Sarkozy pasa a la ofensiva

Nicolas Sarkozy, harto de encajar, pasa al ataque. Con medio pa¨ªs buscando combustible (sobre todo di¨¦sel) de gasolinera en gasolinera, los estudiantes revueltos, los trenes funcionando a la mitad y los sindicatos convencidos de que disputan el ¨²ltimo asalto para que el Gobierno retire su proyecto de ley de reforma de las pensiones, el presidente franc¨¦s anunci¨® ayer que arbitrar¨¢ medidas para solucionar la escasez de gasolina y evitar los bloqueos de dep¨®sitos de carburante. Lo dijo en Deauville (Normand¨ªa) junto al presidente ruso, Dmitri Medv¨¦dev, y la canciller alemana, Angela Merkel, durante una mini cumbre internacional algo descafeinada y muy ensombrecida por el clima de agitaci¨®n e incertidumbre que vive el pa¨ªs, con 4.500 gasolineras esperando un cami¨®n de aprovisionamiento. "Ahora salgo para Par¨ªs a una reuni¨®n para evitar la falta de gasolina y para evitar los bloqueos de combustible". El Ministerio de Medio Ambiente contaba ayer una veintena de dep¨®sitos de carburante bloqueados de los 120 con que cuenta Francia.

La patronal alerta sobre el cierre de peque?as y medianas empresas

Pero tambi¨¦n horas despu¨¦s de que Sarkozy diera un paso al frente, los sindicatos avanzaron a su vez: la sexta jornada de protesta desde que empez¨® el oto?o, la tercera en una semana, volvi¨® a sacar a la calle a una multitud que protest¨® contra el proyecto de ley. Seg¨²n la polic¨ªa, respondieron a la llamada de los ocho sindicatos principales en Francia 1,1 millones de franceses, algo menos que en el martes 12. Seg¨²n los sindicatos, fueron 3,5 millones de personas, las mismas que hace una semana. M¨¢s all¨¢ del baile de cifras, en cualquier caso, el movimiento de protesta no se desinfla. Aunque tampoco crece.

Ahora, la pelota est¨¢ en el Senado, donde se debate el proyecto de ley. Todas las previsiones auguraban que la votaci¨®n final se iba a producir hoy. Pero los senadores del Partido Socialista franc¨¦s, a base de introducir series de enmiendas y de alargar discursos, han retrasado el calendario. Los senadores de la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP, el partido de Sarkozy) se han quejado de esta maniobra encaminada, a su juicio, a dar tiempo a que la batalla en la calle engorde. Los senadores socialistas replican que cumplen con su trabajo examinando con lupa una ley que obsesiona al pa¨ªs.

As¨ª, la semana decisiva para Sarkozy se vuelve imprevisible, sin un final claro. El primer ministro, Fran?ois Fillon, ha asegurado que "cuatro o cinco d¨ªas" la situaci¨®n de escasez de combustible volver¨¢ a la normalidad. Pero los sindicatos siguen paralizando las 12 refiner¨ªas del pa¨ªs y los automovilistas recuerdan que el fin de semana pasado varios ministros se sucedieron en la televisi¨®n para prometer que no habr¨ªa problemas con el carburante y bastaba acercarse al surtidor m¨¢s cercano de la casa de uno en Par¨ªs o en Marsella para darse de bruces con la realidad.

La huelga indefinida, la falta de gasolina y la incertidumbre generalizada afectan ya a la vida econ¨®mica. La patronal francesa se muestra muy "inquieta" por los bloqueos de dep¨®sitos de combustible. La presidenta de la asociaci¨®n de empresarios franceses, Laurence Parisot, se?al¨® que si la situaci¨®n no se calma, algunas peque?as empresas podr¨ªan entrar en una deriva "catastr¨®fica". El sector m¨¢s afectado es el de la construcci¨®n y el de las obras p¨²blicas. Un comunicado emitido ayer por un portavoz de este sector recordaba que las empresas que construyen carreteras han sido las primeras afectadas por la paralizaci¨®n de las refiner¨ªas debido a que el asfalto procede de ah¨ª: "Para otras empresas de construcci¨®n, la falta de gasoil impide a los camiones acarrear los materiales necesarios". Y a?ade que pueden verse obligadas "a tomar medidas como despidos t¨¦cnicos".

Nadie se muestra dispuesto a ceder. Sarkozy ya lo ha repetido varias veces. Los sindicatos decidir¨¢n ma?ana, en una reuni¨®n, qu¨¦ hacer, c¨®mo continuar. Dos sindicatos, CFE CGC y UNAS, ya han advertido que en cuanto la ley se apruebe en el Senado, se descuelgan. "Somos un sindicato de t¨¦cnicos legalista. Una vez la reforma aprobada, hay que retirarse. Adem¨¢s, no queremos que haya excesos, que esto degenere", aseguraba ayer en la manifestaci¨®n el presidente de CFE CGC, R¨¦gis Dos Santos. Pero el resto de las organizaciones sindicales recuerda que en 2006 una protesta callejera similar oblig¨® a Jacques Chirac a retirar un nuevo contrato para j¨®venes a pesar de que ya se hab¨ªa aprobado.