Zapatero se encomienda a Rubalcaba para rescatar al Gobierno y al PSOE

Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero pasa a la ofensiva con su s¨¦ptimo cambio de Gobierno, el m¨¢s comprometido de todos porque llega cuando la crisis econ¨®mica ha disparado las cifras del paro hasta lo insoportable y ha dejado al PSOE con unas deprimentes expectativas electorales.

Con la zozobra que conlleva capitanear un barco agujereado en pleno temporal, pero con la tranquilidad que supone tener mayor¨ªa absoluta en el Congreso gracias a los acuerdos presupuestarios con PNV y Coalici¨®n Canaria, el presidente ha dado un vuelco a su Ejecutivo (v¨¦ase gr¨¢fico) con tres hitos principales: asigna un papel todopoderoso a Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, que adem¨¢s de ministro del Interior ser¨¢ vicepresidente primero y portavoz (algo in¨¦dito hasta ahora); mantiene en su puesto a la vicepresidenta, Elena Salgado, lo que constituye una confirmaci¨®n de la pol¨ªtica econ¨®mica; y apuesta por Valeriano G¨®mez, hombre pr¨®ximo a los sindicatos, para dirigir el Ministerio de Trabajo tras la reforma laboral y la huelga general.

"El rumbo est¨¢ trazado", proclam¨® ayer Zapatero para explicar las motivaciones del cambio, "pero hay que recorrerlo hasta el final. Hace falta un Gobierno renovado y pol¨ªticamente reforzado. Ser¨¢ el Gobierno de las reformas, de la recuperaci¨®n definitiva de la econom¨ªa y del empleo". El presidente ha buscado, seg¨²n declar¨® ayer, un Ejecutivo que se explique mejor: "Se incorporan nuevas personas [entre ellas Ram¨®n J¨¢uregui como ministro de la Presidencia], con un perfil pol¨ªtico claro y una extensa trayectoria en puestos de responsabilidad, con gran capacidad de comunicaci¨®n, de explicar con claridad qu¨¦ es lo que estamos haciendo". Hac¨ªa mucho tiempo que numerosos dirigentes del PSOE cuestionaban la eficacia de la actual vicepresidenta Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega como portavoz y su autoridad para coordinar la acci¨®n del Gobierno.

En la c¨²spide del nuevo Ejecutivo experto en comunicaci¨®n se situar¨¢ Rubalcaba, que ya fue portavoz del ¨²ltimo Gobierno que presidi¨® Felipe Gonz¨¢lez hasta 1996. El ministro del Interior, cuyo ascenso no ha resultado ni inesperado ni sorprendente, mandaba hasta ayer m¨¢s all¨¢ de las fronteras de su ministerio. Ahora, ese poder que atesoraba y ejerc¨ªa desde la trastienda estar¨¢ reconocido oficialmente con un cargo que le abre las puertas del segundo despacho con m¨¢s poder en el palacio de la Moncloa y le sit¨²a como la imagen principal del Gobierno desde la Oficina del Portavoz. Rubalcaba ser¨¢, en los pr¨®ximos 17 meses, la muleta en la que se apoye un renqueante Zapatero para llegar con alguna esperanza de ¨¦xito a la cita electoral de marzo de 2012. Pero no solo eso.

Si el presidente decide en el tramo final de la legislatura que no optar¨¢ a la reelecci¨®n, Rubalcaba ha quedado se?alado desde ayer como el primer candidato a la sucesi¨®n, para lo que contar¨¢ con la poderosa ayuda del vicesecretario general y ministro de Fomento, Jos¨¦ Blanco.

Nunca hubo un ministro o vicepresidente en la actual etapa democr¨¢tica que reuniera tanto poder como el que Rubalcaba tendr¨¢ a partir de ahora. Un poder casi ilimitado para hacer frente a una situaci¨®n de extrema debilidad, tanto en el Gobierno como en su partido, en un momento de especial trascendencia. Rubalcaba tiene por delante algunos retos que pueden contribuir a mejorar las expectativas electorales del PSOE, entre ellos, la recuperaci¨®n econ¨®mica, la creaci¨®n de empleo y el fin de ETA, que parece cada d¨ªa m¨¢s pr¨®ximo.

Zapatero pensaba en la necesidad de hacer cambios desde junio, pero tras algunas indecisiones ha decidido acometerlos ahora, cuando su Ejecutivo vive la etapa m¨¢s tranquila de los ¨²ltimos meses, con la estabilidad parlamentaria garantizada y con las incertidumbres financieras relativamente controladas.

El trago m¨¢s amargo de Zapatero en esta crisis ha sido prescindir de uno de sus principales asideros desde que gobierna, la vicepresidenta primera, Fern¨¢ndez de la Vega, a la que dedic¨® ayer m¨¢s frases y afecto que al resto de los ministros salientes. "Mi agradecimiento no se puede expresar solo con palabras, por su coraje, por su entrega, por su aportaci¨®n decisiva al desarrollo de derechos y libertades, a la defensa de la igualdad, Mar¨ªa Teresa va a dejar una huella imborrable en este pa¨ªs y entre todos nosotros". Ahora la nombrar¨¢ para el Consejo de Estado.

Junto a De la Vega abandonan el Gobierno Miguel ?ngel Moratinos (Exteriores), Celestino Corbacho (Trabajo), Elena Espinosa (Medio Ambiente), Bibiana A¨ªdo (Igualdad) y Beatriz Corredor (Vivienda). Estas dos ¨²ltimas se quedan como secretarias de Estado en los ministerios de Sanidad y Fomento, que recogen las competencias de los dos departamentos que desaparecen y que eran referentes simb¨®licos del presidente.

Moratinos, dolido y apenado por una decisi¨®n que no esperaba, deja su puesto en Exteriores a Trinidad Jim¨¦nez, la opci¨®n fracasada de Zapatero en las primarias socialistas de Madrid. Este traslado de Jim¨¦nez desde el Ministerio de Sanidad al de Exteriores se produce, seg¨²n varios dirigentes, por el inter¨¦s de abrir ese hueco en el Gobierno a Leire Paj¨ªn para sacarla del partido. El ef¨ªmero mandato de Paj¨ªn como secretaria de Organizaci¨®n del PSOE se ha visto alterado por discrepancias con el vicesecretario general, Jos¨¦ Blanco, y por algunas incomprensiones de otros dirigentes del partido.

El n¨²mero tres del PSOE ser¨¢ a partir de ahora Marcelino Iglesias, el presidente de Arag¨®n, que renunci¨® a la reelecci¨®n en su comunidad. Su buena relaci¨®n con los barones del PSOE vaticina m¨¢s calma interna dentro del partido.

El nombramiento menos esperado es el de Rosa Aguilar, la nueva ministra de Medio Ambiente, fichada en su d¨ªa por el PSOE andaluz como consejera de Obras P¨²blicas cuando, desde la alcald¨ªa de C¨®rdoba, era el principal s¨ªmbolo de poder de IU en toda Espa?a. Con esta incorporaci¨®n al Gobierno, Zapatero lanza la ca?a a caladeros de la izquierda que ten¨ªa abandonados y que necesita para ganar las pr¨®ximas elecciones, el ¨²nico objetivo del cambio.