la Old y New Town, la National Gallery of Scotland, el castillo, el Parlamento concebido por el arquitecto barcelon¨¦s Enric Miralles- como en la industria tecnol¨®gica de Silicon Glen, y en la del petr¨®leo, en las corruptelas pol¨ªticas y en los bajos fondos. En La m¨²sica del adi¨®s rumia, con asesinato de por medio, los meses previos a su jubilaci¨®n en una oto?al capital de Escocia.
06 Ystad en el mapa
Antes del fen¨®meno Millennium, la calle m¨¢s conocida de Suecia se llamaba Mariagatan y estaba en Ystad, ciudad de Escania, la regi¨®n m¨¢s austral del pa¨ªs. All¨ª viv¨ªa el taciturno polic¨ªa Kurt Wallander hasta que se mud¨® al campo, a una casa cerca de L?derup desde la que se intuye el mar, y una playa con dunas, y se oyen los transbordadores que vienen de Polonia. Su hija, Linda, reside en Malm?, a media hora en tren de Ystad, viaje que transcurre entre granjas y cultivos de cereales. En su ¨²ltima pesquisa, El hombre inquieto, el investigador creado por Henning Mankell navega por el B¨¢ltico y viaja a Estocolmo, Copenhague (a 20 minutos de Malm? en tren cruzando el estrecho por el puente de ?resund), Berl¨ªn y Riga. Entremedias, recorre carreteras de costa, casi choca con un alce y reflexiona sobre una Suecia que ya no entiende.
07 Suburbios de Boston
North End, el barrio italiano, uno de los 21 que forman Boston, no volver¨¢ a ser el mismo despu¨¦s de 1919; la ciudad, tampoco. El bostoniano Dennis Lehane narra en Cualquier otro d¨ªa el fin de la hegemon¨ªa irlandesa, la explosi¨®n del terrorismo anarquista, el auge del movimiento sindical y la pandemia de gripe. Lehane tiene la visi¨®n del suburbio: naci¨® en el conflictivo Dorchester, un paisaje urbano degradado que, seg¨²n dice, lo llev¨® a decantarse por el g¨¦nero negro. A a?os luz de ese Boston moderno y liberal, las viviendas de ladrillo rojo, el Instituto Tecnol¨®gico de Massachusetts, Harvard, la colina de Beacon Hill.
08 Arcadia, la griega
Existe el turismo enol¨®gico, de golf, de balneario y tambi¨¦n de pecado capital, si seguimos las andanzas de Hermes Diaktoros, conocido como Hombre Gordo, por las islas griegas. El desconcertante personaje creado por la inglesa Anne Zouroudi primero lleg¨® a Thirminos, una id¨ªlica postal entre las azules aguas del Egeo, y resolvi¨® el asesinato de la bella Irini sin que nadie se lo pidiera. Fue la lujuria. En El pecado de Midas, la avaricia lo lleva a Arcadia: la especulaci¨®n inmobiliaria ha disparado el valor de la tierra en la isla, y su amigo Gabrilis Kaloyeros, viejo apicultor que cuida las hermosas ruinas del templo de Apolo, ha aparecido muerto.
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