El presidente pasa a la ofensiva pol¨ªtica
Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero replic¨® ayer a los que le dan por enterrado que est¨¢ muy vivo, y demostr¨®, una vez m¨¢s en su carrera pol¨ªtica, que sabe crecerse ante las situaciones m¨¢s dif¨ªciles. Todo empez¨® el domingo. Quienes pensaron que el mitin que celebr¨® en Ponferrada (Le¨®n) era de tr¨¢mite se encontraron con la sorpresa de que all¨ª empez¨® su ofensiva frente a la ca¨ªda de su credibilidad en picado, reflejada en los sondeos.
Con los Presupuestos de 2011 en la mano y la estabilidad pol¨ªtica asegurada hasta el final de la legislatura por el acuerdo logrado el viernes con el PNV y CC, anunci¨® que ten¨ªa a?o y medio para que el PSOE le diera la vuelta a las encuestas y volviera a ganar a Rajoy. Y que era posible. El convencimiento con que lo dijo result¨® cre¨ªble para buena parte de los asistentes.
Pens¨® en aplazarla a enero, pero fue clave su charla con De la Vega
Zapatero mantuvo hasta esa misma tarde la duda entre hacer el cambio de Gobierno en enero, tras las elecciones catalanas, o aprovechar el relevo de Celestino Corbacho en Trabajo, anunciado para el mi¨¦rcoles.
Ten¨ªa asumido desde antes del verano que deb¨ªa hacer ese relevo. Sab¨ªa que ten¨ªa que hacer coherente el giro estrat¨¦gico en su pol¨ªtica de salida a la crisis, tras el recorte social de mayo, con un nuevo equipo acorde con la nueva orientaci¨®n. Se lo ped¨ªan en el partido y recib¨ªa se?ales de parte del electorado socialista. Le reclamaban un Gabinete m¨¢s pol¨ªtico, m¨¢s potente y con mayor capacidad de comunicaci¨®n, susceptible de explicar la acci¨®n de Gobierno y, sobre todo, el cambio de estrategia, motivado por las presiones de los mercados financieros, para afrontar mejor la salida de la crisis.
Le faltaba el cu¨¢ndo. Su tentaci¨®n inicial era dejarlo para despu¨¦s de las elecciones catalanas. Como los pron¨®sticos eran malos, consideraba que el cambio de Gobierno pod¨ªa ser el instrumento que sirviera de revulsivo ante unos resultados adversos.
Pero esa tarde, a la vuelta de Ponferrada, despej¨® la duda y decidi¨® hacer la crisis el mi¨¦rcoles, una vez que se formalizara la aprobaci¨®n de los Presupuestos en el Congreso, el d¨ªa que hab¨ªa prometido al ministro de Trabajo su relevo.
Zapatero hizo un c¨¢lculo. Ten¨ªa la estabilidad pol¨ªtica asegurada hasta el final de la legislatura. Escudri?¨® los datos econ¨®micos. Le aseguraron que desde enero se iniciaba la recuperaci¨®n econ¨®mica. Pens¨® entonces que no ten¨ªa sentido esperar a que el Gobierno de pesos pesados, cuya misi¨®n principal era impulsar la recuperaci¨®n econ¨®mica y explicar la nueva orientaci¨®n pol¨ªtica, aplazara su formaci¨®n a enero.
Es m¨¢s. Crey¨® que el impulso con el nuevo Gobierno podr¨ªa contribuir a mejorar el mal resultado que arrojan las encuestas sobre las elecciones catalanas de noviembre.
La conversaci¨®n que tuvo la tarde del domingo con la vicepresidenta primera, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, de la que ten¨ªa que prescindir en la nueva etapa, le dio facilidades para proceder a su relevo. A partir de ah¨ª se desat¨® el cambio. Entre domingo y lunes convers¨® con sus personas de confianza: Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, Jos¨¦ Blanco y Leire Paj¨ªn. Todos respaldaron su decisi¨®n y aportaron sus criterios para el relevo gubernamental m¨¢s importante de la era de Zapatero.
Zapatero tiene ahora clara su hoja de ruta, con un horizonte de a?o y medio. En Ponferrada aclar¨® que va a ejercer como presidente y no como candidato, lo que conlleva que igual tiene que tomar m¨¢s medidas impopulares. A partir de ah¨ª se puede interpretar que, si como consecuencia de ello se quema del todo, no ser¨¢ candidato. Pero si la opini¨®n p¨²blica percibe que ese sacrificio sirve para la recuperaci¨®n econ¨®mica, no es descartable que el candidato vuelva a ser Zapatero.
La presencia de Rubalcaba como s¨²per n¨²mero dos es el mecanismo de seguridad que ha preparado Zapatero ante una posible decisi¨®n de no presentarse. Lo que tampoco prejuzga que Rubalcaba sea el candidato. En todo caso, Zapatero ya no est¨¢ para experimentos de Gobierno como hace dos a?os. Pragm¨¢tico, est¨¢ ahora por asegurar la salida a la crisis y dar confianza a la opini¨®n nacional e internacional. Y eso s¨®lo lo logra con pesos pesados como Rubalcaba.
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