Bruselas dise?a un plan para intervenir bancos en dificultades

"Es moralmente inaceptable, socialmente injusto y pol¨ªticamente devastador" que las crisis bancarias "las paguen los ciudadanos". Con estas palabras, Michel Barnier, comisario de Mercado Interior y Servicios, expres¨® ayer su compromiso para establecer un mecanismo para la gesti¨®n de las crisis financieras, que constituye su principal prioridad. A este fin, la Comisi¨®n Europea present¨® una comunicaci¨®n en la que profundiza en sus planes para asegurar que sean los propios bancos los que paguen las pr¨®ximas crisis.

El punto de partida es "que los bancos deben poder quebrar cualquiera que sea su dimensi¨®n, igual que cualquier otra empresa". No se puede repetir lo que ha ocurrido con la reciente crisis financiera "que a¨²n no ha terminado" y cuyos costes "han pagado los ciudadanos y alcanzar¨¢n a generaciones futuras", seg¨²n Barnier.

Habr¨¢ Autoridades de Resoluci¨®n en cada Estado con amplios poderes

En el documento presentado ayer, la Comisi¨®n recuerda que los Gobiernos europeos han comprometido diversos tipos de ayudas para salvar el sistema financiero, equivalentes en su conjunto al 30% del PIB de la Uni¨®n. Las que se han empleado hasta el momento superan el 13% del PIB comunitario.

Bruselas propone una estrategia basada en tres tipos de medidas para dotar a las autoridades nacionales de los poderes y las herramientas necesarias para intervenir en los bancos en dificultades. Barnier record¨® que el primer objetivo es establecer un marco europeo de gesti¨®n de crisis, actualmente inexistente, a pesar de que un 50% del sistema financiero en la mayor¨ªa de pa¨ªses est¨¢ formado por entidades trasnacionales.

Este marco deber¨¢ apoyarse sustancialmente en las autoridades nacionales. Para ello ser¨¢ prioritario que cada Estado miembro identifique la Autoridad de Resoluci¨®n que contar¨¢ con los poderes necesarios para intervenir cuando se detecte a una entidad con problemas.

El primer tipo de medidas ser¨¢ de car¨¢cter preventivo y se centrar¨¢ en reforzar los poderes de los supervisores con un endurecimiento de las normas existentes y ex¨¢menes m¨¢s sistem¨¢ticos, estableciendo un plan de recuperaci¨®n por las autoridades con la participaci¨®n de los bancos. En esta primera fase preventiva se facultar¨¢ a las autoridades para que puedan reorganizar la estructura de un banco si es necesario.

Un segundo tipo de medidas se aplicar¨¢ a los bancos que presenten determinados problemas que puedan agravar su recuperaci¨®n. En esta etapa, los supervisores podr¨¢n prohibir el pago de dividendos, cambiar a los gestores y directores, exigir determinadas desinversiones, o poner fin a determinadas actividades. Las autoridades podr¨¢n nombrar un nuevo equipo gestor para un breve periodo con el ¨²nico objetivo de restablecer la solvencia de la entidad.

El tercer tipo de medidas se refiere a las propiamente de resoluci¨®n y se aplicar¨¢n cuando ya no quede m¨¢s remedio que organizar la quiebra ordenada del banco por las autoridades de resoluci¨®n.

Estas autoridades podr¨¢n decidir la venta de parte de las entidades, constituci¨®n de bancos-puente, para preservar las funciones esenciales del banco y permitir el acceso a los dep¨®sitos. Las p¨¦rdidas ser¨¢n afrontadas primero por los accionistas, despu¨¦s por los titulares de la deuda subordinada y luego por los titulares de bonos y otros t¨ªtulos de deuda no subordinada.

Conscientes de que estos recursos no ser¨¢n suficientes en muchos casos, la Comisi¨®n propone la constituci¨®n de Fondos de Resoluci¨®n en cada pa¨ªs, que ser¨¢n financiados por los propios bancos.

Los detalles sobre estos fondos y otros aspectos de la gesti¨®n de crisis se presentar¨¢n en una propuesta legislativa la pr¨®xima primavera, previa consulta al sector y a las partes interesadas en diciembre.