Nos llevan al abismo
Hace un mes, en el monasterio de Sant Benet de Bages, Felipe Gonz¨¢lez advert¨ªa a un selecto grupo de empresarios reunidos por Esade: "Llevamos en la Uni¨®n Europea demasiado tiempo distra¨ªdos: impidamos que nos toquen m¨¢s los Tratados, porque, visto lo visto, cualquiera bloquear¨¢ su reforma". Ten¨ªa m¨¢s raz¨®n que un santo. ?Otra reforma, apenas aplicada la anterior? ?Otros referendos irlandeses, otros chantajes checos, otras siestas institucionales? ?Qu¨¦ frivolidad, qu¨¦ cansancio, qu¨¦ p¨¦rdida de tiempo, qu¨¦ endogamia, qu¨¦ invitaci¨®n a la par¨¢lisis!
Pero Berl¨ªn y Par¨ªs no lo ven as¨ª. Creen que pueden imponer una reforma corta (no las hay: las simplificadas tambi¨¦n deben ganar votaciones) para ampliar el Pacto de Estabilidad del euro. La cumbre de la UE que empieza hoy bendecir¨¢, o no, sus nuevas sanciones econ¨®micas: ning¨²n problema m¨¢s all¨¢ de su credibilidad, pues al no ser autom¨¢ticas, nadie creer¨¢ que un d¨ªa puedan aplicarse a Francia y Alemania, como no se les aplicaron las anteriores cuando incumplieron el diktat de la austeridad en 2003-2005.
Crear un FME, fant¨¢stico; reformar el Tratado para ello y para sancionar, es perder el tiempo. O peor
Y examinar¨¢ la propuesta franco-alemana de reformar el Tratado para convertir en permanente el fondo de rescate a pa¨ªses ahogados por su crisis de deuda soberana aprobado en mayo (750.000 millones de euros): un verdadero Fondo Monetario Europeo (FME). Novedad fant¨¢stica, extraordinaria. Tambi¨¦n discutir¨¢ la cumbre sobre la sanci¨®n a los incumplidores de los criterios de Maastricht de retirarles el derecho al voto, algo m¨¢s discutible, porque lo propio es que a un incumplimiento econ¨®mico se le aplique un castigo financiero y no pol¨ªtico.
?Se necesita reformar el Tratado para estas dos medidas? S¨ª para la retirada del voto por motivos financieros. Pero es un sarcasmo que lo proponga Francia, a quien en puridad deber¨ªa haberse castigado ya por atentar al "respeto de los derechos humanos, incluidos los derechos de las personas pertenecientes a minor¨ªas" (art¨ªculo 2, TUE) retir¨¢ndole el derecho a voto como prev¨¦ el art¨ªculo 7 para estos casos de naturaleza pol¨ªtica, por "riesgo claro de violaci¨®n grave" de los "valores" democr¨¢ticos. De forma que reformar el Tratado para preservar un valor importante pero menor, como la ortodoxia presupuestaria, es una frivolidad y una p¨¦rdida de tiempo.
Pero no se necesita para crear un FME. Ya antes de crear en mayo su precedente, el fondo de rescate temporal -por tres a?os-, Angela Merkel alegaba que sin modificar el Tratado era imposible, porque su Tribunal Constitucional, desde Karlsruhe, lo tumbar¨ªa. Fue posible, porque lo permite el art¨ªculo 122 (TFUE) de Lisboa. Karlsruhe ha emitido cuatro sentencias sobre la Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria (UEM) y la UE, siempre validando los avances europe¨ªstas, aunque con retranca limitativa y nacionalista.
El 12 de octubre de 1993 aval¨® Maastricht mientras no "se vac¨ªe de contenido [la soberan¨ªa] por la transferencia de funciones". El 31 de marzo de 1998 acept¨® el paso a la tercera fase de la UEM, pues "no es materia para los tribunales, sino para el Parlamento". El 30 de junio de 2009 bendijo el Tratado de Lisboa porque no osaba comunitarizar, "en lo fundamental, la determinaci¨®n de la clase o importe de los impuestos que afectan a los ciudadanos", y manten¨ªa un "n¨²cleo esencial" de "soberan¨ªa estatal". Y el pasado 7 de mayo aplaud¨ªa el rescate a Grecia "para no poner en peligro la uni¨®n monetaria" y porque "la carga" financiera sobre Alemania "no causar¨ªa un perjuicio fundamental al bien com¨²n". De modo que lo probable es que Karlsruhe siga en esa l¨ªnea, marcando un poco el paso a Berl¨ªn, pero al cabo marchando a su paso.
Entonces, ?por qu¨¦ Angela y Nicolas se empe?an en conducirnos a un esfuerzo in¨²til y, quiz¨¢, a¨²n peor, a un abismo?
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