El Supremo abre el segundo proceso a Garz¨®n por las escuchas de 'G¨¹rtel'
El auto cuestiona la actuaci¨®n de Pedreira, actual instructor de la trama corrupta
El juez del Tribunal Supremo Alberto Jorge Barreiro orden¨® ayer abrir procedimiento abreviado contra el juez Baltasar Garz¨®n al apreciar indicios de delitos de prevaricaci¨®n y vulneraci¨®n de las garant¨ªas constitucionales por ordenar intervenir las comunicaciones de los cabecillas de la trama G¨¹rtel con sus abogados en la prisi¨®n. El auto, de inusitada dureza, afirma que Garz¨®n, al autorizar las escuchas, lesion¨® "uno de los principios b¨¢sicos del sistema procesal penal, retrotray¨¦ndonos a un estatus procesal anterior al Estado de derecho". La resoluci¨®n deja en entredicho la actuaci¨®n del juez Pedreira, que previsiblemente ser¨¢ el siguiente objetivo de los abogados de la red G¨¹rtel y, por ende, su instrucci¨®n sobre la trama vinculada al PP.
El instructor no quiere una nulidad y prefiere que Garz¨®n sea juzgado
En l¨ªnea con el resto de la Sala, el juez Jorge Barreiro sostiene que la defensa de los cabecillas de la trama G¨¹rtel habr¨ªa tenido "mayor eficacia" si Garz¨®n hubiera acordado su incomunicaci¨®n, "pues al menos no se autoincriminar¨ªan ni aportar¨ªan fuentes de prueba en contra de sus propios intereses procesales".
La decisi¨®n del instructor del Supremo implica la apertura de un segundo procedimiento abreviado contra el juez Garz¨®n. El juez Luciano Varela le abri¨® otro por investigar los cr¨ªmenes del franquismo mientras que el magistrado Manuel Marchena indaga sus cobros como profesor en la Universidad de Nueva York.
Despu¨¦s de varios meses de mantener bajo secreto su instrucci¨®n contra Garz¨®n, Jorge Barreiro ni siquiera ha esperado a que el instructor del caso G¨¹rtel, Antonio Pedreira, alzase el secreto sobre la totalidad del sumario, y abre el procedimiento estando secretas a¨²n una parte de las actuaciones.
Adem¨¢s, ordena dar traslado al fiscal y "a todas las partes acusadoras" por un plazo de 10 d¨ªas para que soliciten la apertura del juicio contra Garz¨®n y formulen sus escritos de acusaci¨®n o "excepcionalmente" pidan la pr¨¢ctica de diligencias complementarias. El auto no menciona que se entreguen las actuaciones ni al juez imputado ni a su defensa. Entre los querellantes se encuentran el cabecilla de la trama G¨¹rtel, Francisco Correa, y su lugarteniente, Pablo Crespo.
Horas antes de conocerse el auto, la defensa de Garz¨®n hab¨ªa propuesto el testimonio del juez Antonio Pedreira y que el Supremo certificase cu¨¢ntas escuchas han sido anuladas y en cu¨¢ntas se hab¨ªa ordenado perseguir al juez o tribunal que las acord¨®.
El instructor se dedica a mejorar las querellas de los implicados en la trama G¨¹rtel, que imputaban a Garz¨®n haber ordenado las escuchas ampar¨¢ndose en un precepto que solo las autoriza cuando el preso es sospechoso de delitos de terrorismo. Barreiro desecha las argumentaciones de los querellantes por entender que la norma sobre escuchas en las c¨¢rceles es "farragosa, contradictoria y zigzagueante", y no la considera determinante para dirimir los indicios contra Garz¨®n.
Por eso se centra en la vulneraci¨®n de los derechos de defensa y del secreto profesional de los abogados de los implicados en la G¨¹rtel para concluir que, aunque las citas de los art¨ªculos por Garz¨®n fueran "err¨®neas" o "incorrectas", lo que convirti¨® su actuaci¨®n en "palmaria y clamorosamente injusta" fue ordenar las escuchas "en unos t¨¦rminos tan categ¨®ricos y omn¨ªmodos que vac¨ªan de contenido el derecho de defensa".
El juez del Supremo considera a¨²n m¨¢s "alarmante" que las escuchas se acordasen respecto a "todos" los letrados que pudiesen contactar con los imputados. Barreiro sigue al pie de la letra un informe del Colegio de Abogados de Madrid y critica a Garz¨®n por mantener las escuchas cuando Correa y Crespo nombraron nuevos letrados que no estaban imputados, como los primeros.
En cambio, critica al fiscal por entender que los autos de Garz¨®n no eran ni siquiera nulos; al instructor del caso G¨¹rtel, Antonio Pedreira, por aplicar "en su literalidad los argumentos del fiscal", y al magistrado del Tribunal Superior de Madrid Jos¨¦ Manuel Su¨¢rez Robledano, por avalar en un voto particular la actuaci¨®n de Garz¨®n, en raz¨®n de la gravedad de los delitos investigados.
Barreiro alude de pasada a que los delitos de cohecho, tr¨¢fico de influencias, defraudaci¨®n fiscal y blanqueo que investigaba Garz¨®n, son "muy dif¨ªciles de instruir", pero vuelve a que la actuaci¨®n de Garz¨®n "destruye los pilares b¨¢sicos del ordenamiento procesal del Estado de derecho".
La conclusi¨®n del juez del Supremo es que todo ello no puede quedar en una "mera nulidad procesal" sino que la gravedad de las escuchas obliga a imputar a Garz¨®n una prevaricaci¨®n castigada con hasta 20 a?os de inhabilitaci¨®n. Adem¨¢s, le atribuye haber ordenado "instalar" artificios de grabaci¨®n, por lo que le imputa otro delito de violaci¨®n de garant¨ªas constitucionales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.