Cocodrilos y pira?as

Cosas as¨ª solo se viven una vez en la vida. ?Una vez y no m¨¢s!". Eso pens¨® la actriz madrile?a Bel¨¦n Rueda, que ayer estren¨® Los ojos de Julia, rodeada de alima?as en plena Amazonia colombiana .

Parece que es una intr¨¦pida...

Ahora ya tengo hijos y me doy cuenta de que hay viajes que ya no har¨ªa. Como este que hice hace a?os con varios amigos a Colombia. Y eso que empez¨® muy tranquilo. Primero disfrutamos de Bogot¨¢, que es puro colorido y alegr¨ªa, y despu¨¦s de Cartagena de Indias.

Supongo que lo fuerte llegar¨ªa en el Amazonas.

De hecho, empez¨® nada m¨¢s aterrizar en la ciudad de Leticia. Por entonces todav¨ªa se mov¨ªa bastante droga por esa regi¨®n y la polic¨ªa estaba muy alerta. Tanto que casi me detienen cuando descubrieron tampones en mi equipaje.

Un momento inc¨®modo.

Nada comparado con el momento en el que nos adentramos en la selva. Ni siquiera recuerdo c¨®mo conocimos a nuestro gu¨ªa. Solo s¨¦ que ya ten¨ªa sus a?os y que se le ocurri¨® meternos en la jungla a las seis de la tarde, cuando ya ha empezado la hora de comer.

?La hora de comer?

S¨ª, cuando el sol empieza a ponerse, todas las fieras salen del escondrijo y comienza el fest¨ªn. Nos montamos en una barcaza y empezamos a remontar el r¨ªo. Recuerdo ver unas lucecitas rojas junto a la orilla. Eran los ojos de los cocodrilos.

Vaya...

En un momento dado notamos un golpe y el gu¨ªa grit¨®: "?No os mov¨¢is. Es un pez perro!".

No suena nada bien.

Dec¨ªa que eran los peces que se comen la carne pegada al hueso que queda cuando las pira?as ya no quieren m¨¢s.

Y ustedes, tan tranquilos.

Dentro de lo que cabe. A¨²n quedaba llegar a la zona del r¨ªo donde hab¨ªa pira?as. Continuamos en unas canoas que eran troncos de ¨¢rbol ahuecados.

?Eran s¨®lidos por lo menos?

Lo ¨²nico que recuerdo es que el gu¨ªa nos dio un cubo y nos gritaba que achic¨¢ramos el agua que iba entrando. No pas¨® nada, pero, eso s¨ª, ?una vez en la vida y no m¨¢s!